Mientras tanto en Málaga.
Acababa de bajarme del AVE en la estación y coger mi equipaje, hacia solo dos días que me habían llamado del hopistal al parecer había una vacante en la planta de pediatría ya que una de las enfermeras más veteranas se marchaba, suplique que me dejasen un día de tiempo necesitaba embalar demasiadas cosas y pedirle a mi madre que me las fuese enviando desde Madrid.
Me quite las gafas de sol, hacia una temperatura perfecta para ser el mes de octubre e incluso me invitaba a darme un baño en la playa.
Estaba un poco desorientada nunca había estado en Málaga y no tenía idea hacia donde dirigirme, busque en mi bolso la dirección del piso que había alquilado y dude si poner el gps en mi teléfono móvil o preguntarle a alguien, cuando vi que le quedaba menos de un cinco por ciento de batería.
Me encongi de hombros y me pare en una marquesina de autobús preguntándole a una muchacha que se encontraba esperando el autobús, gentilmente me indicó donde era.
Al parecer no era muy lejos estaba cerca de la playa de la malagueta así que decidí ir preguntando hasta llegar al lugar.
Llegue exhausta, ni siquiera subí las dos plantas por las escaleras llame al ascensor y por fin abrí la puerta del piso.
Cerré la puerta y trate de hubicarme un poco: nada más entrar había un sofa de dos plazas y justo delante de él una pequeña mesita de cristal en la pared una televisión de unas treinta y cinco pulgadas quizás y un mueblecito pequeño, detrás del sofá una barra americana que separaba la cocina del pequeño salón, y una coqueta cocina con los electrodomésticos básicos y algo de menaje, al su izquierda una puerta que daba al único dormitorio que había con una cama de matrimonio y un baño normal y corriente.
Las vistas eran lo mejor, un balcón tanto en el salón como en el dormitorio que daba al mar.
Abri las ventanas para que se airease un poco la casa, y me asome al balcón a respirar el aire del mar. Me senté en una silla y me encendí un cigarrillo mirando el atardecer.Islas Canarias.
Habíamos estado por la mañana y parte de la tarde en una visita guiada, cuándo llegue al hotel solo quería darme una duchar rápida pedir algo de cenar al servicio de habitaciónes e irme a dormir pronto.
Durante la visita se mostró amable atento, me besaba cuando menos lo esperaba me agarraba de la mano, nos hacíamos fotos, sonreía, todo era perfecto en él, a lo que no lograba entender el porqué por pequeñas tonterías se ponía hecho energúmeno.
Suspire sabía que bajariamos a cenar tal como me dijo esa mañana para disculparse por haberme montado la escénita de los pantalones, así que trate de ducharme y cogí un pantalón negro y una camisa blanca con unas sandalias y me maquille.
Bajemos al salón y al parecer la prueba de vestuario la acaba de pasar ya que no me había dicho Nada, ni para bien ni para mal.
Pero observé que había pedido una botella de vino tinto y eso cambiaba las cosas, yo solo rezaba por que no montase algún escándalo, cenamos algo de marisco ensaladas, me agarraba de la mano me sonreía, yo apenas probé el vino pero el se acabó la botella, nos levantamos para irnos y cuando subimos a la habitación todo cambió.
-El camarero te miraba mucho, no crees y el de la mesa de al lado, que se le iban los ojos. - Me zarandeo del brazo y me empujó en la cama.
Otra escena de celos no por dios, eran tantas las que me montaba que estaba acostumbrada pero... Pensaba que el matrimonio le cambiaría que la luna de miel sería distinta, pude comprobar que no que todo seguía igual.
-si esque esa camisa tiene demasiado escote y vas llamando la atención. -
Observé que se acerco al mini y bar y que se sirvió un wisky.
Yo no sabía que hacer ni que decir, solo le faltaba elegir mi vestuario.
Entonces sonó mi teléfono móvil, suspire salvada por mi madre pensé
-¿Quien es el camarero?- dijo cogiendo el teléfono.
-Es mi madre ¿tampoco puedo hablar con ella? Espere a que me diese el teléfono, pero recibí una bofetada en la cara.
-pues no, hoy no hablaras con ella, por contestarme así, ¿Quien te crees que eres?.-
El alcohol de nuevo le subió, iba pasadisimo y entre eso y sus celos no sabia a que atenerme.
Me dio otra bofetada esta vez más fuerte.
-dile a tu madre que no nos moleste que estamos de luna de miel joder. -
Se sirvió otro wisky del mini bar yo no quise llamar a mi madre, temblaba y estaba muy asustada.
Me miro de arriba hacia abajo mientras se acercaba hacia mi desabrochandose el cinturón
-sabrás que quiero tener hijos pronto... -
Yo continuaba temblando me cogió por los hombros y comenzó a quitarme la ropa y desnudarme, mi teléfono móvil volvió a sonar se apartó de mi y lo apago, volviendo a donde estaba, nunca habíamos hecho el amor sin protección pero al parecer tendría que acostumbrarme, era un hombre muy tozudo y si quería tenér hijos no pararía hasta dejarme embarazada.
No sabía que hacer, si dejarme hacer lo que el quisiera o plantarle cara dude por un momento pero sabia que si me resistía lo haría por la fuerza y acabaría siendo peor.
Estaba completamente desnuda era un ser inerte estaba quieta, cuando agarró mi barbilla con sus manos besandome.
-vamos colabora un poquito... - segui sus besos, y bajo mi boca hasta su ser, - venga disfruta un poco. - sentí nauseas cuando me encontré enfrente de su miembro solo pude tocarlo y nada más.
Me agarró del pelo y siguió besandome, me abrió las piernas ya a mi me era imposible hacerlo y penetro su mienbro en mi se contoneo encima mía, mordiendo mis pechos, besando mis labios, llego al orgasmo y espero a correrse totalmente dentro de mi.
Después se dio la vuelta y se quedó dormido, yo esa noche apenas cerré los ojos me quedé acurrucada en la almohada llorando.
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Encadenada a él -Parte 1-
FanfictionVanesa es una enfermera que se enamora inocentemente de un chico que la sabe manejar a su antojo, pero la relación no es tan bonita como aparentan cuando están con amigos y familiares. Cuando peor lo están pasando aparece Malú compañera de trabajo...