Light Years (BL)

Capitulo 14

—La única solución para que Valentino vuelva a su forma original es; destruir al vampiro que lo mordió. — Reveló Diamante.

—Eso será imposible. Yo no tengo la menor idea de donde se encuentra ese monstruo. — Se quejó Alan.

—Yo te ayudaré. — Añadió Diamante. — Aún conservo mi cristal y puedo transformarme. Únicamente necesito adoptar mi cuerpo mortal.

—¿A que te refieres?.— Cuestionó Alan.

—Diamante no es humana en realidad.— Respondió Dodge.— Dada su naturaleza, Diamante es un espíritu con grandes poderes para cuidar el tiempo y el espacio. Ella no podría ser humana porque eventualmente moriría y la puerta quedaría desprotegida. Tampoco podríamos sustituirla, ya que es la única que tiene este tipo de poderes. Así que debe adoptar su humanidad para poder pelear.

—Además, tu tienes un poder bastante grande dentro de ti.— Se dirigió Diamante a Alan.— Puedes controlar los elementos, gracias a los cristales de los guardianes.

—¿Que significa eso?.— Preguntó Alan.

—Significa que dentro de ti hay cuatro cristales unidos. El cristal Zafiro que te otorga el poder del agua, el cristal Rubí te otorga el poder del fuego, el cristal Esmeralda el poder de la tierra y por supuesto, el cristal universo, que te otorga el poder de crear ataques basados en las energías del cosmos. El cristal Diamante que otorga el poder del aire, lo tengo yo ahora y te lo entregaré cuando sea el momento adecuado.—  Respondió Diamante.

—¡Aghhrr!.— Valentino comenzó a despertar y eso puso en alerta a todos.

—Ah despertado, ¿Que haremos?.— Preguntó Alan.

—Lo voy a encerrar en la habitación del silencio. En ese cuarto, el tiempo no existe. Eso nos dará tiempo para derrotar al vampiro y volver a este humano a su forma original... ¡Silentium Tempus!.— Diamante levantó su báculo y un agujero negro absorbió a Valentino.

—¿A dónde fue?. — Preguntó Alan.

—Lo mandé a la habitación del silencio. No podrá salir de ahí hasta que yo lo libere.— Añadió Diamante. —Ahora vayamos a la tierra y busquemos a ese monstruo.

—¡Pues no hay tiempo que perder, vamos!.— Alan se encontraba ansioso por salvar a Valentino y no le importaba un ningún peligro.

En otro lado...

—¿Y bien? ¿Hiciste lo que te pedí?.— Preguntó el demonio a la diablesa.

—Si mi señor. Aqueo humano  fue transformado en vampiro. Pude ver que lo llevaron al paraíso con Diamante.

—Diamante sigue de entrometida. Estoy seguro que metió al humano en la habitación del silencio, pero eso no durará mucho. Es cierto que el tiempo ahí no existe, pero la mordida del vampiro es fatal y eso ni la misma habitación lo puede impedir.

—Diamante es una tonta.— Se burló la diablesa.

—No, no lo es. Ella sola les dio una paliza a ti y a tu hermana. Al contrario. Si algo admiro de ella, es su inteligencia y tenacidad.

—Lo que usted diga, amo.

—¿Donde está el vampiro?.— Cuestionó el demonio.

—Fue a esconderse a las montañas, amo.

—¿Y que harás ahora?.— Volvió a cuestionarla.

—Lo que usted ordene, amo.— Respondió la diablesa arrodillándose.

—¡Tonta! Es seguro que el Guardián buscará al vampiro para destruirlo. Debes ir allá y ponerle una trampa de inmediato.

—Si amo, eso haré.