Narrador:
Era el día de la coronación, el día que tanto Dariana como Lucifer habían esperado, bueno... Más Lucifer que Dariana, el rey del infierno no podía con la emoción de que por fin sería su reina, aunque para él, él ya no era su novio o su prometido, era un simple mozo que estaba a sus pies.
- Hoy tengo que verme especialmente bien Belial- decía lucifer mientras se ponía el último de los trajes que habían traído para el, pero de los cuales solo había escogido uno, era un traje negro que combinó con una camisa blanca, como detalle un moño negro y zapatos negros.- ¿Que tal así?- preguntó Lucifer indeciso.
- Ese es perfecto mi señor- contestó Belial que había tenido que soportar por más de dos horas los veinte mil cambios de ropa.
- Pues bien ¿Ya todo está listo no?- Belial no concebía la idea de estar viendo a su señor de esa manera, tan nervioso y casi al punto del desmayo.
- Absolutamente todo- dijo Belial un poco fastidiado, ¡Esa pregunta la había hecho más de mil veces!.
- Estas seguro el banquete, los invitados, ¡La corona!...
- ¡Mi señor todo está listo!- alzó la voz Belial para calmarlo.
- Bueno esa bien... ¿Ya solo falta la novia no?- sonrió inquieto.
- Si pero según mis cuentas aún no es la hora, apenas es la una y la ceremonia empieza a las tres- exclamó calmándole.
- Tienes razón habrá que esperar.
- No se preocupe mi señor recuerde que la casa de Dariana está custodiada por nuestros demonios y cualquier movimiento angelical lo detectarán y avisarán- le recordó al ver su impacientísmo que crecía cada es más.
- Es verdad esta vez no le pueden hacer nada- susurró para si mismo.Eran la una con treinta y Dariana se encontraba ya lista, pues con la ayuda de Lilith y de Valeria todo fue bastante rápido, su amiga había regresado para su coronación, ¡Obviamente no la iba a dejar sola!, Cuando se enteró que Lilith ahora era muy amistosa con Dariana, automáticamente Valeria se puso a la defensiva... Algo le decía que está situación no estaba bien, pero Dariana seguía pensando que simplemente la había juzgado mal, todo estaba ya listo, Dariana junto con Valeria y Lilith se encontraban en su recámara a esperar a que Lucifer y Belial, llegaran.
Pero para mala suerte de Dariana aquel pensamiento seguía osando a atormentar su mente, "Después de todo Lucifer ya ha olvidado su estúpida idea de venganza", las palabras de Lilith seguían frescas en su cabeza, ¿De que venganza hablaba? Se preguntaba una y otra vez, tal vez solo estaba exagerando o los nervios le estaban jugando una mala pasada, se convencía a si misma que era eso lo que pasaba y por otro lado las preguntas le invadían, ¿Porque no te dijo nada?, ¿Acaso no te tiene confianza?, ¿Como pudo?.
Hizo a un lado sus pensamientos y se concentro en lo importante ¡Por fin sería su reina!, ¡Eso era lo único que importaba!, Lo demás ya se lo preguntaría después.
- Mi lux- suspiró Lucifer al aparecer en su balcón junto a Belial.
- Mi mañana- dijo Dariana feliz por volver a ver a su amado aunque solo habían pasado dos días sin verse ella sintió que fueron ¡Semanas!, Que exagerados son los enamorados.
- No sabes cuánto de extrañe mi lux- dijo Lucifer sin esperar más para juntar sus labios en un corto, pero bello beso.
- Es hora de irse- interrumpió Lilith.
- Tienes razón amiga, pero ¿Están seguros de que mi mamá no se despertara o oirá algo?- cuestionó Dariana asustada de que su mamá despertara, no hay que olvidar que eran la ¡Una y media de la mañana!.
- No querida ya te dije que con la pequeña porción que le pusiste en el café no despertara hasta mañana por la tarde más o menos y para eso tú ya estarás de regreso- contestó rápidamente Lilith.
- Bueno hasta bien ya vámonos.
Lucifer tomo de la cintura a Dariana pegándola a su cuerpo y Belial hizo lo mismo con Valeria, Lilith no lo necesitaba pues ella podía teletransportarse sin ayuda, en un abrir y cerrar de ojos, literalmente, ya estaban en el infierno, bueno... En la parte bonita y acogedora de él, no la parte donde castigaban a los condenados obviamente.
- Llegámos- dijeron Lucifer y Belial al unisono, mientras que Dariana y Valeria no dejaban de ver todo impresionadas.
- Chicas vamos, hay que cambiarse para la ceremonia, igual que ustedes caballeros.
- Nos vemos en pocos minutos mi lux- dijo Lucifer besando a Dariana.
- Ayy ya no me quiero separar de ti- exclamó Dariana haciendo pucheros.
- Por mi jamás estaría lejos de ti mi Dariana- susurró Lucifer en su oído.
- Te amo- susurró de igual manera.
- Yo igual- besó Lucifer tiernamente sus labios.
- ¿Oye amor?.
- ¿Que pasa mi lux?.
- ¿Te puedo... Preguntar algo?- su voz titubeaba.
- ¿Claro que pasa?.
- Tu... Ehh... No nada mi mañana ya sabes nervios estúpidos pero nada más- recompúso.
- ¡Mi lux no me asustes así!- río nervioso.
- Perdóname cariño- lo abrazó.
- ¿Estás segura que no me quieres preguntar nada?.
- Sugurisima- río.
- Chicos- presionaba Lilith.
- Ya me voy a cambiar.
- Tengo tantas ganas de verte con lo que hayas elegido- murmuró pícaro, a continuación la pegó a él- pero tengo más ganas de quitártelo- susurró lujuriosamente.
- Lucifer- susurro/gimió, pues dos días sin verle ya le habían hecho estragos.
- Amiga- presionó Valeria.
- Ya ya, me voy- Dariana se alejó de él antes de que las cosas que pusieran aún más calientes.Narra Dariana:
Algunas horas después de que me llevarán Valeria y Lilith a una habitación bastante bonita he de decir, por fin ya estaba lista para eso ya eran... Calculo que las dos de la mañana, aunque aquí no se como se maneje el tiempo sinceramente,
Me puse el rojo que ya había escogido con unas zapatillas a juego y joyería, ¡Ahora si no había vuelta atrás era el momento!, Los nervios me carcomían, al principio no estaba tan nerviosa pero ahora estoy en un punto donde no puedo conmigo misma... ¡No me malinterpreten!, No es por Lucifer, es por las responsabilidades que adquiríre como reina del infierno, osea obvio que no me gustaría ver jamás las almas condenadas de las que alguna vez me comentó Lucifer o los campos de tortura, pero siento que como reina en algún momento los he de ver.
- Dari.
- ¿Si?- pregunté distraída.
- Ya es hora- sonrió tranquilamente (todo los contrario a mi).
- Si ya voy solo... Dame un momento. Val.
- Claro- se fue dejándome... Completamente sola.
Ahora solo éramos mis pensamientos y yo.
Estuve como 10 minutos pensando, pero siempre llegaba a la misma conclusión amo a Lucifer y por él enfrentaré todo lo que venga, yo sé que él haría lo mismo por mí.
Salí de la habitación y para mí sorpresa no había nadie en el pasillo, seguramente me estarían esperando en el pequeño lobby, iba caminando cuando escuché voces en una puerta y pude reconocer que era Lilith, sé que está mal pero... pegue mi oído a la puerta para escuchar mejor.
- ¡No es que él no le puede hacer esto!- decía Lilith en tono bastante enojado.
- Lo sé Lilith pero tú no puedes hacer nada- había alguien más con ella, otra "demonia".
- No puedo creer que sigue con su estúpida idea de venganza- exclamó Lilith decepcionada.
- Pero sabes que al amó no se le puede reclamar nada- ¿Hablan de Lucifer?.
- Pero es que ella lo ama y que él le haga esto ¡No es justo!- ¡También estaban hablando de mi!.
- Pues si Lilith pero tú y yo no podemos hacer nada.
- Al parecer no Keira.
¿Que está pasando?, ¿¡De que están hablando!?, No quise saber pues algo me decía que me dolería, así que solo corrí al lobby y ahí encontré a Valeria.
- ¿¡Amiga que pasa estás bien!?- su rostro me decía que no me veía nada bien.
- Si...
- Estás blanca como un papel, siéntate.
- Ya vámonos a la ceremonia.
- ¿Y Lilith?... ¿Que tienes?.
- ¡Que nos alcancé allá!- grité molesta.
- Está bien, vamos.
Caminamos por un largo pasillo y luego entramos por una gran puerta de madera.
Al entrar... Ví como una especie de altar y a Lucifer parado en una especie de tarima de mármol, también se veía nervioso pero yo a diferencia de él tengo muchas preguntas y muy pocas respuestas, creo que esa conversación solo alteró mis nervios.
- ¡La amante ha llegado!- habló en voz alta el que parecía que era el que iba a oficiar la ceremonia, aunque sinceramente me molestó ese término "amante".
Camine lentamente hasta llegar al "altar" por así decirlo.
- Te ves hermosa mi lux- susurró Lucifer cuando ya estaba a dos pasos.
- Tu también te ves muy guapo- dije y aunque no quise hacerlo sonar así mi voz salió muy secamente.
- ¿Te pasa algo?.
Tenía dos opciones, una decirle que no y continuar o dos... Decirle que si y pedirle que me expliqué todo antes de continuar.
- Si- suspire.
- ¿Que tienes?- cuestionó preocupado.
- Tenemos que hablar- mi voz sonaba a muerte.
- ¿¡Ahora!?- preguntó mal.
- Si ahora...
- Bueno vamos- dijo bajando de la tarima y dándome la mano para ayudarme a bajar, todo la gente nos empezó a mirar raro, pero no me importó, necesitaba aclarar esto, caminamos por el pasillo, hasta llegar a una puerta que Lucifer abrió dejándome pasar.
- ¿¡Que pasa mi lux!?- su tono era una mezcla de preocupación y enojo.
- ¿Es verdad que te quieres vengar de mi?- murmuré con un vacío en el estómago.
- ¿De que estás hablando?- exclamó claramente inquieto.
- No me mientas- me llevé las manos a la cabeza.
- Dariana yo...
- ¡SÍ O NO!- exclamé con la voz más elevada.
- Si... Pero...- no le deje hablar más, lo empuje bruscamente y salí de la habitación hecha una cólera, ¿¡Como pudo hacerme esto!?.
ESTÁS LEYENDO
Mi Lux Fero
RomanceDariana: Me llamo Dariana, tengo 17 años, desde pequeña me prepararon para ser alguien en la vida, para valerme por mí misma, para ser fuerte, capaz, pero nadie me preparo para salvar al mundo, nadie me preparo para conocer al rey de las tinieblas y...