LA CITA

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Narra Dariana:
Ha llegado el sábado y la verdad es que estoy un poco nerviosa, raro en mí a decir verdad, nunca me ha puesto nerviosa salir con un hombre, pero este hombre en concretó tiene una forma de seducir que... ¡Me mata!, ayer viernes no le di una respuesta ya que quería hacerlo esperar, así que hoy le llamaré para aceptar ir a su departamento, son las 12:30 y le diré en quedar a las 2:30.

Llamada telefónica...
- Hola belleza- responde pícaramente y eso de belleza ya se está haciendo costumbre, afortunadamente no lo dice estando con mi mamá, si no ya tendría problemas fijó.
- Hola Damon, llamaba para confirmarte en quedar contigo- informé lo más tranquila posible, como ya había dicho de verdad estoy nerviosa.
- Bueno pues acabas de alegrar mi día, ¿A que hora paso por ti?- contestó notablemente feliz.
- Bueno yo estaba pensando que a las 2:30.
- Ok pero no te importa que me estacione enfrente, digo no me gustaría que tuvieras problemas- dijo preocupado.
- No me importa que piensen de mi, mi mamá no va a estar y la única que me importa es lo que ella piense- rodé los ojos con presunción- de los demás me da igual así que tú espérame abajo ¿Bien?.
- Esa es una de las muchas cosas que me gustan de ti, nos vemos a las 2:30 belleza.
- Hasta unas horas- colgué la llamada.

Fin de la llamada...
Después de algunas horas ya tenía el outift, que consistía en unos jeans entubados, unas sandalias de mezclilla y una camisa blanca ajustada, de maquillaje solo máscara de pestañas, sombras entre cafés y doradas y un labial rosa nut, el cabello suelto y un poco desordenado ¡Lista!, ese día mi mamá también tenía que salir, si, si, le mentí, le dije que iba a ir con mi amiga Tiffany a su casa, claro que le dije a Tiffany que si hablaba mi mamá le dijera que si estaba ahí y también le dije a donde iba realmente por cualquier cosa, siempre hay que estar preparada, ya eran las 2:25 y...

Llamada telefónica...
- Belleza estoy afuera de tu edificio- de un salto me levanté del sillón y tome mis llaves, celular, bolso y adiós.
- Ok ya bajo- dije cuando ya tomaba el elevador.
Fin de la llamada...
Al bajar vi su coche y traía un ¡Audi!, ¡Bueno a este hombre le va muy bien! ¿No? y el hombre que me esperaba recargado en el coche también está como quiere, mientras todo aquello me iba acercando y pude notar como me escaneaba con una mirada bastante lujuriosa, pero yo la evadí lo mejor que pude.
- Hola, bueno no te pregunto cómo estás, porque ya vi que estás muy bien- me miró de nuevo.
- Lo mismo digo- respondí contra atacando, de alguna manera siempre que estaba con él me sentía así, como si tuviera que luchar.
Damon me abrió la puerta del copiloto, he hizo un ademán para que pasara.
- Gracias- alargue mis palabras
- No hay de que lux fero- entró al auto.
- ¿Ese es un nuevo mote?, ¿Que significa?- pregunté curiosa.
- Algún día te diré que significa lux fero- dijo dejándome con la duda, Lux fero... Estoy segura que lo he oído en alguna parte.
- Eres muy misterioso ¿Lo sabías?- voltee a mirar a Damon.
- Mira quién habla, la señorita misterio- dijo regresandome la mirada.
- ¿Señorita misterio?- reí ruidosamente- ¿Porque ese nombre?.
- Bueno cuando hablamos siempre me dejas con dudas, ¿Sabes?.
- ¿Y porque no las preguntas?- reí.
- Porque se no las contestarás- me dejó sin palabras, era la verdad.
- Pero para eso acepte tu invitación, para conocernos mejor ¿No es así?- cuestioné.
- Claro que sí y créeme que tengo desde hace mucho preguntas para ti.
- Desde hace mucho... Lo dices cómo si nos conociéramos desde años y solo tenemos dos meses de conocernos.
- Bueno eso es lo que tú piensas- murmuró.
- ¿¡Que!?.
- Nada- susurró ¿Nervioso?.
Luego de unos minutos llegamos a su edificio y subimos a su penthouse y wow estaba increíble, super moderno y como había dicho lo primero que vieron mis ojos fue un increíble piano, a mitad de la sala.
- ¿Te gusta?- preguntó mirándome.
- ¡¡Me encanta!!- caminé hacia el emociónada.
- Bueno pues, si quieres después de comer tocó el piano para ti, ¿Te gusta la idea?- me miró a los ojos.
- Me parace una idea muy buena- sonreí.
Después de hablar un rato, decidimos pedir comida china, la cual no tardó en llegar mucho, terminamos de comer y Damon se acercó al piano, me hizo una seña para que fuera y me sentará a lado de el.
- Bueno... ¿Que quieres que te toque?- habló pícaro y si entendí esa referencia, pero hice como que no.
- Conoces... ¿Past the point of no return?.
- Bueno bueno, ¿Amante de los musicales?- preguntó con sorpresa.
- Ahí le has dado- sonreí soy una eterna amante de el fantasma de la ópera ¿Conoces la obra?.
- ¡Claro por quien me tomas!- puso dramáticamente una mano en su peho- pero la tocó si tú la cantas.
- La canto si tú la cantas- dije al cabo de unos segundos.
- Ok.
¡Empezó a tocar como un profesional! Y cuando empezó su parte, casi me desmayo, cada nota que salía de su boca, es tan atractiva y sensual que quede sin aliento.

Mi Lux FeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora