Capítulo 24

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Ya pasado los meses,T.K pudo adaptarse al Regimiento y las duras instrucciones del Sargento Schneider, quien cada día supervisaba su tropa, cada oportunidad que tenía, era para visitar a sus padres y especialmente a Kari, pero el tiempo era corto y los meses casi eran una eternidad. La iba extrañando cada día, sin dejar de pensar que algún día volvería a estar a su lado.

Viernes 23 de Noviembre del 2012

Otro día comenzaba, era casi como otra vez volver al horario de la escuela, pero esta vez, era la escuela militar, y la clase dirigida nada mas y nada menos que el mismísimo Sargento Schneider, enseñando las estrategias, manejo de armas y reconocimiento.

Heinrich: Estuve hasta tarde estudiando las técnicas de batallas, teniendo en cuenta la batalla de Austerlitz, Tannenberg y Freiberg, le agradezco a Dios que el Sargento no me pilló en medio de la noche leyendo.

T.K: También tengo conocimiento familiar en las batallas de Verdún, Somme, Ypres, por si acaso el Sargento Schneider me pregunta una batalla u ofensiva fallida es la Ofensiva de Nivelle en Chermin les Dames. Todas en la Primera Guerra Mundial.

Heinrich: Vaya, parece que tienes un buen manejo en la historia militar.

T.K: Es conocimiento familiar, mis tatarabuelos de la familia de mi madre, lucharon en la Primera Guerra Mundial.

Heinrich: Bueno, mejor siéntate, ya que la clase ya va a comenzar.

Sargento Schneider: Bien, hoy, como siempre veremos las técnicas más avanzadas sobre avance en el frente de batalla, evitando así, perdidas numerables de material bélico y humano. Quiero que cada uno responda fuerte y claro.

Heinrich: Ya nos tocará meine Freund, asi que prepárate, y ojalá que recuerdes todo lo que has aprendido estos últimos meses...

Pero T.K hacia caso omiso a las palabras de su compañero, únicamente rondaba en su mente los claros recuerdos cuando estaba presente Kari. En verano, con las idas a la playa, o los típicos festivales que organizaban en Tokio. Añoraba volver a estar en sus brazos, acariciando su fino pelo.

Sargento Schneider: ¡Takaishi!, Pon atención a lo que te digo!

T.K: "Jawholl meine Sergeant", no volverá a pasar.

Sargento Schneider: Sabes hijo, quiénes sobreviven a la batalla, son los que han puesto atención en sus enseñanzas, son los únicos que no mueren al primer ataque, y en ti, veo un gran potencial. Así que, mejor estar concentrado antes de morir. ¿Si?

T.K: Si señor, puede continuar.

Heinrich: Uff, de poca te salvaste, sino, ya estuvieras allá limpiando los retretes. ¿Qué te pasó?, por un momento estabas poniendo atención, y derrepente, ya estás mirando para otro lado. –exclamó Heinrich.

T.K: Nada, nada, solo es algo mío.

Heinrich: Lo importante es que no pasó a mayores. A la próxima, debes estar muy pendiente de las clases, ya que algún día te pueden salvar. Eso decía mi abuelo.

En su mente, sabía que el problema no era la falta de concentración o cansancio, extrañaba a Kari, le rogaba a Dios cada noche por volver a estar a su lado, sin problemas o privaciones. Él era su esperanza y ella su luz.

T.K: Sin duda mi amigo, que lograrás terminar el mes, sin problemas en el entrenamiento. Estoy seguro de eso.

Heinrich: Pues obviamente que sí, he hecho los circuitos casi los meses que hemos estado enclaustados. Pero se que cuando al final esto termine, yo volveré a Alemania allá en Múnich. Y tú Takeru, que harás cuando termines?

T.K: A ver –respondió el rubio– lo primero que haré, es ir directamente a casa, llamar a todos mis seres queridos, y organizar una fiesta por mi regreso. En especial a mi Hikari, quien ha tenido que soportar nuestra "momentánea separación" por el servicio militar.

Heinrich: Y vaya que lo has planeado bien, pero, déjame adivinar, ella es la razón de porque estás tan distraído estos últimos meses?

T.K: Si, es ella, a pesar de nuestra comunicación, son pocas las veces que puedo verla, me he perdido de tantos momentos, incluso me siento arrepentido por haber seguido mi orgullo familiar.

Sargento Schneider: No es tu culpa cadete –respondió, parado frente a los dos jóvenes– aquí hay gente que tuvo todo en un momento, y lo dejó allá, casi abandonado, pero sabes lo que hacen esta gente?, Al estar lejos, sus lazos se fortalecen aún más que antes. Aquí formamos una comunidad, una hermandad, pero siempre valoramos la unión familiar. Y te tengo buenas noticias.

T.K: Cuáles noticias serían Mein Sergeant ?

Sargento Schneider: Entre los mandos del regimiento, y mis jefes del Heer, hemos decidido que podrás tener tus visitas prolongadas, para así, estar con tu familia y disfrutar. ¿Porqué?, Porque sé que tú has puesto lo mejor de ti en el entrenamiento, y tus esperanzas de superarte y lograr lo que quieras. Esa es tu recompensa hasta que termines por fin con tu servicio militar.

T.K: Danke, No sé cómo agradecerle por tal gesto. Por ahora no tengo nada de importancia para dar o algo por el estilo.

Sargento Schneider: No importa alemancito, sé que un día, las batallas que la vida te dé, las ganarás, y ahí, sabré que mis enseñanzas habrán rendido frutos. –dijo con una sonrisa, saliendo del lugar.

Heinrich: Vaya hombre, si que tus plegarias han sido escuchadas. Tu fe es fuerte. Y ahora si podrás visitar a tu amada Hikari.

T.K: Te agradezco por todo el apoyo dado Heinrich, sin tu ayuda, no me hubiera salvado de muchas situaciones.

Heinrich: De nada, aunque también no olvides que también te he salvado, así que si algún día te casas con ella, me invitas.

T.K: Hombre, ni siquiera todavía tengo la carrera universitaria y ya me hablas de casamiento –dijo riéndose alegremente.

Así seria, gracias a las acciones de los altos mandos, T.K tuvo tiempo de visitar a toda su familia, incluso de actividades que antes no podía hacer. Obviamente que su servicio militar no terminaba, aunque por fin, encontraría ese añorado día en que terminó, la ocasión perfecta para reunirse con Kari. Volviendo a unir la luz con la esperanza, frente a las adversidades de la vida.

"Before", "Tiempos de Cambio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora