Abro los ojos lentamente y veo la barra, veo el resultado, veo una prueba...acertada.
Positivo, la prueba dio positivo. Dos rayitas, significan positivo.
Cierro los ojos y vulevo a abrirlos. Quizá y sea mi imaginación. Lo hago otra vez, y otra vez, por una tercera vez, y no, esto es real.
¿Qué hago ahora? ¿Voy a su habitación de hospedaje con la prueba en mano y le digo "Sebastián, seremos padres" o "Sebastián, he aquí una excusa para que no puedas dejarme"? Este niño es una bendición, será una bendición. Sea niño o sea niña será bello, pero...¿Ahora? ¿Ahora que estoy terriblemente jodida economicamente y amorosamente? Porque este niño necesita amor, y yo puedo darle, pero, también necesita de el de su padre. El 10% de amor que yo poseo no le será suficiente.
Llamada entrante de Rose
—¡Hola!
—Hola, ¿Cómo estás? —pregunto haciendo una mueca por su grito.
—No, ¿Cómo estás tú? Te escuchas mal.
—Sebastián ya lo sabe —digo y me doy una bofetada mentalmente por estúpida. Ni Rose lo sabe.
—¿Qué cosa? ¿Qué sabe?
—Te contaré, pero tomatelo con calma —digo preparandome para soltarlo todo.
—Ajá. A como sea algo malo voy a volar hacia allá y te daré una bofetada que las muelas...
—Me voy a casar con Ricardo —digo cuando ella está diciendo ese montón de cosas.
—¿¡Que te vas a qué!?
—Lo que escuchaste. También hay...
—¿Es que chica, tú estás loca? ¿Sabes a qué te metiste? ¿Cómo reaccionó Sebastián?
—Lo sé, lo sé, lo que hice no está bien, nada bien —suelto un suspiro —. Sebastián reaccionó muy mal, ya no quiere saber nada de mi, ¿Y sabes qué es lo peor?
Guardo silencio esperando a que responda, pero no lo hace. Suelto un suspiro y me respondo.
—Estoy embarazada —digo sujetando con más fuerza la prueba en mis manos.
—Te pasas, Stephanie.
—¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué me paso en qué cosa? —pregunto con molestia.
—En todo. Primero: que te vas a casar con nuestro ex jefe. Segundo: te enteras que estás embarazada justo cuando Sebastián te mandó...perdón por la palabra y lo pesada que sonara pero...cuando Sebastián te mando literalmente a la mierda.
—Lo sé, no sé qué será de esta criatura. ¿Qué pasará cuando Ricardo se entere? —pregunto y mi cuerpo tiembla.
—Debes afrontarte a esto, son pruebas que la vida pone, así por así, así que debes sonreir ante todo...
—¿Y cómo se supone que haré eso? ¿Cómo mierda se supone que voy a sonreir cuando mi vida va de esta forma?
—¡Piensa, Setph! Piensa en esa criatura, piensa en ti, piensa en Sebastián, habla con él y así mismo con Ricardo, dile que no puedes por ese bebé que está dentro de tí y él necesita a su padre.
—Trataré de hacerlo, hablaré con él.
—Te quiero. Mucha suerte, besos.
—Adiós —respondo y corto la llamada.
Me levanto del suelo y abro la puerta del sanitario. El agarre fuerte en mi muñeca me sobresalta y por instinto quiero entrar al baño, pero me sujetan más fuerte.
ESTÁS LEYENDO
Confusos Sentimientos
Teen FictionTodo es tan confuso, y quien anda queriendo conmigo lo hace aún más confuso. Sólo esperaré. Todo a su tiempo.