Extra

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Estaban en la casa de Itzak, y Zoe estaba con él en el living, mientras Millian estaba en su habitación, jugando con su consola y comiendo unos sándwiches con jugo.

—¿Y su mamá? —preguntó la joven, tomando una galleta.

—Quien sabe, tal vez ni siga viva —le dijo antes de darle un trago a su café—. Pero sin importar donde esté, Millian está mejor sin ella.

—¿Por qué lo dices? ¿Ustedes no se llevaban bien?

—De hecho, tú la conociste —sonrió—. Su mamá es Silvana ¿La recuerdas?

—Ah, sí... Tu mujer.

—Sí, ella. Aunque no era mí mujer, y Milian no es mi hijo biológico.

—Pero ella dijo que sí lo era.

—Silvana no sabe ni quién es el padre biológico, ella es prostituta, y no se cuidaba siempre. Ella dijo que era mío para que me hiciera cargo del niño, y la verdad es que no iba a hacerlo, hasta que lo vi en las condiciones en la que lo tenía. Cuando viajé con Onías por primera vez, y fui a su casa a buscar tu collar, me encontré con que había dejado al bebé solo.

—¿Y por qué lo tienes tú entonces?

Miró hacia las escaleras, para ver que su hijo no estuviera cerca, y luego miró a Zoe.

—Lo compré. Suena horrible, lo sé, pero ella renunció a sus derechos de madre luego de ofrecerle una gran cantidad de dinero. Millian tenía dos años casi cuando pude traérmelo aquí.

—Y-Yo... No puedo entenderlo —pronunció desconcertada—. ¿Cómo una madre es capaz de hacer algo así? ¿De darlo cómo si nada?

—Nunca lo quiso, Zoe. Para ella sólo era un estorbo, porque tenía que cuidarlo, y a sus clientes les molestaba que el niño llorara. Pero tampoco quería dármelo sin algo a cambio, ya que luego de que yo la dejara por ti, quedó resentida.

—¿Y cuánto te cobró por el niño? —le preguntó en un tono bajo.

—Doscientos cincuenta mil dólares... Ya pasaron cinco años, y aún sigo pagando el préstamo que tuve que pedir al asentamiento. Millian tendrá veinte años para cuando termine de pagarlo, y no me arrepiento de nada —sonrió—. Volvería a hacerlo una y mil veces si eso me permite tener al niño conmigo.

—Dios, Itzak —sonrió emocionada—. Qué gran cambio haz hecho, y verte ahora como padre, es increíble.

—No fue fácil, pero ese niño necesitaba de alguien que lo cuidara, que lo ayudara, que cambiara su vida, como tú lo hiciste conmigo. ¿Lo recuerdas? Me dijiste que si alguna vez podía ayudar a alguien, lo hiciera. Y ahí llegó Millian —sonrió.

Zoe lo observó, y sonrió suavemente. Se había enamorado del hombre que había conocido años atrás, aunque la imagen que tenía de él fuera mentira.

Pero ahora, estaba descubriendo que también comenzaba a gustarle ésta nueva etapa de Itzak. Un hombre maduro, centrado, padre, y sobre todo, hermosa persona.

—No conozco casi éste lugar, y hoy me perdí mientras paseaba —sonrió divertida—. Así fue como llegué hasta la escuela. ¿Me mostrarías el resto del asentamiento?

—Es un lugar muy grande para mostrártelo sólo en una tarde —le dijo inseguro.

Era imposible, a menos que fueran en auto. Aunque de todo modos, dudaba terminar temprano de hacer.

—No hay problema con eso, tengo toda una vida aquí ahora —sonrió.

...

💞FIN💞

¡Muchas gracias amores míos por llegar hasta aquí! Lamento mucho la demora, pero es que tuve un día súper largo.
Espero les hayas gustado, pronto quizás empiece con una historia.
Eso sí, mañana subiré el último capítulo de Los malditos, y en los próximos días los últimos dos (creo que eran, ya me voy a fijar bien 🤔) de la Cazadora de Dragones.

Gracias una vez más por su paciencia 😘❤️💞

ItzakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora