Capítulo 15

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Me desperté hace dos horas, y Sebastián dijo que pasaría por mi a las 11:00 A.M.

Ya me duché y mi estómago está pidiendo que le de comida. Salgo de mi dormitorio y camino hacia la cocina. Prepararé unos panqueques.

—¿A dónde irás vestida así? —pregunta Skyler viéndome de pies a cabeza.

—No lo sé, iré a distraerme un rato —respondo mientras saco los ingredientes para preparar panqueques.

—¿Y vestida así? —pregunta alzando una ceja.

—Sí, no le veo problema —respondo volteando a verla.

Tengo puesto un short azul de lona —no muy corto—, una blusa amarilla —un poco corta de adelante y quiero que el color llame la atención, que se note mi felicidad—, unos zapatos blancos y mi cabello va recogido con una cinta blanca.

—Muchos, o sea, no te luce vestir así, das pena y asco. No te ves bien —opina haciendo muecas de disgusto.

—Escucha, yo no te estoy pidiendo tu opinión, no te estoy preguntando si me luce o no me luce, si doy pena y asco, no me importa. Creo que das más asco tú con esa ropa de prostituta que usas —respondo y dejo todos los ingredientes en la mesa.

Me amargó el desayuno.

Tomo una manzana, un tarro de mantequilla de maní y me voy a mi dormitorio.

Enciendo la televisión y pongo MTV, están pasando Acapulco Shore, es un programa buenísimo, me hace reír.

Terminó Acapulco Shore y comienzó Resistiré. Termina eso y cambio de canal, esta vez puse CINEMAX, están pasando la Herencia Maldita. Una vez ví esa película con Peter, es de terror.

—¡Hija, Sebastián ya está aquí! —avisa mi madre tocando la puerta.

—¡Ahora salgo! —respondo y le doy una última probada con mi dedo índice a la mantequilla. ¡Madres, es deliciosa!

Le doy un retoque a mi cabello y tomo mi bolso blanco, quiero combinar con mis zapatos y mi coleta.

Salgo de mi dormitorio y camino hacia la sala. No está Sebastián aquí. Qué raro. Oh, ya veo por qué no estaba aquí.

Viene saliendo de la cocina junto con Skyler, bueno, ella viene delante de él. Ella me mira con una sonrisa y una ceja elevada. Pendeja.

—Hola, hermosa —saluda Sebastián. Se acerca para besar mis labios, pero yo tuerzo la cara y sus labios aterrizan en mi mejilla.

—Vamos —dice tomando mi mano y llevándome hacia la salida.

—¿Qué pasa? —pregunta ya cuando estamos afuera.

—Nada, no pasa nada —respondo mintiendo.

—No, sí pasa algo, ¿Qué es? —pregunta tomándome por los hombros.

—Nada, Sebastián. No pasa nada —vuelvo a decir y le doy un beso en la mejilla.

—Ya sé qué es lo que está pasando, crees que me besé con Skyler mientras estábamos en la cocina —dice rodando los ojos —. ¿O no es eso?

Me quedo callada. Tal parece mi silencio lo dice todo.

—Pues no lo hice, no la besé, nunca lo haría —dice y toma mi rostro entre sus manos —. Todo tranquilo, ¿Okay? Porque yo sólo te quiero a tí, Stephanie Turner, a tí y a nadie más.

Lo miro con duda por un momento, okay, nada me cuesta creerle, igual no creo que mienta.

Acorto la poca distancia que quedaba entee nosotros y uno nuestros labios en un delicado beso y un roce de narices.

Confusos Sentimientos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora