Capitulo 29

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Alan llegó a su casa junto a Dodge y al abrir la puerta, recogió varios sobres que le habían llegado del correo.

—Genial, si no pago la renta, me van a echar. — Suspiró lanzando la carta al suelo.

—¿No tienes dinero para pagar?. — Preguntó Dodge.

—¿Tu que crees? Si lo tuviera, no estaría recibiendo una carta cómo esta.

—No debiste renunciar a tu trabajo.

—¡No renuncié, esa vieja tacaña me corrió! Ahora no sé que haré sin dinero. Necesito derrotar a ese demonio ahora mismo. Debería irlo a buscar yo.

—Tranquilo Alan, no precipites las cosas. Ya verás que todo pasará.

—Eso espero... Pero....

—¿Que pasa Alan? ¿Malas noticias?.— Preguntó Dodge.

—Ah no... No puedo creer esto.— Alan abrazaba otro sobre que estaba en su correo. Lo miraba cómo si se hubiese sacado la lotería.

—¿Que pasa Alan? ¿Por que ves ese sobre cómo si estuvieras hipnotizado?.— Siguió cuestionando el can.

—Eso es... Una carta de Valentino. Él me ha enviado una carta.— Alan se apresuró a abrirla y revelar su contenido.

—¿Y bien? ¿Que dice?. — Dodge estaba intrigado.

—Dice que quiere verme en el parque, para hablar sobre lo que pasó. Al parecer tiene algo muy importante que decirme y estoy seguro que se va a confesar. — Alan mantenía una sonrisa de oreja a oreja.

—Deberías tomártelo con más calma y no hacerte ilusiones. Quizás es solamente quiere aclarar las cosas contigo. — Aconsejó Dodge.

—¿Por qué siempre me tienes que echar todo a perder? ¡Es mi felicidad y tu no puedes meterte con eso! ¡Acepté ser un guardián, pero jamás que tu fueses el dueño de mi vida! ¡¿Quién te crees perro tonto?! No te entrometas en lo que no te importa.— Gritó Alan, evidentemente alterado.

—Alan, yo solamente estoy intentando que...

—¡No intentes nada! Siempre te la pasas dándome ordenes y diciéndome lo que debo de hacer. Puedo obedecerte cuándo se trata del cristal y él demonio loco ese, pero no sobre cosas de mi vida. Voy a ver a Valentino y no me importa tu opinión, incluso sí el quiere que me aleje, no es asunto tuyo.— Alan añadió mientras Dodge solamente bajó la cabeza y se retiró de ahí.

Alan tomó su suéter y salió de su casa, para encontrarse con Valentino.



Mientras tanto...



Valentino se encontraba muy cansado y solo quería descansar, pero lo primero que escuchó, fue la molesta risa de Alanis.

—¡Valentino bebé! ¿Dónde estabas? Nos tenías muy preocupado a todos.— Dijo la chica aferrándose al cuerpo del aludido.

—Alanis... Ahora no por favor, necesito descansar un poco. Solamente salí a caminar.— Soltó Valentino sin muchas ganas de seguir conversando con la chica.

—Espero no me estés engañando con nadie Valentino bebé. Sabes bien que dentro de poco vamos a casarnos y quiero que...

—¡Si Alanis, ya lo sé! Sé que me casaré contigo aunque eso es lo ultimo que deseo.— Gritó Valentino bastante frustrado.

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora