Capitulo 23

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Diamante descansaba un poco, cuándo de pronto sintió una energía bastante maligna.

Rápidamente se transformó, tomó su báculo y salió a pelear.

—Sabía que esto pasaría, pero no creí que fuese tan pronto.— Se dijo para sí misma.

Las criaturas que habitaban en el paraíso, comenzaron a alterarse y el cielo y se oscureció, cómo si estuviese demasiado nublado y una tormenta se acercara.

—Hola Diamante. Que despreciable es verte otra vez.— Se burló el demonio.

—¡No puedes estar aquí, es prohibido que los demonios entren!. — Advirtió Diamante.

—No sé sí lo sabías, pero los demonios, no fuimos hechos para obedecer ordenes. Al menos yo no lo haré, y menos obedeceré a alguien con un nivel de poder inferior al mío.

—Tu... Te demostraré que no soy tan débil. Sé que estoy condenada a la derrota... Pero no voy a dejarme morir así como así. El príncipe de las tinieblas probará mi poder... ¡Dragón de Aire!.— Diamante lanzó una violenta ráfaga de aire hacía el demonio, pero este desapareció.— Ah... ¿Dónde está?. — Susurró Diamante.

—¡Sorpresa!.— Una bola de energía golpeó a Diamante, lanzándola lejos de ahí y haciéndola caer al suelo.— Deberías rendirte. Dame la llave de una vez y prometo no matarte.
Yo solamente necesito el cristal oscuro y te dejaré en paz ¿Que dices?.— El demonio intentó hacer un trato.

—Sabes que jamás cederé. Voy a pelear hasta la muerte... ¡Tornado Purificador!.— Un remolino que arrojaba rayos, salió disparado hacía el demonio. Este ni siquiera intentó esquivarlo y el ataque cayó sobre él.

—Apenas y sentí cosquillas con eso. Por favor Diamante, da un mejor espectáculo. Yo sé que puedes hacer uso de poderes bastante fuertes. Me gustaría ver esos poderes.— Sonrió el demonio.

—Esta prohibido usarlos. Es por eso que no utilizaré nada más que esto... ¡Ventisca de Furia!.— Un espiral de viento atacó al demonio, pero este lo detuvo con una sola mano.

—Supongo que esto será aburrido entonces. No tendré remedio más que matarte de una vez, porque me estas haciendo perder mi tiempo... ¡Viento Oscuro!.— Una ráfaga de aire contaminado fue disparado contra Diamante, logrando herirla como si hubiese sido atravesada por un cuchillo. Diamante cayó al suelo nuevamente mientras un hilo de sangre salía de su pecho.

—No... Te dejaré... Entrar a las dimensiones prohibidas... Nunca obtendrás el... Cristal.— Diamante apenas y podía hablar.

—Lo siento, pero no pienso escucharte más querida Diamante. Es hora de que descanses para siempre... ¡Infierno Eter...—El demonio fue atacado sorpresivamente por detrás. Sintió un gran ardor en su espalda.— ¡Maldita sea, ¿Quién osa retarme de esa manera?!.— El demonio miró hacía atrás y vio una enrome ave.

El ave fénix, una de las criaturas mitológicas, lo había detenido por un momento. Luego se unió un enorme dragón y entre él y el ave, combinaron sus poderes de fuego, atacando al demonio.

—¡Ah... Malditas criaturas!. — Gritó el demonio, al sentir el fuego en su piel.

El demonio parecía estar derrotado cayendo al suelo, mientras las criaturas seguían escupiendo fuego sobre él para detenerlo.

—Bueno chicos, gracias por salvarme.— Sonrió Diamante, logrando ponerse en pie.

Pero en gozo duró poco, pues el demonio concentró una especie de fuego azul y logró devolver el ataque a las criaturas, lanzadolos lejos de ahí.

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora