La tarde estaba transcurriendo y la comida había ido bien. Los padres de Valentino se la pasaron cuestionando a Alan, mientras Alanis lo miraba con cara de fastidio.
-Bueno, ahora que terminamos, quisiera mostrarle mi habitación a mi nuevo amigo.- Sonrió Valentino y Alan se sonrojo al pensarse dentro.
-¡Yo también voy!.- Alanis se levantó de la mesa como si estuviese poseída por satanás.
-No cariño, no es correcto que una chica esté con dos hombres sola en una habitación. - Respondió la madre de Valentino.- Mejor vayamos a mi cuarto, tengo unas revistas de moda que me acaban de llegar, estoy segura que te van a encantar. - La mujer tomó de la mano a Alanis y a regañadientes, tuvo que acompañarla, mientras le dedicaba la ultima mirada de odio a Alan y este simplemente le sonreía.
-Bien, yo debo volver a los negocios, fue un placer conocerte Guardián Warrior. Y sientete libre de volver cuando quieras.- Añadió el señor mientras le estrechaba la mano para después retirarse.
-Bueno, vayamos a mi cuarto. - Comentó Valentino mientras guiaba a Alan escaleras arriba.
El chico no podía estar mas feliz, le parecía un sueño estar en la habitación junto a Valentino. Jamas se imaginó que llegaría tan lejos, aunque Valentino no supiera su identidad realmente.
-Aquí está mi habitación.- Valentino giró la perilla y abrió la puerta, mientras Alan quedaba maravillado al entrar en el cuarto. Olía a Valentino, ese rico aroma estaba impregnado por toda la habitación.
-Que rico huele. - Inconscientemente Alan abrió la boca.
-Pues.... Gracias.- Valentino se sonrojó con el cumplido de Alan. Quizás había una pequeña tensión entre ambos, para empezar, Alan gustaba de Valentino y Valentino parecía admirar demasiado a Guardián Warrior.
La habitación era de buen tamaño. A Alan le sorprendió ver varios posters pegados en la pared, con bandas como Queen, Blondie o artistas como David Bowie, Prince o Madonna.
-¿Te gusta la música de los 80's?.- Preguntó Alan.
-Si, me encanta. Me hubiese gustado ser estrella de rock, pero mis padres jamas lo permitirán. Además, en estos tiempos ya casi nadie escucha rock.- Sonrió Valentino con un aire de tristeza.- Bueno, ¿Que te parece si jugamos algún videojuego?. - Preguntó.
-Si, claro... Me encantaría.- Alan miró el reloj y se dio cuenta que debió entrar a trabajar desde hacía una hora. Estaba seguro que la señora Chang se pondría furiosa y comenzaría a gritar en chino mientras caminaba por todo el restaurante, pero le importaba más estar con Valentino, así que el regaño valdría la pena.
-Oye ¿No puedes quitarte la armadura? Debe pesar.- Valentino miraba con insistencia a Alan y este lo notó. Pero no quería hacerse muchas ilusiones, porque al final del día quizás solo era admiración la que Valentino le tenía.
-Ah... No... Tranquilo, así estoy bien.- Sonrió nervioso.
-Pues también hace bastante calor. Voy a cambiarme y regreso.- Valentino se puso de pie y se despojó de su camisa, mientras Alan lo miraba con la boca abierta.-¿Que pasa? ¿Crees que estoy muy desnutrido?.- Preguntó Valen.
-¡Ah... No! Tu cuerpo es perfecto... Es decir... Está en perfecto estado.
-Gracias amigo, ahora voy a cambiarme, ya regreso.
-Ok, aquí te espero.- Alan sentía la cara roja. Jamas imaginó ver así a Valentino y lo peor es que ahora mismo el chico estaba desnudandose al otro lado de la puerta.- "Maldita sea, debí preguntarle a ese perro mañoso si tengo vista de rayos X, cómo me hace falta en estos momentos, desearía echar por lo menos un vistazo". - Pensó Alan, pero al no poder se sentía frustrado hasta que vio la camisa del susodicho, tirada en el suelo.- Bueno, con esto me conformo.- Alan dejó a un lado el control del videojuego y tomó la camisa de Valentino mientras aspiraba su aroma y cerraba los ojos. -Que delicioso.
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Light Years (BL)
Teen FictionAlan es un chico solitario y algo amargado. Pero su vida cambiará cuándo un cristal con poderes, se incruste en su pecho. Ahora, Alan tendrá que salvar el universo y derrotar a un poderoso demonio, mientras equilibra sus estudios, su trabajo y el am...