Capítulo 8

508 26 1
                                    

Cogí la pequeña bolsa de fármacia donde estaba el predictor y me la oculte debajo de la camiseta estaba claro que era de mi vecina, así que debería de ir a devolvérselo.
Pero con lo qué no contaba era que Manuel andaba tras de mi urgando en una de las bolsas y vio perfectamente el test de embarazo, trague saliva cuando escuche su voz.

-Vanesa crees que estás... Oh-
Volví a tragar saliva, el test de embarazo no era mío, y obviamente no estaba embarazada, Manuel se estaba montando su propia película.

-pues...- no me dio lugar a decirle que no era mío que era de la vecina de enfrente que gentilmente me ayudo a subir la compra y se le cayó en una de nuestras bolsas, porque prácticamente me estaba arrastrando hacia el baño para que me realizara la prueba.

-venga venga, ábrelo y te la haces, si sale positivo me vas hacer tan feliz-. Cerró la puerta del baño y se quedó apoyado en ella, esperando a que abriese la cajita, prácticamente hiciese la prueba delante de él, las manos comenzaron a temblarme no podía creer que estaba dándose esta situación, la que posiblemente esperase un hijo era mi vecina no yo, lo peor era el negativo ¿como se tomaría Manuel el negativo?, porque saldría negativo.

Si tras depositar una gota de orina en el pequeño utensilio y esperar unos minutos los cuales a Manuel se le hicieron eternos pues no paraba de ir de un lado hacia otro del baño hasta que obviamente solo salió una rayita.

-no estoy embarazada, quizás fue una falsa alarma- tuve que verme en la obligación de mentirle, porque le veía capaz de todo, cruce los dedos para su respuesta ante esta noticia fuese un poco serena.

-Bueno, no pasa nada a la próxima será. - Se quedó en el baño al parecer en la ducha. Yo debía de ser discreta e ir a casa de mi vecina a darle una explicación, la pobre estaría desesperada buscando su prueba de embarazo.

Aproveche ese instante en el que Manuel estaba en el baño y a toda prisa me plante en el pasillo con un Billete de treinta euros, que sería lo que aproximadamente costaba una prueba de embarazo e intentar explicarle lo sucedido. Llamé al timbre una sola vez, esperando respuesta.

-vooy- es lo que pude escuchar al otro lado de la puerta, para cuando quise darme cuenta ya me había abierto. Y como me había abierto, tan solo llevaba una camiseta larga y ancha a rayas blancas y azul que le quedaba jodidamente bien y dejaba ver uno de sus hombros, y sus estilizadas piernas.
-eh... Se te cayó en una de las bolsas de mi compra... - no me dio timepo a decir más ya que me cortó.

-¿la encontraste?, seguramente se me cayó en alguna de tus bolsas.

-pues verás te va a parecer un poco... Absurdo lo qué te voy a decir es más he de ser breve ya que tengo que volver a casa, use tu test de embarazo...-Lo solté rápido sin pensar... - Mi marido creía que era para mi y se ilusionó me dijo que fuese hacermelo no supe decirle la verdad...-
-¿Me estás diciendo que has usado algo que no era tuyo? ¿Tienes la cara de venir a mi casa a decírmelo? Mejor haber pensado que se me había extraviado por ahí.-

Me cerró la puerta en mis narices, volvió a dejarme sin poder decirle nada, en otra ocasión me hubiese quedado en la puerta insistiendo para que me abriese y poder pedirle perdón pero el timepo apremiaba y Manuel no eran precisamente de los que tardaban una eternidad en quedarse bajo la ducha.

Me encogí de hombros con mucho pesar rebusque los treinta euros que llevaba en el bolsillo del pantalón para pagarle otro test a mi vecina, pero mire el reloj y me apresuré a bajar por el ascensor justo debajo del bloque de pisos había una farmacia las veinticuatro horas abierta, llegué casi corriendo y pedí el test de embarazo exactamente igual al que me había encontrado en la bolsa, lo pague y me fui al chino de al lado de la farmacia pedí dos de tallarines para llevar y pollo agridulce y subí a prisa con las bolsas en ese momento vibro mi móvil era Manuel, respire hondo y cogí el móvil.

-¿se puede saber donde coño te metes Vanesa?-

Sabía que sus palabras serían exactamente esas y que estaría enfadado por mi ausencia pero... Me había buscado una coartada
-verás me apetecía chino así que he bajado un momento a por unos tallarines, seguro que con una copa de vino se te pasa el mal trago. - yo misma estaba sorprendída de lo que acaba de hacer en ese mismo instante, acaba de mentirle a Manuel esa persona que con mirarme me daba miedo y pavor.

Dejé el predictor bajo la alfombrilla de casa de mi vecina y le pasé por debajo de la puerta una nota que había escrito en la misma farmacia.
Regrese a casa disimuladamente, el plan había surtido efecto a Manuel le puse contento con la sorpresa y esperaba que a mi vecina se le pasara el cabreo.

Le cerré la puerta en las narices a mi vecina ¿que se creía que podía usar algo ajeno a ella a su antojo?, me daba igual la situación en la que se encontrase, no costaba tanto una maldita prueba de embarazo, pero a mi a mi sin embargo se me estaba haciendo eterno el camino hacia la famarcia, me senté en el suelo de la terraza flexióne las piernas y apoye la cabeza allí, saque un cigarrillo y lo encendí, mis lágrimas corrían solas, míl veces maldeciria a ese capullo sin sentimientos que me dejó tirada más tirada que una colilla.
Llore lo que no estaba escrito en un instante, me fume el cigarrillo y entre hacia dentro cuando me encontré una nota en la puerta, me agaché para cogerla y la leí.

"se que no está bien adueñarse de las cosas ajenas y que esto no lo compensará.
¿Y si empezamos de nuevo?

Tu vecina de enfrente"

Encadenada a él -Parte 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora