Encadenada a él -Parte 1-

Capítulo 1

Hoy era un día de nervios en casa, mi madre se afanaba en ponerme bien el velo y mi hermano me abrochaba el ultimo botón del vestido, mientras un fotógrafo inmortalizaba el momento, mi padre me agarro del brazo emocionado ambos subimos al coche de caballos que había en la puerta, la brisa que corría hacia que tuviese que agarrarme el velo mientras agachaba la mirada hacia abajo, tomaba aire todos estaban pletóricos.

Llegamos a la iglesia a la hora prevista las seis y media de la tarde de un quince de Octubre, mi padre me ayudo a bajar del coche de caballos y mi madre me entrego el ramo de rosas blancas y azucenas, mi madre y mi hermano volvieron a ponerme bien el velo y la cola y nos dispusimos a entrar en la iglesia.

Un año antes Málaga

Por fin había aprobado las opciones a enfermera y había encontrado un puesto de trabajo, al final todo el esfuerzo y el empeño que había depositado en estos años de preparación habían dado sus frutos, muchas noches sin salir con amigos, e incluso sin dormir poniendo todo mi tiempo en esto,

Esa noche tras cenar en casa de mis padres junto con mis hermanos decidimos ir a celebrarlo en una discoteca con mis compañeros de clase Ana y Joaquín, ambos eran unos de mis mejores amigos.

-No me puedo creer que seas la primera que haya aprobado las oposiciones.- Me dijo Joaquín mientras me acercaba un ron cola para brindar.

-Sabes que Vanesa es muy organizada y muy tozuda, hasta que no lo ha conseguido no ha parado, ya nos enchufaras...-

-Claro Ana tu por la vía fácil, anda brindemos.-

Ambos cocharon las copas y se fueron a bailar cuando Ana se percato de que al final de la pista un chico no paraba de mirarlas, se acerco a Vanesa y le dijo al oído. -Vanesa ese tío no te quita el ojo de encima.-

mire a Ana echándome a reír, -Igual Anita a quien no le quita el ojo de encima es a ti.-

Acto seguido el camarero apareció con otra copa de ron cola, -perdona yo no he pedido nada.- mire extrañada a Ana y a Joaquín quienes se encogieron de hombros.

-Es de aquel chico dice que te invita.- Dijo el joven retirándose.

Me encogí de hombros, Ana me miro y ambas nos pusimos a reírnos.

-Bueno que ¿No vas a ir a darle las gracias?, el chico es mono, lastima que no sea yo la invitada..., Ana jugaba con la pajita de su copa mientras bailaba con Joaquín.

Me acerque lenta y tímidamente hasta donde estaba aquel chico, si Ana tenia razón era guapísimo, ojos claros, barbita y pelo corto, de altura mas o menos como la mía y una sonrisa con la que conquistaba a cualquiera.

-Gracias por la invitación.- El seguía sonriéndome y mirándome con esos ojos penetrantes,

-¿Bailas?- y yo no supe decir que no, ya que sus manos habían agarrado mi cintura, y nos movíamos al ritmo de la música.

Nos dejamos llevar por la música el baile y por el alcohol, yo no estaba acostumbrada a beber así que empezó a subirme rápidamente, el comenzó a poner sus manos en mi trasero a tocarme y yo me deje.

Me cogió de la mano y me llevo a los lavabos allí me dio de beber de nuevo, aquel sorbo me supo diferente empezamos a jugar pasándonoslo de una boca a otra, me empotro contra la pared bajándome el pantalón y las braguitas, después el se bajo el suyo, yo no era muy consciente de lo que estaba pasando la vista se me estaba nublando, solo sentía dolor, lo hacia con fuerza, a la vez que mordía la oreja y con una mano comenzó a darme golpes fuertes en el culo siguió hasta que ambos chillamos y me envistió una ultima vez, acabamos, el me vistió yo no estaba en condiciones de nada.

-no me encuentro bien.- dije agarrándome a el mientras salía del baño y acto seguido lo único que recordé fue verme en una cama ajena a la mía, ni si quiera sabia su nombre y ya me había acostado con el.

Me trajo el desayuno una rosa y si esa sonrisa con la que me había conquistado la noche anterior.

-¿Como te llamas? ¿No me dijiste tu nombre? dije mordiendo la tostada.

-Manuel, mi nombre es Manuel, por cierto tu móvil no ha parado de sonar.- Dijo entregándomelo

-!Mierda! Ana ayer me pire de allí sin dar una explicación-, cogí y le escribí un mensaje

Tranquila que estoy bien...estoy en su casa ya hablamos.

-Yo me llamo Vanesa- dije tapándome con la sabana, tímidamente.

-¿Que paso anoche?, no recuerdo nada es mas tengo un dolor de cabeza que me va a estallar.-

-Paso lo que tenia que pasar, eres tan bella-, dijo acariciando un mechón de mi pelo.

Volvió a sonreírme era tan guapo que me había enamorado de el en una sola noche...si definitivamente existía el amor a primera vista era el.

-Oye te he grabado el teléfono y si quieres nos vemos mañana, si quieres puedes darte una ducha-, dijo señalándome el baño.

Mire el reloj eran cerca de las once, supuse que Ana me cubriría en casa de mis padres, así que me fui directamente a la ducha observando su coqueto pisito que además daba a la playa, el agua cayo sobre mi piel hizo que me despejase un poco la verdad estaba como medio atontolada, supuse que seria que no estaba acostumbrada a beber y que me habría sentado mal tanto alcohol.

Me seque y me puse la ropa que llevaba de ayer regrese a su habitación y le mire

-Eh gracias por todo, yo he de irme ya.- Estaba confundida, éramos un lio, un polvo de una noche...

-Claro, te acompaño a la puerta ya sabes donde vivo...-

Cogí un taxi y llegue a casa de Ana llamando a la puerta insistentemente, Ana abrió y se dio cuenta del morado que tenia en mi cuello del que yo ni si quiera me había percatado.

-Joder Vane ¿te acostaste con el?, vamos pasa y me lo cuentas todo, quiero detalles.

Enseguida sonó mi móvil era un mensaje de el: Cuando llegues a casa me avisas, hace nada que te has ido y ya te extraño...

Cruce el umbral de la iglesia del brazo de mi padre, todo el mundo se volvió para mirarme y yo lo mire a el ¿Estaba segura del paso que iba a dar? ¿quería encadenarme a el de por vida?