Capitulo 3. La perspectiva de Jimin

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Desde sus primeros días como trainees, Jimin y Tae habían hecho una especie de click, quizá porque compartían la misma edad o quizá porque la forma cariñosa y alegre de ambos hizo que cualquier barrera entre ellos fuera prácticamente invisible. Sin embargo, La sensibilidad de Jimin, no solamente se limitaba a brindar cariño y mimos hacia los demás, también era un buen observador, conocía definitivamente cómo y cuándo actuar.

A lo largo de estos años de convivencia con el chico que compartía su edad y ahora habitación con él, había notado que en medio de su característica jovialidad y ternura se entretejía una disimulada máscara. Tae, a pesar de mostrarse cómodo con las interacciones con los demás, jamás hablaba de él mismo a profundidad, ni de sus preocupaciones; cuando las lágrimas inundaban sus mejillas las limpiaba rápidamente y daba explicaciones más bien superficiales de lo que le pasaba... por eso era, en lo que al menos a Jimin respecta, que la gente podría terminarse llevando una impresión equivocada de Taehyung.

Es decir, que al verlo siempre tan alegre, tan jovial, tan "sumido en un mundo sin preocupaciones" podrías creer realmente que era un niño rebosante de fresca alegría. Pero Jimin había visto más allá de lo que podríamos llamar una "actitud infantil" , razón por la cual se había dedicado a seguirlo y a mostrarse siempre disponible para cuando él por fin quisiera sacar sus preocupaciones de debajo de la cama.

—¿Listo para que te dé una paliza?—preguntaba un divertido Jimin mientras insertaba un disco en la consola de videojuegos de la habitación que compartía con Tae y con Hoseok.

—¿Listo para que te dé una paliza?—replicaba una voz burlona que trataba de imitar lo que acababa de decir—Huyng, esa declaración es demasiado arrogante si tenemos en cuenta que el que da las palizas aquí soy yo—Agregó JungKook ,ya utilizando su propio tono de voz mientras atravesaba el umbral de la puerta de la habitación que ya parecía suya, como ya era costumbre y respondía a una amenaza que no iba dirigida a él.

Kook tomó lugar en la cama al lado de quién fue amenazado, es decir Taehyung, quien a su vez se recostó en la espalda del maknae y empezó a consentir el lóbulo de la  oreja del más joven sin retirar la vista de la pantalla del televisor en donde Jimin iniciaría la partida.

—El comentario iba dirigido obviamente a la persona que comparte esta habitación conmigo—Mencionó Jimin, respondiendo a la provocación del menor agregando un tono juguetón pero acusatorio a su voz.

El aludido se tensó levemente pero no agregó nada, sólo tomó uno de los mandos de la consola que tenía más cerca, con la única disposición de hacer pedazos a Jimin, en lo que al mundo virtual respecta.

A Jimin le había comenzado a llamar la atención algo del comportamiento de los 2 menores que él, por lo que había visto con anterioridad suponía que las cosas iban a ir de la siguiente manera: Iban a divertirse mientras jugaban, pero como sólo había dos mandos, uno tenía que esperar su turno, y ¿qué se iba a colocar a hacer Tae mientras esperaba que le tocara su turno?. Sí, exactamente lo que se estaba colocando a hacer ahora mismo, en tanto Jimin y Kook comenzaban a elegir las características de los personajes con los cuales se iban a enfrentar, Tae rodeaba la cintura de Kook con ambos brazos y apoyaba su mentón con en uno de los hombros del más joven.

¿Qué le llamaba la atención a Jimin?, básicamente dos cosas, la primera, que a pesar de que Tae se comunicaba a través de los abrazos y los mimos con todos en el grupo, si hubiera que elegir con quien tenía o prefería tener más comunicación, definitivamente sería el chico con el que él estaba a punto de batirse a duelo y dos, pareciera como si Jungkook buscara esa comunicación, puesto que de forma intencional y nada deliberada se colocaba frecuentemente cerca de Tae, acomodándose a él, cosa que era de resaltar porque para su caso, después de Tae, el miembro con el que mejor congeniaba era Jungkook, era el bebé, era su bebé, pero su bebé contrario a todo pronóstico era más esquivo, se podría decir hasta más tosco con él en comparación con el tierno de Tae.

Ya llegadas las 11 de la noche con la promesa de un día totalmente ajetreado para mañana y una paliza en los traseros virtuales de Jimin y Tae, este último había iniciado la activación del siguiente nivel de comunicación con Kook. En las últimas noches Tae había comenzado a alargar el tiempo de la despedida de ambos, se ceñía con fuerza a la cintura de Kook, hacía pucheritos y comenzaba a preguntar en una voz infantil, si ya los iba a "abandonar".

—¿ Para qué te vas?, dónde está tu corazón allí está tu hogar—mencionó Jimin en un tono burlón mientras se deslizaba en sus cobijas y ¿por qué no? trataba de ayudar a Tae a salirse con las suya.

Según los cálculos de Jimin, Jungkook había "resistido" 4 noches, él había apostado, con él mismo por su puesto, que el bebé "caía" al séptimo intento por mucho. El maknae se deshizo del abrazo de Tae, se dirigió al interruptor de luz y acto seguido se acomodó en la cama de su hyung más querido. Logro desbloqueado pensaba Jimin, habia ganado su "auto apuesta" sin saber porqué, feliz de que Tae consiguiera lo que quería.

A tan temprano inicio Jimin no alcanzaba a hacerse una idea de a dónde los iba a llevar "su teoría". El programa acababa de comenzar y él no se iba a perder ni un capítulo.

No se "sale del closet" una sola vez  [Vkook/Kookv] COMPLETA. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora