Mi Lux Fero

¡¡LA ODIÓ!!

Narra Lucifer:
- Gracias Belial, si no hubiera sido por ti no hubiera escuchado a Dariana y no nos hubiéramos reconciliado- le agradecí.
- Mi señor sabe que aparte de ser su fiel servidor, soy como su consejero y pensé que era buena idea que hablaran- sonrió.
- Pero igual muchas gracias- la puerta repiqueteó- pasen.
- Mi señor qué gusto verlo otra vez aquí- entro Lilith ¿Emocionada?.
- Ves Belial te dije que volvería- reí.
- Que razón tenía usted mi señor, bueno los dejo, hasta luego mi señor- hizo una reverencia.
- Mi señor me he enterado que ha terminado con la humana, no sabe cuánto lo siento pero ya sabe...
- Bueno Lilith me sorprende- me carcajeé sarcástico.
- ¿El que mi señor?- cuestionó haciéndose la inocente.
- Que siendo tú, no estés enterada.
- ¿De que mi señor?.
- ¡De que Dariana y yo ya volvimos! Y que los planes siguen igual- dije obvio
- ¡La perdono!- subió el tono.
- Yo no tenía nada que perdonarle, simplemente nos disgustamos pero ya está todo bien.
- Me alegro por usted- habló con una furia que se notaba hasta el cielo- aunque si me pregunta, no creo que esa niña sea la indicada para gobernar con usted.
- En primera nadie pidió tu opinión y en segunda ella es perfecta para hacerlo, ¡Vamos nadie lo haría mejor!- sonreí.
- Si es lo que usted considera correcto yo no me opondré- miró a la pared.
- Lilith tú no eres nadie para oponerté- ¡Ay está demonio!, No pasa de hacerme reír con sus tonterías.
- Con permiso mi señor- salio colérica.
- Que te vaya bien Lilith- deseé burlón.

Narra Dariana:
¡Estoy tan contenta de haber regresado con mi aurora!, ¡Bueno yo creo que hasta el perro de la calle notó mi felicidad que desborda!, Pero aún tengo muchas dudas, no se que es eso de que mi razón de existir es... ¡Salvar al mundo!, Y aún me atareá demasiado saber que voy a ser la reina del infierno, digo no es algo que les pase a todas las personas, tampoco sé cómo le voy a explicar a Jonathan ¡De que mi "profesor" me hizo una escena de celos!, Solo espero no se lo tome mal, ya bastantes cosas tengo en la cabeza como para meterme en un lío con Jonathan y aunque suene mal no es él el que me preocupa, lo que me preocupa es que se le vaya a ocurrir decirle algo a mi mamá, obviamente mi mamá no se lo tomaría bien y tener un problema con ella no es algo a lo que estoy dispuesta.

Llamada telefónica:
- Hola Jonathan, ¿Como estás?.
- Muy preocupado por ti, ¿¡Porque tu profesor te celo enfrente de casi todo restaurante!?- cuestionó entre confundido y alterado.
Me suponía que esta pregunta no tardaría en llegar.
- De eso quiero hablar contigo yo...
- Pues habla.
- Yo quiero que nos veamos para explicarte mejor ¿Vale?- dije calmandolo.
- Si claro dime ¿A qué hora nos vemos?- preguntó impaciente.
- A las 3:30, ¿En la plaza Lindavista ok?.
- Ok, ahí estaré.
Fin de la llamada.

Bueno... Ahora solo me queda explicarle lo que está pasando, estaba apunto de salir para la plaza cuando mi celular sonó.

Llamada telefónica:
- Hola mi aurora ¿Como estas?- contesté un poco nerviosa.
- Bien mi Lux Fero ¿Y tú?, ¿Que tienes te oigo mal, pasa algo?.
Nada se le escapa a este demonio.
- No nada voy a salir con unas amigas- mentí.
- Eso está muy bien, yo tengo que resolver unos asuntos pero... ¿Nos vemos esta noche?.
- ¡Si claro! ¿A qué hora?- pregunté (tratando) de tranquilizarme, para que no sospechara, no es que me vaya a prohibir nada, pero prefiero ya no discutir.
- ¿Te parece bien a las 8:00?.
- Me parece perfecto, solo estaré un rato con ellas.
- ¿Ok paso por ti?.
- ¡No!!, Yo llego vale- ¡Malditos nervios!.
- ¿Te pasa algo?... Te oigo rara- repitió con voz firme.
- Ya te dije que nada me pasa, nos vemos a esa hora amor.
- Nos vem...
Fin de la llamada.

No lo deje ni terminar ya que colgué, estaba muy nerviosa y no quería que lo notará más, sin más salí del departamento.