Si no conocen Luna Park en Coney Islan, les recomiendo buscarlo antes de empezar la lectura :)
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Aslan cierra la puerta del auto y entrega al chico del estacionamiento las llaves para que lo lleve a un buen lugar. Cruza la calle aprovechando que el resto de los coches se han detenido en el semáforo y hace una parada frente a la heladería donde mira su reflejo en el ventanal, a través de los lestes de sol. Chequea que ni su postura ni su expresión demuestren lo muy nervioso y afligido que se siente, Eiji es especialmente bueno leyendo sus sentimientos y emociones y tiene que ser realmente precavido si no quiere que descubra lo que está pasando.
Una vez que comprueba que todo está en orden, incluyendo su peinado y su atuendo, se dirige a la entada del Luna Park, aquella con los círculos metálicos rojos y dorados donde ha quedado en encontrarse con el japonés. Permanece de pie frente a uno de los pilares que sostienen el enorme arco que separa el asfalto de la arena y espera lo más paciente que puede. Hay mucha gente entrando y saliendo, familias de betas con niños principalmente, cuyos miembros lo ven al pasar como si tuvieran miedo de ser devorados, aunque probablemente se trata de su expresión.
No está de buen humor, tiene que admitirlo. Las cosas se le han salido de las manos y no está acostumbrado a no tener el control. Todo lo que le queda es seguir la corriente hasta encontrar un punto de anclaje para no ser arrastrado hasta el fondo. Sabe que es peligroso, que podría salir herido emocional y físicamente, pero tampoco es que tenga más opción, hay cosas que él simplemente no puede cambiar. Por ahora.
Un grupo de adolescentes le mira y ríe tontamente, algunas le invitan con la mirada a «pasar un buen rato», pero el rubio no puede más que ignorarlas sumido en sus propios pensamientos. No tiene idea de lo que dirá cuando su amigo llegue, pensó que entre más rápido aclarara las cosas con él mejor sería, pero la verdad es que comienza arrepentirse. No ha preparado en absoluto lo que va a decir, porque no importa como lo plantee, no hay palabras que lo excusen de haber aceptado un matrimonio con tal obtener venganza. De hecho, no sólo no lo exentan, sino que le hace ver tan mal que ni si quiera parece él mismo.
Ash entiende que cualquier cosa que diga lo hará lucir como un patán inmaduro y probablemente lo sea. Toda su vida ha vivido de esa forma, sacando ventaja inescrupulosamente de las situaciones, de las personas, porque es la única manera de sobrevivir y ser lo menos lastimado posible. A él no le gusta, nunca le ha gustado, se siente herido cada que tiene que recurrir a alguna artimaña para lograr sus objetivos y sabe que Eiji jamás lo aprobaría, porque es del tipo de persona que preferiría salir lastimado a lastimar a otros, sin importar que.
A él no le molesta, de hecho, le gusta mucho. Es esa personalidad la que le ha motivado a ser mejor persona, a ser más auténtico. A ser el chico de veintidós años que sólo puede ser él mismo cuando se encuentra con la brillante sonrisa de dientes pequeños y ojos rasgados tan oscuros como el mar a media noche y joder que si pudiera mandar todo al diablo y estar con él lo haría.
Pero no puede.
El asunto de los supresores es grave. Hay gente muriendo y la responsabilidad que siente le está matando, pero hay algo más, algo mucho más personal. La razón de su odio a los omega, pero también la razón por la que no quiere ver a ninguno siendo dañado, nunca más y estos sentimientos ambivalentes que ha estado guardado por tanto tiempo le están volviendo loco. Le gustaría deshacerse de ellos, pero es imposible, le han marcado tan profundamente que ha tenido que llegar tan lejos como sentirse más tranquilo.
Ash está consciente de que, para obtener alguna cosa, hay que sacrificar otra y eso es justo lo que planea hacer, porque aunque le duele hasta el alma saber que probablemente perderá a un amigo tan extraordinario como Eiji, sabe que es lo mejor. Antes no estaba seguro, pero después de escuchar su historia con los alfa simplemente encontró injusto mentirle, engañarle y lastimarle. Lo último que desea es que el nipón piense que signifique tan poco para él que no vale la pena ser sincero, porque no es así.
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Hana no kaori.
FanficBanana Fish. OMEGAVERSE. Ash cree que es el destino. Eiji no piensa igual. Advertencias: Angst, drama, romance.