Quizás estuve cerca de dos minutos asegurándome de que la prueba de embarazo estaba bien, que había dado positiva, que había seguido correctamente las instrucciones, trague saliva, y puse mis manos a los lados del lavabo mi respiración se agitaba, me mire en el espejo, varias veces, trate de imaginarme con barriga con un pequeño dentro de mi, tomé aire y me eche agua en la cara y el cuello varias veces, recogí el pelo en un moño y me dirigí hacia la cocina, tenía el estómago cerrado no tenía idea de que cenar, abrí la nevera no estaba para nada llena, cuando llegue solo me dio tiempo a comprar lo indispensable, por suerte había un par de manzanas, cogí una la frote con el vestido y le di varios mordiscos, pensé en que debería de cambiar mi dieta y que por supuesto deberia de dejar de fumar, mire por la ventana dándole mordiscos a la manzana, ya era de noche, el mar apenas se podía ver, pero la brisa que corría me hizo sentir un poco más tranquila.
Me termine la manzana y tire los restos a la basura, el reloj marcaria cerca de las diez y media de la noche o quizás las once no lo mire, me metí en la cama con vestido y todo me apetecía estar acurrucada y tapada en la cama, puse mis manos en mi vientre mientras dos lágrimas recorrían mis mejillas, no podía asimilar lo que me estaba pasando, estaba asustada no sabía que hacer, a quien recurrir, me encontraba sola, y no quería preocupar a mi familia, por mi cabeza seguían pasándo muchas ideas, a la vez que las lágrimas volvían a salir, se supone que el hecho de ser madre debería ser una acontecimiento que me hiciera feliz, como cuando de niña jugaba a casarme con mi hermano y a jugar con mis muñecos, siempre quise ser madre formar una familia, con la que sería feliz, casarme y hacerme mayor con el que sería el amor de mi vida, nunca tuve suerte con los chicos apenas tuve un novio hace tres años lo conocí en la carrera de enfermería era guapísimo se llamaba Antonio estuvimos cerca de dos años, el quería ir demasiado deprisa y yo estaba en una época en la que me gustaba viajar y salir por ahí y no me veía casada e intentando formar una familia, jamás pensé en que podría pasarme esto, fue todo demasiado precipitado y apenas llevaba semanas en Málaga una cuidad que ni conocia y en la cual me encontraba sola, me dolía no tener a nadie con quien desahogarme, a alguien a quien abrazar y llorar, solo podría abrazarme a la almohada la cual llene de lágrimas una y otra vez, hasta que tome una decisión abortar no quería criar a un niño sola, tenía derecho a decidir, seguía llorando, cuando me entraron unas ganas enormes de ir al baño estuve así un par de veces hasta que me quede dormida.Entre en casa dejando las bolsas de comida en la cocina y preparándolas, en varios platos llene dos copas de vino blanco y fui poniendo las cosas en la pequeña mesilla de la terraza, apenas cenábamos allí asi que pensé que sería una buena oportunidad.
Manuel salió a la terraza y vio todo lo que había montado.
-¿te gusta?. - me mordí el dedo, no sabía como reaccionaria y era mi coartada para que no sospechase que me había marchado hasta la farmacia para arreglar el lío que el había propiciado con la dichosa prueba de embarazo.
-Me gustaria más el postre... ¿Porque hay postre verdad? - cogió las copas de vino dandome una a mi y brindando mientras me deboraba con la mirada, bebimos varios sorbos y para cuando me quise dar cuenta el estaba agarrandome por la cintura y llevándome hacia la cama mientras me besaba por el cuello hacia llegar a mis labios, fue buscando el botón de mi pantalón y me lo bajo después hizo lo mismo con mis braguitas y el sujetador me dejó caer en la cama mientras se desnudaba.
-yo... Yo Manuel estoy cansada... Vamos a dormir. - Me vine demasiado arriba con la improvisada sorpresa y me vi victoriosa con que se hubiese creído todo, no comtemple que podía pasar ésto. Me intenté apartar esquivando uno de sus besos.
Él no dijo nada siguio besandome y acariciando cada parte de mi ser.
-por favor te he dicho que pares. - volví a apartarme de él echandome a un lado.
Entonces se apartó fue a por un cinturón cuando lo vi volver me eche a temblar y tragué saliva...
-dame las manos-.
No hice caso, me temblaba todo el cuerpo cerré los ojos el me cogió las manos y me las ató con el cinturón tumbandome en la cama
-portate bien no hagas que me enfade abre las piernas-
Estaba temblando pero las abrí, si se enfadaba podría probar el cinturón y eso me aferraba.
Estaba cansada mañana debía de levantarme temprano para trabajar, habíamos estado de viaje y acabamos prácticamente de aterrizar en casa quería dormir estar tranquila pero, la tarde precisamente tranquila no lo fue, maldita obsesión por ser padre.
Me deje hacer, le besaba sin ganas cerrando los ojos para no verle, el hacia lo que quería conmigo y al parecer le gustó el hecho de verme atada, pues siempre me quería sumisa ante él, siempre quería sentise con poder ante mí, no solo en la cama si no en cualquier situación...
Aún recuerdo cuando conocí a sus padres, Manuel era natural de Huelva concretamente de Isla Cristina aquella mañana habíamos quedado con sus padres y tres de sus cinco hermanos para presentarme apenas llevabamos seis meses saliendo.
Habian preparado una barbacoa en
Su casa estaba muy nerviosa, tras unas cuantas horas de viaje en coche llegamos por fin, me había puesto algo informal, unos pantalones negros una camisa blanca y unas botas sin tacon con un ligerisimo toque de maquillaje, llevaba el pelo suelto.
Antes de bajar del coche Manuel me miró y me beso.
-tranquila amor mio, que va a salir todo bien. -
Me agarró la mano mientras yo tomaba aire y salimos hasta la casa de los padres de Manuel.
Manuel llamó al timbre, llevabamos una botella de vino dulce de Málaga y la mejor de nuestras sonrisas.
La madre de Manuel no tardo mucho en abrir.
-hijo que alegría. - dijo mientras le daba dos besos.
- Por favor pasad hasta el patio, tu padre está ya con la barbacoa encendida. -
Manuel tosio - Mamá ella es Vanesa mi pareja-
Su madre se abalanzó sobre mi dándome dos besos.
-que ganas tenía de conocerte Vanesa, Manuel no hace otra cosa que hablar de ti, eres guapísima.-
Agache la cabeza, - muchas gracias señora. -
Ambos pasemos dejando la botella de vino en el frigorífico para que estuviese fria.
Manuel me ofreció un delantal, - venga ayuda a mi madre con las cosas-
Me quede un poco sorprendida con lo que hizo se supone que si vas de invitada a una casa no te ponen un delantal y te mandan a ayudar a la que es tu suegra.
La madre de Manuel insistió en que me sentará que estuviese cómoda y tranquila pero Manuel alzo la voz diciendo que debía de ayudar.
ESTÁS LEYENDO
Encadenada a él -Parte 1-
FanfictionVanesa es una enfermera que se enamora inocentemente de un chico que la sabe manejar a su antojo, pero la relación no es tan bonita como aparentan cuando están con amigos y familiares. Cuando peor lo están pasando aparece Malú compañera de trabajo...