Capítulo 6. Lo que pasó bajo las cobijas.

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Recházame

Pensaba Tae antes de abrazarse a la cintura de Kook cuando estaba de espaldas mientras este se encontraba sirviendo los cuencos con arroz para el único desayuno tranquilo que habían tenido en la semana y a pesar que esto entorpecia un poco sus movimientos el maknae no hizo nada por apartarlo—¿ es suficiente arroz para ti?—le preguntaba despreocupadamente, mientras continuaba con lo que estaba haciendo, Taehyung solo asintió.

Jin hacía su aparición en la sala acomodando los cuencos con los diversos aperitivos que componían el menú de esa mañana—Tae, vas a hacer que Kook riegue el arroz, ¿por qué no tomas lugar en la mesa?

—No me molesta—intervino rápidamente Jungkook haciendo que los latidos del corazón del aludido se aceleraran ligeramente, mientras pensaba "¿ves?,es tú culpa", pero igualmente decidió dar un fuerte apretón antes de soltar su agarre

—Nadie te lo va a quitar—decía Jimin en tono divertido, en tanto acomodaba el cojín en el que iba a sentarse y ahí el corazón de Tae dolía levemente, ese constante baile entre la euforia, la vergüenza y la culpa iba a terminar desquiciandolo.

Recházame

Volvía a pensar Taehyung mientras se acomodaba al lado de Kook en el sofá de la sala y curioseaba lo que el menor miraba tan detenidamente en el portatil, alargó su mano hasta el lóbulo de la oreja de su compañero y Kook pausó el capítulo de la serie que estaba mirando - hyung ¿quieres ver algo conmigo?- Preguntaba con una sonrisa en sus labios.

—No, sólo quería estar contigo—se aventuró a decir —¿te molesta?— quiso comprobar.

Kook sólo giró un poco la pantalla para que pudiera observar con él y Taehyung correspondía el gesto apoyando mimosamente su cabeza en el hombro del otro.

En esa clase de intentos se la pasaba Tae tratando de volcar la responsabilidad de su comportamiento en Jungkook, como convenciendose así mismo, que si sus sentimientos por él crecieron era porque el otro nunca colocó un límite entre los dos; como lo hacía YoonGi por ejemplo, aunque con la pequeña diferencia de que este no le interesaba de una forma romántica y si uno se ponía a observar detenidamente, en general los miembros no rechazaban los mimos de Tae.

Con esa estupidez, si en negritas, trataba Taehyung de elucubrar explicaciones para justificar el querer estar pegado a Kook la mayor parte del día, el aventurarse a interacciones cada vez más íntimas... Según él cuando Kook le colocara el límite, él lo respetaría y se alejaría cortésmente, pero sin haber una frontera claramente establecida ¿qué le impediría seguir explorando aquel país?

[...]

Si hubiera que hacer una estadística, se podría decir que de 7 noches a la semana, Kook iba a dormir por lo menos 4 en la cama de Tae, pensaba Jimin, cuando notaba cierto tono de coqueteo entre los menores de la agrupación, se había atrevido a llamarlo así, por la sonrisa y ojos brillantes que ambos tenían cuando interactuaban. Sobre todo en las horas antes de dormir, que era cuando Jimin estudiaba su teoría con mayor detenimiento, desde hace unas dos semanas... y hoy era una de esas 4 noches, en las que no sabía porque, se sentía feliz por Taehyung.

Indescriptible era el sentimiento que generaba en Tae, el hecho que Kook se quedara a dormir con él, iniciaba con algo como la placidez y la satisfacción de encontrar la suerte o de cumplir una misión, luego un deje de culpa cuando el pensamiento ¿qué estás haciendo? hacía su gloriosa aparición, ciertas pizcas de vergüenza ante las risillas socarronas que daba Jimin en ocasiones y la que más prevalecia, el deseo. Cuando ya no había luces en la habitación y las cobijas parecían ocultar sus intenciones, podia perderse en el sentido literal y estricto del término, en el aroma y el calor que le brindaba Kook a su lado.

Y digo perderse porque cada vez Tae perdía más su autocontrol, se enturbiaban más y más su pensamientos hasta que llegada esta noche terminó por caminar un poco más allá en este inexplorado país donde la fragancia de su compañero lo embelesaba a aproximarse más. Pegó su cuerpo al del maknae que se encontraba boca arriba y depositó un delicado beso en su cuello, que dejó hirviendo la superficie de sus labios y no supo cuando esta sensación abarcó su vientre y su cabeza, iba dibujandose una sonrisa en su rostro cuando le llegó una acusadora conciencia: "pareces un acosador" y ahí engalanada llegaba la molesta sensación de culpa, que hizo que se volteara dando la espalda a su compañero y la bienvenida a la frustración.

El problema (Uno de tantos claro), era que cuando Tae avanzaba un poquito más, quería seguir otro poquito, la exploración de aquel país le parecía encantadora y como dije antes, todos cometemos nuestros pecadillos de un capitulo mas y me voy a dormir, ¿quién podría culpar a Tae por tomar la costumbre de darle un lindo besito o dos lindos besitos a su compañero antes de ir a dormir? ya saben un poco de cariño "fraterno".

Los ojos de Jeon mirándolo... fijamente justo después de darle los ya acostumbrados besitos nocturnos de despedida en el cuello, Tae ya se había aventurado al límite de 3 y "no más", cuando asumió estúpidamente después de algunas noches acumuladas que Kook ya estaba "dormido". Esos ojos, fueron los que le dieron la respuesta a las preguntas que antes nos formulamos. A Tae se le fue el el calor de sus labios, las cosquillas en su vientre, el aire, la euforia, yo creería que hasta el alma, al ver esos ojos que sorpresivamente esa noche bajo las cobijas sacaron del anonimato sus acciones y le devolvieron la mirada.

No se "sale del closet" una sola vez  [Vkook/Kookv] COMPLETA. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora