Capitulo 5

326 31 62
                                    

Un nuevo día comenzaba para Alan. Ahora mismo se dirigía a la preparatoria.

—Debo admitir que me sorprendió el verte usar el poder del agua.— Dijo Dodge mientras caminaba junto a Alan.

—Pues no tengo ni idea de como lo hice.— Respondió.

—Te diré un pequeño secreto. El cristal universo funciona con la voluntad del portador. Ayer tu novio estaba en peligro y eso activo el poder del cristal, porque en tu interior, deseabas con todas tus fuerzas poder ayudarlo.

—¡Perro idiota, deja de decir que ese es mi novio! Además, apenas lo conozco.

—Pero sentí tu corazón latir como un tambor cuando lo viste. No sabía que en la especie humana los machos gustaran de otros machos.

—¡Agh! Cierra el hocico perro tonto.

—Bueno, en todo caso, aún te faltan los otros elementos.— Confesó Dodge.

—Me siento como el Avatar.

—¿Que es eso?.— Preguntó el animal.

—Ah, es una serie sobre un tipo calvo que controla los elementos y etc, etc.

—Como sea. Los elementos de este planeta son movidos por la magia y tu ahora tienes esa magia, solo debes aprender a usarla para no matar a alguien o a mi o a ti mismo.

—No soy tan idiota... Oye, ¿Que hay de mi deseo? No hemos hablado de eso.— Comentó Alan.

—Ah bueno, cuando derrotes al demonio, podrás pedir el deseo que quieras y se te concederá. Excepto ser el rey del mundo o devolverle la vida a un muerto, viajar en el tiempo o desearle mal a alguien.

—Tranquilo, cuando esto termine, pediré ser la persona mas rica del planeta. Pediré un billón de euros.— La determinación en su rostro, hacia pensar que Alan realmente hablaba enserio.

—Que ambicioso. Solo recuerda que el dinero no te llevará a ningún lado.

Alan soltó una carcajada.— Perro estúpido, ¿Dices que el dinero no me llevará a ningún lado? Pues para que lo sepas, me llevará a Francia, Japón, Australia, Italia, Egipto, Brasil o a donde yo quiera. Pero primero iré a Disneyland y me subiré a  todas las atracciones.

—Que infantil eres. En fin, es tu deseo, no el mio.

Antes de que pudieran seguir platicando, un auto se estacionó junto a ello.

Alan se detuvo junto con Dodge y miraron como la ventanilla del auto bajaba.

—Hola.— Saludó Valentino sonriendo.

—Hola.— Alan devolvió el saludo con una expresión mas seria.

—Sube al auto, no querrás llegar tarde otra vez.— Ofreció Valentino.

—Ah... No gracias... Así estoy bien. — La seriedad fue cambiada por algo de nerviosismo.

—Vamos Alan, no seas obstinado, dejame llevarte.

—Yo... Bueno... Está bien.— Alan aceptó y caminó hacia el auto.

—¿Vas a dejarme aquí?. — Murmuró Dodge.

—Lo siento, arreglatelas como puedas.

Alan subió al auto olvidándose del animal.

—¿Ese perro viene contigo?. — Cuestionó Valentino.

—Ah... No, ni lo conozco. Solo comenzó a seguirme y ya.

—Oh, ya veo. Bueno, vámonos.

Alan se acomodó junto a Valentino. El auto del chico era algo lujoso, por lo que supuso, Valentino venia de buena familia y realmente le sorprendía que alguien como el fuese tan amable.

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora