Un Nuevo Comienzo

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Después de haber vencido a Belcebú, Alan cumplió sus más grandes anhelos. Los cuales consistían en tener una familia y volver todo a la normalidad. Afortunadamente para él, todos sus deseos se hicieron realidad. Lo malo, fue que cinco horribles mujeres aparecieron para terminar con la paz del planeta.

En algún lugar...

Este patético planeta volverá a saber de mi. Yo soy Lilith, la reina de los demonios. Todos, incluyendo ese guardián, pagarán por haber condenado a mi amado. Una vez que me apodere del cristal, lo voy a liberar de la dimensión del silencio, y juntos gobernaremos el universo.— Dijo aquella horrible mujer.

Mientras tanto, sus secuaces iban a sembrar el caos y a buscar el cristal universo.

En otro lado...

Ven amor. Hoy quiero disfrutar este día perfecto contigo.— Valentino estaba demasiado enamorado de Alan y viceversa.

—Todo esto me parece un sueño.— Espetó Alan.

—¿Por qué lo dices amor?.— Preguntó Valentino, mientras tomaba de la mano a su novio.

—Siento que algo sucedió. Hay un vacío en mi mente. Quiero recordar algo, pero no puedo y lo peor es que... Ni siquiera sé lo que quiero recordar.

—Deja de atormentarte con eso amor, yo estaré aquí para ti.— Valentino le dio un beso a Alan.— Por cierto, mis padres quieren que vayas a cenar esta noche.— Soltó Valentino.

—Creí que... Estaban molestos porque bueno... Ya sabes, tu y yo somos novios.

—Ellos quieren conocerte mejor y yo creo que es la ocasión perfecta, para demostrar que nos queremos de verdad, sin importar si somos dos hombres.— Sonrió Valentino, y Alan no podía decirle que no a esa sonrisa.

—Bueno, ahí estaré, lo prometo. Espero no equivocarme y ser inoportuno. Solamente tengo una oportunidad para impresionar a tus padres. — Alan estaba demasiado nervioso.

Un auto aparcó frente al restaurante dónde ambos chicos se encontraban. Era la limusina de Valentino.

—Vienen por mi, amor, y ahora tengo que irme. Pero nos veremos hoy a las 8 y tranquilo, todo estará bien.

—Eso espero, porque desde ahora, me muero de nervios. — Ambos chicos se abrazaron y se despidieron con un cálido beso.

Alan veía como Valentino subía al auto y se marchaba de ahí.

El chico sentía que su vida era casi perfecta, pero también sentía que algo faltaba. Eso lo seguía inquietando y no le daba nada de paz.

De pronto, la gente en la calle comenzó a gritar y todos corrían despavoridos.

—¿Que sucede allá afuera?.— Se preguntó Alan, y salió a la puerta del restaurante, solamente para descubrir a unas horribles plantas carnívoras, que aterrorizaban a los habitantes de la ciudad. —¡¿Que son esas cosas?! ¿Por qué de pronto siento la necesidad de hacer algo y atacar a esas cosas?.— Se volvió a cuestionar.

Alan tomó la tapa de un bote de basura, y la lanzó contra una criatura, pero poco pudo hacer, así que prefirió correr.

—¡Vamos mis pequeñas plantas, coman toda la carne que puedan, para que crezcan grandes y fuertes!.— Una chica de color verde, flotaba en el cielo y le daba instrucciones a los monstruos de hierba.

—Tengo que esconderme.— Alan corrió hasta un callejón y se ocultó tras un contenedor de basura, esperando que todo eso terminara.

Mientras tanto...

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora