VENGANZA

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Narra Lucifer:
Eran la una y media de la mañana y estaba terminando de preparar todo para la coronación de mi Lux Fero, todo estaba listo, solo faltaba ella, le había dicho que aquí mis demonios la prepararían, así que solo faltaba que hiciera acto de presencia, así que asegurándome de que nada faltase, me teletransporte a su edificio, bueno más específicamente a su balcón, entre con cuidado, al parecer se había quedado dormida, con mi mano le toque el hombro para despertarla
- Mi amor, mi Lux, ya es hora- susurré tiernamente en su oído.
- mmm, ¿Que pa...?- no terminó la frase porque lanzó un grito de pávor- ¡¡ahhhhh mamá!!, ¿¡¡Quien eres tú!!?.
Me quedé congelado, esa no era Dariana, no era mi Lux, ¿En entonces quien era?.
- ¡No!, ¿¡Quien eres tu!?- pregunté.
- Tiffany- susurró con voz temblorosa.
- No puede ser- susurré para mí- ¿¡Y Dariana, donde está Dariana!!?- cuestiones acercándome amenazante.
- ¿Dariana de la fuente?- preguntó temblando.
- ¡Si, ella!.
- No, se, ella se fue hace un año del país, aparte ella no vive aquí, ¿Como entraste?- dijo confundida.
- Hace un año, pero si, a no importa- puse mi mano en su frente, a lo que ella cayó desmayada, la recosté de nuevo en la cama y me fui.
¿¡Como que hace un año!?, Si hace menos de 24 horas la dejé aquí, esto no puede ser, no, no puede ser, ¿¡Como es que...!?, No, si puede ser, ¡¡MIGUEL!!.
Rápidamente abrí mis alas, afortunadamente no había gente,  volé lo más rápido que pude hasta el tercer cielo.
- ¿¿DONDE ESTA MIGUEL!?- llegué gritando echo una furia.
- Lucifer, ¿Que haces aquí?- llegó Gabriel a donde estaba.
- ¡¡Mira dile a tus estúpidos amigos emplumados que me dejen pasar!!- forcejeé con los angeles de seguridad.
- Déjenlo pasar- dijo en forma de orden, haciendo que me soltaran automáticamente- ¿Ahora sí me puedes explicar qué haces aquí?.
- Miguel donde está.
- ¿Miguel?, ¿Para que lo quieres ver?- cuestionó confundido.
- Uso el maximo reloj- informé entre dientes.
- ¡Eso es imposible!, Nadie lo puede usar a no ser que sean órdenes del altísimo y él no daría esa orden para algo tan banal.
- Pues yo no sé qué pasó, ¡Pero quiero una explicación ya!- comenzaba a transformarme de la cólera.
- Espera aquí, ire a hablar con el altísimo.
- No, dirás... Iremos a hablar con el.
- Pero Lucifer...
- Pero nada, ¡Vamos!.
- Vamos.
Empezamos a caminar por los corredores, hace eónes que no estaba aquí y se siente extraño, ya no recordaba la paz que podían llegar a dar, aunque en esos momentos nada me estaba dando paz, quería a Dariana conmigo y nada más.
- Mi señor...
- Donde está Dariana-  interrumpo el discurso estúpido de todos sus logros, ya me lo sabía de memoria.
- Hijo tiempo años sin vernos- se paró de su trono.
- Muchos padre, muchos, ahora ¿Donde está Dariana?.
- Ahh, esa creación mía, me enteré que la querías hacer tu reina.
- Corrección ¡La quiero hacer mi reina, ¿donde está!?.
- No puedo permitirlo hijo, ella tiene una misión en la tierra- habló con esa estúpida voz de calma que ahora lo único que provocan en mí es rabia.
- Si es eso lo que te preocupa, no importa, yo le prometí que ella que cumpliría su misión, lo haríamos juntos.
- Realmente la amas- susurro para sí.
- Si, si la amo- susurré.
- Lo siento pero, eso no es posible tu eres un mitad arcangel mitad demonio y ella es una humana, sabes mis reglas.
- ¡AL DIABLO CON LAS REGLAS ¿DONDE ESTÁ?!- grité.
- Ella ya esa muy lejos de ti, el tiempo se alteró, en la tierra están en el año 2020, ella tiene ahora 15 años otra vez- informó serenamente, mientras se volvía a sentar en su estúpido trono.
- Ahora entiendo todo, por eso ella no vive ahí..., ¿¡Donde esta donde viviendo ahora!?.
- Lo siento hijo es mejor así.
- ¿¡Que!?, No, ella es mía, es mi reina, es mi Lux..., ¡Ella tiene que estar conmigo!- me desgarre haciendo que el piso temblará.
- Ya lo dijo mi padre es mejor así- dijo una irritante y conocida voz detrás mío.
- ¡¡Tu, Miguel tú hiciste esto!!- me lanzánce contra él.
- Es lo mejor hermano- río.
Me lancé contra él tan fuerte que el piso se simbro, aunque Miguel no se quedó atrás, haciéndome frente.
- ¡¡Paren los dos!!- se oyó la voz de mi padre retumbar en todo el cielo.
- Por favor paren- dijo Gabriel metiéndose en la pelea.
Lo avente contra la pared y fui directamente hacia padre.
- ¿¡Porque!?, ¿¡Siempre te ha gustado verme sufrir verdad!?.
- Hijo sabes perfectamente...
- Lo único que se perfectamente, es que desde el principio de los tiempos no has hecho más que arruinarme la existencia, me humillaste, me desterraste, me comentaste a vivir en el infierno, a reinar un lugar de mal nacidos y ahora que después de eónes consigo la felicidad, ahora que me vuelvo a sentir vivo, me lo quitas y lo alejas de mi, gracias padre, ¡GRACIAS POR HACERME LA VIDA MISERABLE, AHORA SE PERFECTAMENTE QUE YO NUNCA TE HE IMPORTADO, GRACIAS!- abrí mis alas, para salir de este maldito lugar, iba aterrizando para teletransportarmé a el infierno.
- ¡Hermano!- oí una voz a lo lejos.
- ¿¡Que quieres Gabriel!?- pregunté fastidiado.
- Siento lo que se hizo padre y Miguel, enserio, no te lo merecías.
- Ya no importa la buscaré y la volveré a enamorar, aunque sea la último que haga- dije tratando de mantener la compostura.
- Te prometo que si yo me enteró, o se algo de Dariana te avisaré- sonrió tiernamente, esa sonrisa me recordó a cuando vivía en el cielo y le incitaba a hacerle bromas a los angeles.
- ¿Porque harías eso?.
- Porque para mí sigues siendo mi hermano y yo te sigo queriendo, aún recuerdo muchas cosas de cuando vivías aquí.
- Yo igual, gracias, hermano.
- No hay de que- me abrazó.
Se mi hizo muy raro ese gesto de su parte, pero me quite esa coraza que durante eónes había guardado hacia él y le acepte el gesto.
- Aún eres ese ángel lleno de bondad y amor hermano, lo puedo sentir aún eres Luzbel.
- No hermano, yo me deje de llamar así en el momento que me desterraron.
- Nunca has sido o has hecho lo que padre dicta, así que aunque él te haya cambiado el nombre, tú sigues siendo Luzbel.
- Me tengo que ir- desaparecí del lugar, apareciendo en el infierno.
- ¿¡Donde está Belial!?- grité a mis esclavos.
- Aquí estoy amo- salió por una puerta.
- ¡Necesito hablar contigo ya!.
Llegamos hasta mi despacho y cerré la puerta.
- ¿Donde está Dariana mi señor?- preguntó confundido al no verla conmigo.
- ¡Eso mismo quisiera saber yo!, ¡El estúpido de Miguel devolvió el tiempo en la tierra 5 años! Y eso quiere decir que ella no me ha conocido, ¡Ah y para terminar de joderme ella no vive en su departamento!- bramé furioso.
- ¿Eso quiere decir que ella tiene 15 años otra vez?.
- EXACTO, la tengo que encontrar, así que pon a los mejores demonios de búsqueda, ¡La quiero ya conmigo!- ordené sirviendome un vaso de whisky- ¡Ya!- grité al ver que se había quedado ahí parado.
- Pero eso quiere decir que Valeria ya no está aquí- susurró.
- ¿Quien?- cuestioné intrigado.
- Valeria la dueña del restaurante, bueno la que era la dueña- miró al piso.
- Espera, ¿Enserio te gustó?, ¿Para mas de una noche?.
- La verdad si mi señor, no se, encontré algo en ella distinta, pero ahora ya no importa- agachó la cabeza.
- Cuando encontremos a Dariana, puedes usar a los demonios de búsqueda para encontrar, a... ¿Valeria dijiste?.
- Muchas gracias mi señor, bueno me retiro para dar ya la orden de que la busquen.
- Claro, puedes retirarte- dije levantando mi mano en señal de permiso.
- Con permiso mi señor- salió de mi despacho, pero no sin antes encontrarse a Lilith en el camino.
- ¿Que necesitas Lilith?- suspiré.
- Me he entrado lo que han hecho en el cielo y de verdad lo siento mucho- ¡Maldita hipócrita!.
- Mira Lilith aquí no vamos a fingir ok, a ti te da igual lo que le pase a Dariana, o no más bien te alegra que ella ya no vaya a ser la Reina- solté enojado.
- Si le soy sincera si, pero lo que me molesta es que por culpa de los de allá arriba usted este sufriendo.
- ¿Y quien te dijo que estaba sufriendo?, Estoy enojado si y mucho, pero la voy a encontrar y la voy a volver a enamorar y ella va a ser nuevamente mía, en menos de lo que canta un gallo ella será tu reina- sonreír "feliz", aunque a quien engaño estoy sufriendo sin ella, pero no lo voy a demostrar.
- Ojalá sea así mi señor, sabe que pasa lo que me necesite aquí estoy- dijo dándome a entender otras cosas.
- Yo lo sé, puedes retirarte- dije fastidiado.
- Claro, con permiso mi señor.
¿¡Como voy a estar pensando en sexo en estos momentos!?, En estos momentos a la única que quisiera tener en mi cama es a Dariana, no llevo ni 2 días sin ella y ya la extraño, ¿¡Como voy a vivir sin ella todo este tiempo!?, ¿Podré soportar estar sin ella?, ¿Donde esta?, ¿La podré volver a enamorar?, ¿¡¡Tendrá novio en estos momentos!!?, Mejor dejar de pensar en eso porque me hirvé la sangre nada más de hacerlo.

Mi Lux FeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora