Light Years (BL)

Capitulo 6

Alan logró llegar a la puerta del tiempo que se encontraba en el cielo.

—Vaya... Creí que este lugar era ficticio. — Dijo Alan al ver los cúmulos de nubes con criaturas míticas. Ahí habitaban las froatiras mas inimaginables, todas conviviendo en paz y en armonía.

—Este no es el mismo cielo que ven los humanos. Eres privilegiado al ser de los pocos seres  vivos que ven esto.

—Y puedo volar.— Se emocionó Alan.

—Solo estás flotando, pero da igual. Tenemos que ayudar a Diamante.

—¿Donde está?.

Antes de que Dodge pudiera responder, Diamante y las diablesas peleaban cerca de ahí.

—¡Es por allá!. — Gritó Dodge.

Ambos corrieron hasta el arco principal del cielo.

—¡Ráfaga de Viento!.— Atacó Diamante, pero las diablesas la esquivaron.

—Eres tan débil. ¿Como es que eres guardiana? Realmente eres decepcionante. — Se burlaron las malvadas mujeres.

—¡Aire Purificador!.— Una gran masa de aire fue lanzada y está vez las diablesas, no pudieron esquivarlo, haciendo que salieran volando.

Alan y Dodge se acercaron a Diamante.

—¿Estás bien?. — Preguntó el animal.

—Si... Sólo estoy algo agotada... Esas mujeres son bastante fuerte... Usé toda mi energía en ese ultimo ataque.

—¿Que hacían ellas aquí?.— Cuestionó Dodge.

—Querían entrar por la puerta del tiempo, probablemente para buscar el cristal oscuro.

—Me alegra que las hayas detenido.
Por cierto, el es el nuevo Guardián Warrior.

—Hola, mucho gusto.— Saludó.

—Es un gusto conocerte Alan.— Respondió Diamante.

—¿Como sabes mi nombre?. — Preguntó.

—Puedo ver sucesos del futuro, además de que Dodge ya me había dicho tu nombre.— Sonrió Diamante.

—Oh vaya... ¿Entonces puedes adivinar mi futuro?.— Preguntó Alan.

—Bueno... Digamos que de cierto modo, si, si puedo. — Respondió Diamante.

—Bueno... Quiero saber... He... Bueno... Si quizás, tu sabes si yo... tendré suerte en el amor. Yo bueno... Me gusta alguien...

—Valentino.— Respondió Diamante.

—¡Ah!... ¿Ya lo sabias?.— Contestó Alan bastante sorprendido.

—Si, Dodge me lo contó.— Sonrió Diamante.

—Perro chismoso.— Murmuró. — Bueno... ¿Podrías decirme?.— Preguntó Alan y Diamante asintió.

La guardiana se acercó a Alan y lo tomó de las manos.

—Cierra los ojos.— Ordenó y Alan obedeció.
Así permanecieron algunos segundos hasta soltarse.

—¿Que viste?.— Preguntó Alan.

—Parte de mis predicciones, es decir la respuesta en clave. No puedo decirte el futuro directamente y hay cosas que aunque me sean reveladas, no te las podré decir y hay otras que no puedo ver porque no se me permite. Pero aquí voy... La persona que te gusta, tiene una nobleza muy grande, es una persona caritativa y llena de luz a quien la vea. Es fácil enamorarse de alguien como él, sin embargo... Un corazón de oro despierta la ambición y puede traer llanto, muerte y destrucción.