Mi Lux Fero

CONFÍO EN TI

Narrador:
Lucifer y Dariana se encontraban en su habitación... El impacto de saberse padres les dejo sin aliento.
Jamás imaginaron que un bebé tocára a sus puertas y eso aunque los preocupaba, ya que ninguno de los dos sabían ser padres, eso los llenaba de felicidad.
- Seremos padres- susurró Dariana.
- Si mi lux- dijo Lucifer besándola, un beso lleno de cariño y amor- Te amo- le siseó al oído.
- Yo también y... Perdóname por haber desconfiado de ti...
- Olvidemos eso- acarició su mejilla- ahora solo tenemos que preocuparnos por este bebito- su mano sobó su vientre delicadamente.
- Oye... Tú me debes algo- dijo Dariana pícara, esa señal la entendió a la perfección el rey de la lujuria, pues rápidamente le quitó su blusa y ella de su camisa lanzádola por algún lugar de la habitación.

Narra Dariana:
Lucifer me despojo de mi blusa y yo me encargue de su camisa, en un momento nos encontrábamos desnudos, amándonos, necesitándonos.
- Te amo tanto- dijo recorriendo mi cuerpo con sus manos lentamente.
- Y yo a ti mi mañana- acaricié su rostro y nos unimos en un hermoso beso.
¡Dios cuanto lo necesitaba!, Contrario a lo que siempre hacia que era penetrarme fuertemente y embestirme hasta que llegamos al clímax y quedarnos dormidos, pero está vez, fue diferente, se introdujo en mi de una manera suave y lenta, mientras besaba mi cuello, sin prisas... Amándonos sin tiempo.
- Ahh- gemía abrazándolo para atraerlo más a mí.
- Extrañaba escuchar esa bella melodía- sonrió pícaramente.
- Y extrañaba sentirte en mi...
Duramos así un poco más hasta que nuestros orgasmos llegaron.
- Te amo- por un instante le abracé temiendo perderle, ¿¡Porque me tiene que jugar malas pasadas mi mente!?.
- Y yo a ti- nos acobijo.
Por primera vez sentí que verdaderamente hicimos el amor, jamás nos habíamos entregado tanto, nunca nos amamos tanto, no como lo hicimos hoy, me entregué a él como si fuese la última vez y yo sé que él también lo hizo, lo último que recuerdo fue que me dormí con una sonrisa en mi cara.

Narra Lucifer:
Me despierto feliz, como hace mucho no lo hacía, me desperté con el amor de mi vida a mi lado, ella aún estaba  profundamente dormida, la contemple como lo que es, lo más preciado de mi vida, un tesoro que busque sin saber su valor, en pocos meses tendré a mi segunda cosa más preciada, mi bebé, la viva imagen del amor que nos tenemos, por primera vez, le doy gracias a mi padre por mandarnos a tal bendición.
Me levanté con cuidado de no despertarla y me dirigí al cuarto de baño para darme una ducha, no tarde más de diez minutos cuando salí con una toalla enrrollada en la cintura, mi lux aún seguía dormida, pero se veía tan hermosa que pensé... ¿Para que despertarla?, Ya con mi traje puesto salí de la habitación para ir a mi despacho, pero unas voces conocidas llegan a mis oídos, son Lilith y ¿Karen?, ¿Katia se llamaba?.
- ¡Pero esto no se va a quedar así Keira!, No... ¡Esta vez no tendré piedad de la mocosa, está vez voy a hace las cosas bien y sin meter al idiota de Miguel que siempre arruina los planes!, Te juro que esta vez no voy a fallar, Dariana va a morir- aseguró furiosa, ¡¡Maldita!! Así que fue ella, ¡Siempre fue ella la traidora!, ¿¡Como no lo ví!?, ¡Que imbécil soy!. Pero esta vez no se va a quedar así.
- ¡¡MALDITA TRAIDORA!!- grité abriendo la puerta que se golpeó contra la pared, haciendo saltar a Lilith y a su amiguita.
- Lu..ci..fer- tartamudeo Lilith asustada.
- ¡¡REPÍTEME EN MI CARA LO QUE ACABAS DE DECIR!!- bramé tomándola de las muñecas y estrellandola contra la pared.
- Yo... perdóname- su maldita voz enmudeció.
- ¡¡POR TU MALDITA CULPA PERDÍ A DARIANA UNA VEZ PERO CRÉEME CUANDO TE DIGO QUE ESO NO VA A VOLVER A PASAR!!- guiado por la cólera tomé su cuello y apreté sin remordimiento.
- No entendiste mal lucif...- su rostro se estaba poniendo rojo.
- ¿¡A sí!?, Entendí mal, no me quieras ver la cara de estúpido- dije ejerciendo más presión.
- Mi señor déjela por...
- ¡¡TU CÁLLATE COMO TE LLAMES!!...
Mejor lárgate si no quieres acabar como ella- no lo pensó ni dos veces, salió despavorida de la habitación.
- Lucifer me vas a matar- jadeó.
- ¿Y cuales creés que son mis planes querida?- reí.
- Lucifer... ¿¡Que está pasando aquí!?- oí la voz de Dariana a mis espaldas.
- Pasa mi lux... Que está traidora es la culpable de todos nuestros problemas.
- ¿De que hablas?.
- Ella fue la culpable de la primera vez que te perdí y si no me entero pudo haber sido la culpable de tu muerte.
- ¿Es eso cierto Lilith?.
- Si- sonrió.
- Lucifer suéltala.
- No mi Lux ella tiene que morir.
- Por favor- jamás me podría negar a algo que ella me pidiera, así que la solté.
- ¿Porque?- preguntó Dariana acercándose a Lilith.

Narra Dariana:
- ¿Porque?- pregunté acercándome a Lilith.
- ¿Porque?- repitió Lilith- ¡Porque no voy a permitir que ustedes dos sean felices!, No sé lo merecen- exclamó Lilith con enojo.
- No sé a qué te refieres.
- Verás mi quería Dariana, había una vez, hace mucho tiempo atrás una humana, la primera para ser exacta, esa humana dió todo por Lucifer, TODO ¿¡Y que fue lo que recibió!?, NADA, solo fue tratada como un juguete un títere, como si esa humana no valiera nada, pero un día encontró a alguien que de verdad la amaba...
- ¡Lilith no sigas!- la interrumpió Lucifer.
- No... Mi rey- escupió con sarcasmo- ella quiere saber porque, yo le diré porque, continúo... Ella conoció a uno de los comandantes más importantes del tercer cielo, David y ella se encontraba feliz y radiante, pero un día el rey de las tinieblas se enteró y la tacho de una traicionera, le dijo que por su culpa él sería la burla de todo el cielo é infierno, se burló de ella diciéndole que no podía creer que ella cayera en esos sentimientos tan bajos y la mando a encerrar y a él... Lo mando a matar, ¡PERO NO CONTESTO CON ESO!... Cuando supo que su amor había dejado descendencia le mando a hacer un legrado... Borró toda la existencia y el pequeño ápice de felicidad que se habían conseguido la desgraciada demonia, ¡Aun así estúpida humana le perdonó todo! Y justo cuando le iba a dar el puesto que se merecía- sonrió con lagrimas acumuladas- llegó una insignificante y estúpida mocosa... Que le termino de quitar todo, tú no te mereces nada de esto Dariana y bien dicen que ojo por ojo y diente por diente, ¿No?, Querías saber ¿Porque? ahí tienes tú respuesta- sollozó.
- Lilith- pronuncié con un nudo en mi garganta, nunca imaginé que ella hubiera tenido una vida tan miserable como esa.
- No quiero tu lástima Dariana- sonrió- y tú Lucifer, ¡Mataste a el amor de mi vida y a mi bebé! Y eso no te lo voy a perdonar jamás, pero aún no es el momento así que esperen mi venganza, ahh... Solo una cosa más, ¿Que se siente tener un sentimiento tan bajo como el amor?- se carcajeó para luego desaparecer como por arte de magia.
- Dariana yo...
- ¿¡Como le hiciste algo tan bajo como eso!?- le grité.
- Yo era otro en ese entonces..
- No es justificable Lucifer.
- Lo sé pero, todos mis pensamientos cambiaron cuando te conocí y... Yo me siento muy culpable de todo lo que le hice pero, no voy a permitir que te haga daño- me abrazó.
- Yo tampoco quiero una amenaza para nuestro bebé.
- No te angusties ¿Si? Yo los voy a protejer- sonrió.
- Confío en tí... Mi Morningtar.
Solo espero que las cosas no terminen mal, un vacío se me instala en el estómago y a su vez unas náuseas me devastan y provocan que la preocupación me consuma.