Narra Dariana:
Vómito en el escudado toda la cena de anoche, siento un frío helado por toda la espalda, ¡La cabeza me da vueltas!, Jamás me ha gustado vomitar y lo evitó a toda costa, pero esta vez me fue ¡imposible! Empezé a sentir unas horribles náuseas, unas que nunca había sentido, me preocupa un poco pero... Seguramente la cena me cayó mal y ya está, regreso a mi habitación con las pocas fuerzas que me quedan y me dirijo a mi armario para sacar mi uniforme y prepararme para irme, ahora que ya no está Valeria la escuela se hace un tanto aburrida, pero gracias a Miguel es que no muero de aburrimiento, ¡Yo no sé cómo siendo un arcángel le queda tiempo para hacer de estudiante y haceme compañía!, No cabe duda de que es un gran amigo, ¡No sé cómo pude llegar a pensar que él era el malo!, La culpa era de esas estúpidas ideas mías de que el diablo no era tan malo, ¡Ja! Si es el peor ser de este universo.Narra Lucifer:
Llegó a mi despacho luego de ir a arreglar unos asuntos, apenas entro veo la foto que tengo de Dariana en el escritorio, si... Aún no la he quitado ¿Porque?, No lo sé, a veces me siento a verla por horas y preguntarme ¿Porque la existencia es tan cruel?, En el ¿Porque perdí a la mujer que amo por segunda vez?, Tal parece que una maldición nos separa, aunque no puedo negar que esta vez fue mi culpa por ocultarle las cosas, pero es que simplemente me era imposible contarle lo que pasó sin que me llenará de rabia por su traición, tal vez ella tiene razón y lo mejor es alejarnos, por lo menos hasta que logremos sanar, ¡Pero a veces me dan ganas de correr a ella abrazarla y decirle que no puedo vivir sin ella!, Eso... Eso sería demasiado humillante.
- Mi señor- oigo del otro lado de la puerta a Belial, automáticamente guardo la foto en un cajón.
- Pasa- dije sin ánimos, apenas entra lo veo con una expresión de preocupación.
- Mi señor- repite nervioso.
- ¿Que pasa?- pregunto levantandome de la silla.
- Antes que nada...Calmese por favor- dice haciendo que pierda la paciencia.
- ¡Habla!- digo demandante.
- Dariana- en cuanto oigo su nombre me espero lo peor- la señorita Dariana se ha vuelto muy unida de nuevo a su hermano Miguel y...- siento como un balde de agua fría caer sobre mí.
- ¿¡QUE!?- gritó histérico y si... En estos meses la he mandado a seguir.
- Eso no es todo mi señor... Ella lo odia- dice en un susurro, me siento de nuevo en la silla, siento que no puedo ni ponerme en pie.
- Que dijiste- murmuro.
- Dariana, lo odia, parece ser que ella fue víctima de las mentiras de Miguel.
- Vete- ordeno serio y no lo duda ni dos segundos, salió corriendo de mi despacho.
Sin pensarlo más me teletransporto a la escuela de Dariana, según mis cálculos ella debe de estar ahí aún y no me equivoco, apenas llegar la veo en la zona que parece ser del receso, ¡Lo que me pudre es que no está sola, está con el maldito de Miguel! Y demasiado cerca.Narra Dariana:
Estoy en mi hora de almuerzo con Miguel mientras platicamos de cosas triviales, cuando de sus labios sale algo que no me esperaba.
- Eres tan hermosa- suspira haciendo que mis mejillas se tornen rojas.
- Miguel- digo a modo de regaño, pues habíamos acordado de que me diera un tiempo para olvidar.
- ¡Que no estoy haciendo nada malo!- ríe haciéndome reír- pero es que me es imposible no hacerte cumplidos- acaricia mi mejilla tiernamente.
- Mi...
- ¿Sabes que eres la creación más bella de mi padre?- susurra muy cerca de mis labios.
- No lo creo...
- Creélo...
Estábamos a punto de besarnos cuando paso algo que jamás pensé que sucedería.
- ¡¡Suelta a mi mujer!!- gritó ¡Lucifer!.
- Disculpa hermano pero creo que estás muy equivocado- dijo Miguel serenamente.
- ¿¡Dariana qué haces con este idiota!?- me reclamó, ¿¡Que fregados se cree!?.
- ¡A mi no me gritas!.
- ¡Tu a mi no me dices que hacer!- gritó de vuelta, en un momento nos habíamos ganado toda la atención de la escuela.
- Te recuerdo que está es mi escuela y no puedes llegar a hacer un escándalo- dije enojada pero sin gritar.
- Vámonos- extendió su mano, ¿Y todavía piensa que me iré con él?.
- ¡No!.
- Dariana- dijo impacientándose.
- ¡Dijo que no!- sentí los brazos de Miguel rodearme.
- Si no la sueltas te juro que te mato- sus pupilas se encendieron casi como el fuego.
- ¡Lucifer ya cálmate!, Tú y yo ya no somos nada- enfatice la palabra NADA.
- Te equivocas mi lux tu yo somos todo.
- Ayy Lucifer nunca aprendiste a perder- dijo Miguel ganándose la atención de Lucifer- ¿Pero que crees?, Esta vez PERDISTE- sonrió burlón.
- ¡Cállate!- le soltó un puñetazo.
- ¡Miguel!- grité cuando cayó al suelo- ¿¡Estás idiota!?- ¡Te odió Lucifer!.
- Vamos, ¿¡Porque no te paras!?- lo reto Lucifer- ahh ya se, no quieres que Dariana vea que no eres tan lindo cómo pareces- río.
- Estás muy mal Lucifer- dije ayudando a sentar a Miguel en la banca donde estábamos comiendo.
- Vámonos- repitió Lucifer.
- Hermosa calmate- sobó mi brazo.
- Tengo que ir- susurré.
- ¡No claro que no!.
- Si no lo hago aquí va a pagar algo peor- acaricié su mejilla.
- ¡¡¡VÁMONOS!!!- gritó Lucifer.
Simplemente me levanté de la banca y camine hacia la salida, obviamente ely me siguió.
- ¿¡Que quieres!?- pregunté colérica.
- ¿¡Que haces con ese idiota!?- tomó mis muñecas y estrelló contra la pared.
- Eso es algo que a ti no te importa- sonreí con burla.
- Claro que me importa porque TU SIGUES SIENDO MÍA.
- Suéltame me estás lastimando- gruñí intentado empujarlo.
- Te suelto hasta que me digas que hacías con Miguel.
- ¿Quieres saber? Pues está bien, él me ha ayudado a sanar mis heridas y a olvidar lo me hace daño.
- ¿Y entre esas cosas estoy yo?- preguntó casi afirmandolo.
- Tu eres la primera cosa de la que me quiero olvidar- le dí un rodillazo en sus partes haciendo que se encorvara de dolor- TE ODIO- escupí con dolor.
- ¿Porque?- preguntó mirándome con confusión.
- ¿¡Porque!?- repetí con incredulidad- yo creo que es porque me engañaste, me chantajeaste y... Me violaste- mis lágrimas comenzaron a brotar, ¡Ya no podía aguantar más!.
- ¿¡Que!?, No mi lux, eso no es cierto, el maldito de Miguel te ha estado engañando créeme- intentó acercarse, pero yo retrocedía.
- No me toques- susurré.
- Mi lux tienes que créeme- exclamó con los ojos llorosos.
- Yo a ti no te vuelvo a créer nada- sequé mis lágrimas.
Pasó lo que en mi vida hubiera imaginado... Se arrodilló, se arrodilló y abrazo mis piernas como un niño pequeño.
- Mi lux, mi Dariana, debes créer te lo imploró- sollozó, eso me partió, estuve a punto de arrodillarme y abrazarlo, pero recordé las palabras de Miguel (es el mejor de los metírosos)
(Hará cualquier cosa para conseguir lo que desea).
- Será mejor que te levantes antes de seguir humillandote- dije lo más seca posible, aunque por dentro me estaba muriendo.
- No puedes creerle más a él que a mí- se levantó.
- Pues lo hago.
- No... Tú me amas a mí, ¡Aceptarlo!- enmarcó mi cara con sus manos.
- ¡Suéltame!.
- ¿Me amas?, ¿Aún me amas?- preguntó con la voz quebrada.
- Si- susurré- pero no te preocupes que en unos meses te habré olvidado- sonreí.
- Si realmente me amas no podrás olvidarme, así como yo no puedo hacerlo- aseguró.
- En eso te equivocas, tu si puedes olvidarme, porque tú nunca me amaste- sollozé, ¿¡A quien quiero engañar!?, ¡Me destruye saber que jugó conmigo!, Me es más fácil dejar que me consuele y olvidar todo... Pero no.
- ¡Ya para de decir eso!- gritó.
- ¡Es la verdad!, Tú nunca me has amado, solo me usas a tu conveniencia para algún plan tuyo- me volví débil, es impresionante como tiene tal poder en mí.
- No es verdad- me abrazó fuertemente- Dariana yo te amo.
- ¿Porque me haces esto?, ¿¡Porque me confundes así!?- el grito se ahogó en mi garganta, mi cuerpo convulsionaba en sus brazos.
- Perdóname por haberte ocultado cosas, si no lo hubiera hecho ahora no estaríamos así, yo te amo...
Aunque me dolió, me separé de Lucifer lentamente para mirarlo a la cara.
- No te voy a mentir Lucifer Morningstar... TE AMO, pero el que aún te ame no quiere decir nada, tú me engañaste y lastimaste, ¡Y eso no te lo voy a perdonar jamás!- di la vuelta, caminando a toda prisa, queriendo desaparecerme en ese instante, huir está situación dolorosa cuanto antes, apenas iba a curzar la calle cuando... Sentí un fuerte mareo y luego mi vista se enegrecío y los latidos de mi corazón se callaron.
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Mi Lux Fero
RomanceDariana: Me llamo Dariana, tengo 17 años, desde pequeña me prepararon para ser alguien en la vida, para valerme por mí misma, para ser fuerte, capaz, pero nadie me preparo para salvar al mundo, nadie me preparo para conocer al rey de las tinieblas y...