Narra Dariana:
Desperté sobre el pecho de mi Damon, bastante feliz he de decir.
- Buenos días mi lux- saludó con voz ronca y muy sexy, acarició mi cabello dulcemente.
- Buenos días cariño- le sonreí.
- Que hermosa te ves- sus suspiros me enloquecen.
- Lo sé guapo- dije con aires de superioridad.
- Me encantas ¿Lo sabes?- me tomó de la cintura y en un instante me tenía debajo de él.
- ¿Porque no...?- no puede terminar de hablar, debido a que me callo con un beso apasionado.
- Te deseo tanto- susurró en mi oído causando que me estremeciera.
- Damon- suspire, guiada por el deseo empezé a acariciar su fuerte pecho con mis manos.
- Déjame llevarte la cielo- jadeo en mi oído, podía comenzar a sentir su fuerte erección contra mi lo que automáticamente provocó una oleada de calor en la parte más baja de mi cuerpo.
- Mmm- gemi por la excitación del momento.
- No hagas eso porque no me podré contener mi lux- amenazó sujetando fuertemente mis caderas.
- Ahh- volví a gemir ya no soportando más mi palpitante entre pierna, podía sentir su fuerte miembro presionando mi pelvis cuando...
- Señorita Dariana- llamó a la puerta una voz femenina que me saco de mi trance de exitación.
- ¡Si!- contesté en voz alta, me levanté de la cama rápidamente para abrir la puerta lo suficiente para verla pero no para que ella viera que estaba Damon conmigo.
- La señorita Valeria le necesita y dice que es urgente- me dió una mirada preocupada.
- Dígale que ahora voy- sonreí.
- Claro señorita- cerré la puerta rápidamente y corrí a el closet por la única muda que tenía, (bueno que era de Valeria).
- ¿Tienes que ir ahora mi lux?- preguntó con fastidió.
- ¡Claro!, ¿¡No oíste que es urgente!?- fuí al baño para cambiarme.
- Está bien- suspiro frustrado, en mis adentros me alegro que la señora interrumpirá nuestra "íntima conversación" no me hubiera gustado perder la cordura por culpa de un deseo del momento.
- Ten cuidado de que no te vea nadie cuando salgas- salí de la habitación.
Camine rápidamente por los pasillos hasta llegar a la habitación de Val donde al abrir la puerta me encontré con una escena terrible, Val tirada en el piso llorando desconsolada.
- ¡Amiga que tienes!- corrí hacia donde ella estaba.
- Dariana... ¡Ay Dariana!- gimotéo con un nudo en la garganta.
- Que tienes, ven- le ayude a levantarse y sentarse en la cama.
- Es que hice- no podía hablar de el llanto tan fuerte que tenía.
- A ver cálmate- servi agua de la jarra que ella tenía en su buró- toma, tomatela, tranquilízate y cuéntame qué pasó, bien- lentamente bebió el agua y la calma regreso a su cuerpo- ¿Mejor?- pregunté preocupada.
- Si.
- Cuéntame ¿Qué pasa?.
- Ayer después de que tú y Damon se fueron...
- ¿Si?- dije incitandola a continuar.
- Yo me quedé con Tom y nos pusimos a platicar... Le conté lo que me pasaba que me iba a casar por culpa de mis padres que mi futuro estaba arruinado y...- su voz de nuevo se cortó por las lágrimas que estaban apunto de salir.
- Cálmate, ¿Que pasó?.
- Nos pusimos a tomar vino y... ¡Ayy es que me vas a matar Dariana!- nuevamente estalló en llanto.
- Ya, ya, te prometo que lo que me digas no me enojara- la abracé.
- Me acosté con Tom- susurró aún abrazada a mi.
- ¿Que?- murmuré.
- Perdóname Dariana.
- ¿Pero porque te tendría que perdonar?.
- Pues porque es el mejor amigo de tu novio- sollozó.
- No por eso no te preocupes, lo que me preocupa es porque lo hiciste, quiero decir... ¿¡No te forzó ni nada verdad!?- la miré sería.
- No no, pero es que estoy muy arrepentida no debí hacerlo estaba cegada por esa idea de disfrutar mis últimos días de soltería y ¿¡Porque lo hice?!!.
- Ya tranquilízate okay...
- Lo peor es que ahora Tom cree que tenemos algo y no, ¡Yo me voy a casar, ¿y si mis papás se enteran?!.
- ¡TIENES QUE DEJAR DE PENSAR EN LO QUE TUS PAPAS DICEN!- grité.
- ¿¡Y que planeas que haga!?- gritó desesperada.
- ¡Quiero que hagas lo que tú quieras! Y ¡Si tu piensas que estando que Tom estás bien nadie te lo puede impedir!.
- Pero...
- Pero nada, piensa en que quieres y toma la mejor decisión y por mí no te preocupes ok- sonreí para después abrazarla.
- Tienes razón... Lo tengo que pensar, no puedo arruinar mi vida con alguien que ni siquiera conozco.
- Exacto y ahora bajemos a desayunar- la jale de la mano.
- ¡No espera!, No puedo ver a Tom me moriría de vergüenza- me paró en seco.
- ¡Amiga crees que estamos en el año mil ochocientos!, ¡Despierta! Una noche tampoco es para tanto y si te dice algo solo dile que lo pensarás ¿Ok?.
- Tienes razón otra vez- rió.
- Yo siempre, ahora vamos, que por cierto gracias.
- ¿Porque?- preguntó extrañada.
- Porque si no le hubieras dicho a Esmeralda que fuera probablemente yo también hubiera cometido una tontería.
- De que ha... ¡Dariana!, No me digas que es lo que...
- Si casi- sonreí traviesa.
- ¿Pero como?.
- Durmió conmigo, pero no de la manera en la que tú te imaginas ehh, dormimos abrazados pero hoy en la mañana nos ganó el deseo y estuvimos apunto.
- ¡Durmieron abrazados!.
- Si y no me hagas mucho caso pero recuerdo entre sueños que me dijo te amo- grité emocionada.
- ¡Enserio!.
- ¡Si!, Shh ahí vienen- miré a nuestra derecha.
- Has como si no te hubiera contado nada.
- Claro- susurré pues ya estaban bastante cerca.
- Hola mi lux- dejó un beso en mi mejilla- hola Valeria.
- Hola Damon- saludó timida.
- Hola Val- le saludó Tomás, la tensión se podía portar con un cuchillo de untar.
- Hola Tom- murmuró mirando a otro lado.
- ¿Podemos hablar?- le susurró Tom a Val.
- Si vamos al jardín.
- ¿Que les pasa a esos dos ehh?- preguntó Damon sacándome de mis pensamientos.
- No lo se- mentí ya había sido demasiado sapa estos últimos días.
- Porque no salimos a desayunar, parece que ellos se van a tardar bastante- sonrió.
- Mmm me parece bien.
- Jóvenes ¿Van a desayunar?- pregunto Esmeralda la encargada de la casa.
- No Esme saldremos a desayunar, ¿Le podrías avisar a Val?.
- Claro señorita Dariana.
- Pasaremos una linda mañana hermosa- me abrazó por la cintura.¡No olviden seguirme y darle ⭐!.
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Mi Lux Fero
RomanceDariana: Me llamo Dariana, tengo 17 años, desde pequeña me prepararon para ser alguien en la vida, para valerme por mí misma, para ser fuerte, capaz, pero nadie me preparo para salvar al mundo, nadie me preparo para conocer al rey de las tinieblas y...