Capitulo 22

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Hecate estaba abrazada al demonio, cuándo de pronto, le llegó una señal de su compañera bruja.

—Algo le ha sucedido a Circe.— Se alarmó la bruja.

—Relajate cariño. Seguro ella está bien y si no, es su problema. Sabes que yo odio a la gente débil.— Sentenció el demonio.

—¡Es mi compañera! No puedo dejarla así. — Gritó Hecate, apartándose del horrible ser.

—¿Y que pasó con nuestros planes para dominar el universo? ¿Acaso no quieres ser mi reina?.— Cuestionó el demonio.

—Circe y yo... Hemos estado juntas desde hace siglos. Nunca nos hemos separado.

—Bueno, esta puede ser la primera vez. Además, esa bruja inepta se lo buscó. Estoy seguro que puede cuidarse sola.— Se burló el demonio.

—Eres despreciable.— Replicó Hecate bastante molesta.

—Sí vas detrás de esa estúpida bruja, lo tomaré como una traición y las destruiré a ambas. — Amenazó el demonio.

—Tus amenazas no me dan miedo. Circe y yo vamos a enseñarte, que jamás debes meterte con dos brujas.— Le confrontó Hecate.

—Y a ti se te olvida, que yo las invoqué, y que puedo mandarlas al infierno cuándo se me dé la gana. Además, ya deberías saber que las brujas jamás estarán por encima de los demonios.

—Eso ya lo veremos... ¡Astra!.— Hecate hizo aparecer un agujero, que instantáneamente se tragó al demonio, haciéndolo desaparecer. — Tengo que irme pronto. Eso no lo detendrá por mucho tiempo.

Hecate desapareció de ahí, y salió a buscar a su amiga y compañera; Circe.

Mientras tanto...

Alan llegaba a su casa a toda velocidad, mientras abría la puerta como loco.

—¡Dodge!.— Gritó Alan apenas entrar.

—¡Alan, a ocurrido un milagro!.— Expresó el perro.

—¿Dónde está Valentino?. — Preguntó el chico.

—De él quería hablarte. Ocurre que hace un momento, él volvió a la normalidad.— Confesó Dodge.

—¡¿En verdad?! ¡¿Dónde está?!. — Alan no podía contener la alegría.

—Está en tu habitación, pero no...—Alan corrió, sin dejar tiempo a que el canino le explicara algo más.— Sigue siendo un tonto.

Dodge corrió detrás de Alan para acompañarlo hasta la habitación.

El chico se acercó lentamente a la puerta y la abrió.

—Ten cuidado, aún no recobra el conocimiento. — Advirtió Dodge.

Alan se acercó lentamente y miró a Valentino acostado en su cama. Para él, ese chico se veía como un ángel, tan dormido, tranquilo y pacífico.

—Es hermoso.— Alan acarició la frente de Valentino, para luego acercar su rostro al del chico y quedar a centímetros de distancia.

—Alan, no se te ocurra hacer lo que estoy pensando que harás. — Advirtió nuevamente el can.

—Haré lo que debí hacer hace tiempo. — Alan tomó a Valentino del rostro y lo besó. Por fin sus labios tocaron los de ese chico que tanto le gustaba. Fue dulce al principio, pero luego se atrevió a usar un poco su lengua y saborear los labios de Valentino.

—¡Alan, eres un descarado!. — Le gritó Dodge.

Alan se apartó y contempló el rostro de su amado. Este comenzó a abrir los ojos poco a poco hasta encontrarse con la mirada de Alan.

—¿Dónde estoy?.— Preguntó Valentino, bastante desorientado por cierto

—Ah... Eh... Estás en mi casa.— Respondió Alan.

—¿Y que hago aquí? Lo ultimo que recuerdo es... Qué aparecieron dos extrañas mujeres y...

—Al parecer eso fue un sueño... Es decir... Te desmayaste y luego te traje hasta aquí. — Explicó el chico.

—Ah... Ya veo, fue un sueño entonces. Bueno, tienes razón, quizás me lo imaginé. De todos modos, gracias por permitirme descansar aquí.— Valentino se levantó de la cama y comenzó a ponerse sus zapatos.

—Deberías descansar un poco más. — Sugirió Alan, intentando retenerlo un poco más.

—Ah no... Creo que será mejor que me vaya, gracias por todo, nos vemos.— Valentino respondió en tono seco, se acomodó su chaqueta y se fue.

Alan miró un poco confundido aquella puerta, aquella puerta por la que había salido su sueño de amor.

—Eres un idiota.— Reclamó Dodge.— Es bastante probable, que se haya dado cuenta que lo besaste. Por eso te dije que no lo hicieras, pero nunca me escuch...

—No necesito tus regaños, puedes ahorrartelos.— Dijo Alan, mientras salía de la habitación, para luego salir de su casa e ir a cualquier lado que se le ocurriera.

En su interior, solamente quería llorar por haber sido tan tonto. Había besado por fin al chico que le gustaba, pero al parecer, eso había tenido un costo elevado. Y por la reacción de Valentino, era probable que el chico no sintiera lo mismo por él.



En otro lado...


—¡Maldita y mio veces maldita. Voy a encontrarte y te haré pagar por esto!.— Gritó aquel demonio, mientras volvía a su trono.
La bruja había logrado enviarlo a otra dimensión, usando gran parte de sus poderes. Pero al final, el demonio logró escapar.— Necesito acelerar mis planes, pero está vez sin secuaces inútiles. Yo mismo haré el trabajo. Voy a conquistar el universo de una vez por todas. Empezaré por hacerle una visita a mi querida Diamante. Necesito entrenar un poco y divertirme. Ella es perfecta para mi entretenimiento. — Sonrió el demonio, mientras desaparecía de ahí.

La lucha final, está cada vez más cerca y lamentablemente... Muchos morirán.

Continuará...


Continuará

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Como ya se dijo arriba, pronto terminará la novela. Muchas gracias a quienes la han seguido durante este medio año que ha durado. Gracias por aguantar tanto ❤
Buenas vibras a tod@s

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora