Mi Lux Fero

LA TENDRE A MIS PIES

Narra Dariana:
Hoy es el día de la fiesta, me siento un rara, pues hay que admitir que Damon me pone un poquito nerviosa, pero ya acepte ya ni modo, la fiesta era de noche, así que tenía todo el día para organizar mi outfit, maquillaje, etc... Valeria iba a llegar en la tarde para cambiarnos, y maquillarnos aquí, ya tenía casi todo listo solo me faltaban algunos accesorios, pero en general ya estaba todo listo, así que me fui a la ducha, estuve al rededor de hora y media, no sé en qué momento me quedé tanto tiempo, justo estaba saliendo cuando oí que tocaron la puerta, fui a abrir.

- Hola amiga, ¿Acabas de salir de bañar?- preguntó Valeria rodando los ojos.
- Si, pero ya vamos a arreglarnos.
- Bueno vamos.
Nos fuimos a mi habitación... Dos horas después ya estábamos listas, ella eligió ponerse un vestido negro corto con botones dorados a los lados y unos tacones negros de plataforma, cabello suelto y un maquillaje sencillo pero que le quedaba muy bien, yo por mi parte elegí también un vestido negro pero liso sin detalles, que me llegaba hasta los hombros ajustado de la cintura para después quedar holgado, con unas zapatillas negras cruzadas, de maquillaje está vez me atreví por algo más sugerente unos smoky eyes y un labial rojo, eran las siete y treinta y apenas estábamos totalmente listas.
- ¡No amiga! Así si lo vas a dejar estúpido.
- ¿Tú Crees?, Digo no obvio, no aparte yo no lo hago por eso- mentí obviamente, claro que lo quería impresionar- ¡Bueno pero si tú no te quedas atrás!- la pare delante del espejo.
- No yo sé que no pero, pero yo tengo novio.
- Yo también, pero parece que eso no me detiene.
- A ti nada te detiene amiga- se carcajeó.
- Bueno pues ya vámonos dijo que la fiesta empezaba a las siete.
Salimos de mi departamento y tocamos el suyo, no hay que olvidar que vive enfrente de mi
- Hola chicas- Saludó Tomás cuando abrió la puerta, para automáticamente desviar su mirada hacia la personita que tenía detrás.
- Hola Val- dijo todo nervioso.
- Hola Tom- ¡Esas sonrisitas!.
- Pasen por favor- abrió la puerta en su totalidad.
Este no parecía el departamento que visite hace dos días, había buena música junto con luces que adornaban el departamento y no se diga de sus invitados todos de etiqueta apresar de que todos eran muy jóvenes y para mí sorpresa ¡Todos eran muy guapos!, Me detuve al ver a Damon un una chica bastante guapa y muy cerca de él, más de lo que me gustaría debo admitir.
- Hola Damon- saludo mi amiga al ver lo incomoda que estaba.
- Ah hola Valeria, Dariana te ves increíblemente hermosa- tomó mi mano y me dió una vuelta de 360°.
- Gracias tu igual- sonreí no coquetamente, pero si con altanería, ¡No vamos a mentir, si se veía increíble! Traía un traje color azul marino con una camisa color uva y zapatos del mismo color que el traje, más ese porte y elegancia que tiene él... ¡Que difícil se me hizo no desmayarme ahí mismo!.
- No más que tú presiosa eso te lo aseguro- halagó con una de esa sonrisa que tanto mata, ¿¡Que estoy diciendo!?.
- ¿Quieres tomar algo?.
- Claro, pero aviso no tomo mucho así que algo light plis.
- Bueno entonces un vino rosa te va a sentar de maravilla.
Fuimos hasta la barra que estaba a reventar de bebidas, tomo el que supongo es vino rosa, nunca lo he probado sinceramente, me sirvió en una copa.
- Aquí tienes.
- Gracias- le di un pequeño sorbo, era suave pero delicioso.
- Y... ¿Te gustó?.
- Me encanto a decir verdad, suave pero rico.
- Como tu - susurró.
- ¿Mmm?- levanté una ceja.
- Nada, pero vamos que la fiesta está acá, te voy a presentar a unos amigos.
- Ok.
Caminamos hasta seis chicos que estaban hablando muy animadamente.
- Les presento a Dariana, mi invitada especial- debo admitir que eso me sonrojó.
- Mucho gusto Dariana, me llamo Aaron- tomó mi mano y dejo en beso en mis nudillos.
- Un gusto Dariana de la fuente.
- Marco, un gusto- ¡Todos aquí son unos verdaderos caballeros!.
- Dariana de la fuente un placer.
- León un gusto señorita.
- Mucho gusto León.
- Bruno un gusto- presentó otro chico también bastante guapo.
- Dariana el gusto es mío.
- Brandon mucho gusto.
- Mucho gusto Brandon- estreché su mano.
- Alejandro es un gusto conocerte y... Permíteme decirte que estás hermosa- besó delicadamente mi mano.
- ¡Muchas gracias! Dariana de la fuente el gusto y el gusto es mío.
- Bueno ahora que ya se conocen si me permiten nos retiramos, vamos Dariana- podría jurar que estaba celoso, casi tritura a Alejandro con la mirada.
- Claro, un gusto a todos.
- ¿Y a mí no me presentas Damon?- dijo la misma chica que vi cuando llegué.
- Claro Dariana te presento a...
- Lilith un gusto.
- Dariana igualmente- correspondí su sonrisa.
- Bueno ahora sí ya se conocieron todos, vamos Dariana .
- Claro con permiso.
Caminamos unos pasos y me di cuenta de que Valeria no estaba o por lo menos no la veía.
- ¿Y Val?- la busqué con la mirada.
- Debe de estar con Tom.
- Seguramente, oye y ¿A donde vamos? La fiesta está allá- miré a todos divertirse.
- Te quiero enseñar un lugar, digo no pensarás que ¿Te voy a raptar verdad?.
- No lo sé, ¿Lo vas a hacer?- le miré "asustada".
- Solo si tú te dejas- murmuró seductor.
Subimos por las escaleras que dan hacia los Roof Garden y al subir me encontré con lugar techado con cristales como paredes y un sillón muy acogedor en la esquina, una mesa de centro sencilla pero bonita un pequeño sillón negro en el otro lado y una mesita a su lado y lo que más llamó mi atención fueren las hermosas lucesitas colgando de el techo, a mí no me engañas eso estaba planeadisino.
- Wow- me encontraba perpleja.
- ¿Te gusta?- ¿Porque su mirada me derrite?.
- Me encanta es un lugar muy acogedor.
- Me alegra ven hay que sentarnos.
- ¿Pero y la fiesta...?.
- No te preocupes, ellos se pueden divertirse solos- río.
- No lo dudo.
Nos sentamos en el sillón grande y pusimos nuestras copas en la mesa de centro.
- Y cuantame.
- ¿Sobre que? - pregunté sonriendo.
- Cuéntame de tu vida.
- Bueno por dónde empezar, yo vivía en México pero por asuntos del trabajo de mi mamá llegamos aquí, fue difícil el cambio pues deje en México a todos mi amigos, familia, bueno mi vida en pocas palabras, pero entonces llegamos a Italia y conocí a Valeria, mi mejor amiga, tengo novio y...-  callé viendo como se tensaba, pero no le iba a mentir y no lo podía hacer porque a veces Mikel viene a mi casa y sería incomodo - pero bueno aún estudio y próximamente quisiera estudiar filosofía, amo la música, mi instrumento favorito es el piano, mi idioma favorito es el...
- Francés- susurró.
- ¿Como supiste?.
- Me lo supuse, también supongo que eres una romántica, ¿Me equivoco?.
- Supones bien... Amo el romanticismo y todas esas pastelosadas no te voy a negar, bueno no hay mucho más que contar por mí es todo ¿Y tú? - pregunté curiosa.
- ¿Yo?, Bueno, sería imposible contra toda mi vida- bufó.
- ¿Alguna vez te has enamorado?- pregunté en un impulso, ¿Realmente lo quería saber?.
- Una vez, pero no termino bien- la decepción tiñó sus palabras.
- ¿Decepcion?.
- Nos separaron, digamos que el tiempo nos separó, la amaba con todo mi ser pero... Al final me di cuenta de que jugó conmigo y con mis sentimientos apesar de que yo la creía la persona más buena de este mundo- relató con la mirada perdida.
- Cuanto lo siento, bueno a veces las personas no son quienes creemos, pero lo mejor es dejar ir y voltear hacia otros lados- traté de consolarle, pero... Tampoco soy muy buena en eso.
- Ya no importa, ¿0orque no ponemos música?.
- ¡Estaría perfecto!.
Tenía un pequeño sonido estéreo en una esquina de el Roof Garden, donde puso una canción que hizo que se me encogiera el pecho.
lo ti pensó amore, ¿Pero como?.
- ¿Te gusta esta? - preguntó con una sonrisa.
- Es mi canción favorita- sonreí débilmente- sabes... Siempre que escucho está canción siento como un deja vú.
- Un deja vú, ¿Porque?- me analizó con curiosidad.
- Siento como si avanzará en el tiempo viéndome más grande y... No me hagas caso.
- Bueno mejor vivamos el presente.
Me tendió la mano y lo mire extrañada, no fue hasta que me dí cuenta que lo que me pedía era bailar.
- Me concedes está pieza- parece todo un caballero del 1800.
- Pero la canción ya va a la mitad.
- ¿Y que importa?- jaló de mi mano haciéndome levantar de el sillón, la manera en la que unió nuestras manos... Fue muy especial.