IV

11.5K 1.1K 293
                                    

—¿Qué tomabas?

—Cerveza —le dijo mientras caminaban por la ciudad.

—Ah...

—¿Quieres? —sonrió divertido—. ¿La has probado ya antes?

—Sí —mintió, sonriendo, tomando la lata que él tenía en sus manos.

Se la llevó a los labios, y le dio un sorbo, sin poder evitar hacer una mueca de asco. ¿Cómo podía ser tan amargo eso? Itzak rio bajo, tomando la lata.

—Sí, al principio no tiene buen sabor, pero le vas agarrando el gusto luego —sonrió.

Ella miró hacia abajo, apenada.

—No te avergüences, Zoe, imaginé que nunca habías bebido cerveza, después de todo, no es el tipo de bebidas que ustedes toman.

—¿Nosotros? ¿A qué te refieres con eso?

Llegaron hasta una plaza, y ambos se sentaron en una banca.

—Pues, de tu clase.

—Ah... Pero no pienses en eso cuando estés conmigo, no soy de esas chicas soberbias.

Sonrió mientras bebía un poco de cerveza, mirándola a los ojos.

—Lo noto ¿Qué chica de tu clase vendría a ver a una bestia como yo? Ninguna en su sano juicio.

—¿Y acaso yo no estoy bien de la cabeza por venir aquí? —le reprochó, con cierta molestia.

—No quise que sonara así, preciosa —sonrió tomándola de las manos, estremeciéndola—. Yo realmente estoy feliz de que tú quisieras verme, de compartir algo de tiempo contigo.

—¿E-En serio?

—Sí —sonrió, tomando un mechón de su cabello, llevándolo detrás de su oreja—. Tú eres tan bonita, jamás imaginé que tendría la dicha de poder estar con una chica como tú, humana, preciosa.

Ella lo miró a los ojos, con un brillo especial en su mirada, sintiendo a su corazón latir frenético en su pecho. Itzak miró su boca, y luego se inclinó suavemente hacia ella, rozando sus labios, tomándola del rostro.

Con timidez, Zoe apoyó sus manos en el pecho de él, y correspondió a su beso, entreabriendo sus labios, sintiendo su cuerpo completamente una gelatina.

El sabor del alcohol sabía mejor en su boca.

—Lo siento —susurró contra sus labios—. No pude contenerme.

Ella no dijo nada, sólo permaneció con los ojos cerrados, apretando la camiseta de él.

—Bonita —sonrió—. ¿Quieres ir por un helado?

***

Ella se veía más animada, alegre, suelta. Ahora hablaba más, y al parecer, se sentía más cómoda con él ahora, luego de aquel beso, de caminar de la mano hacia la heladería.

Cosas que Itzak llevaba años sin hacer. La última vez que había tenido una novia, había sido cuando tenía quizás la edad de Zoe, hacia como siete u ocho años atrás.

Luego de aquella desilusión amorosa, el rubio había preferido tener encuentros de una sola vez. Sin dramas ni problemas, sin celos ni inseguridades.

—Cuéntame de ti, linda. ¿Tienes más hermanos a parte de Christopher?

—Sí —sonrió, tomando un poco de helado—. Tengo otra hermana, que tiene tres años más que yo, su nombre es Janell.

Sacó el celular de su cartera, y luego le enseñó su galería, donde habían varias fotos de su familia. Itzak lo tomó, y observó curioso, hasta llegar a una dónde estaba ella, abrazando a una joven de cabello negro y ojos azules como ella, pero de rasgos más finos y bonitos.

—¿Ella es Janell?

—Sí, ella es muy bonita —le dijo con una leve sonrisa—. Quiere ser modelo, mamá la ha estado acompañado a diferentes agencias, y al parecer, consiguió una.

¿Bonita? Esa mujer era preciosa, tenía un cuerpo hermoso, un rostro delicado, una sonrisa encantadora... Sí, quizás se había apresurado con Zoe, tendría que haber conocido primero a su familia antes.

—¿Itzak?

La miró, y sonrió, entregándole el celular.

—Tienes una familia preciosa.

—Janell es lesbiana.

—¿Y por qué me dices eso? —rio levemente, divertido.

—No lo sé, parece que te llamó mucho la atención.

—Para nada, preciosa. A mí sólo me has gustado tú —sonrió tomando una de sus manos.

Sí, definitivamente seguiría su plan con la menor de la familia Dankworth, no tenía otra opción si la mayor era lesbiana.

***

—¿Dónde estabas?

—Por ahí —le dijo a Román, acostándose en su colchón que estaba en el suelo, junto al del otro muchacho.

—Dijeron que te vieron con una muchacha —sonrió.

—Son más chusmas que las mujeres aquí. Pero sí, estaba con una chica —le dijo rodando los ojos.

—¿Humana?

—Ajá.

—Creí que tú sólo querías a las humanas para tener sexo ¿Qué pasó? ¿Tuvieron un encuentro y te gustó para algo más?

—No —le dijo frunciendo el ceño—. Ni que fuera Alejandro —pronunció en referencia a su compañero pelirrojo, y su novia humana—. Es sólo una chica que me ayudará a salir de aquí.

—¿A qué te refieres? —le dijo con confusión.

—Es una chica con mucho dinero que conocí —pronunció con simpleza.

—¿Y como te ayudará?

—Con dinero —profirió con obviedad.

—¿Te prestará dinero? ¿Cómo se lo devolverás luego?

—Sólo voy a enamorarla.

—¿Enamorarla? ¿Y tú qué? ¿Sólo será un juego? No está bien lo que quieres hacer, Itzak. Terminarás-

—Ay por favor, no me hablas de moral —le dijo molesto—. Ellos nos explotan como esclavos, y no podemos decir ni pedir nada, porque no tenemos derechos a nada. ¿Ahora yo soy el malo por usar a una mujer para salir de ésta mierda? Pues bueno, seré el hijo de puta entonces, no me importa. Ya me cansé de vivir en un galpón, de dormir en el suelo, de comer porquerías todos los malditos días de mí vida. Con el dinero que tienen éstas basuras, podrían pagarnos más, darnos al menos un sueldo acorde a lo que hacemos. Si a ellos les importamos una mierda, entonces a mí me importará poco usar a esa chiquilla. Sólo necesito dinero para poder viajar al asentamiento central, allí nos reciben y tratan a todos por igual. Yo quiero otra vida, lejos de aquí.

Se giró, dándole la espalda, molesto.

—Nos quitaron los colmillos cuando éramos niños, nos limaron los dientes, nos sacaron las garras ¿Y tú pretendes que yo desaproveche ésta oportunidad? No, jamás. Me iré de ésta mierda, y tendré una vida mejor, cueste lo que cueste... No me importa  a que precio deba conseguirlo.

...

😱🙊🙈

ItzakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora