Matémonos || Rauw Alejandro (Completa)

Veinte

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Aún seguíamos en el Centro Comercial, desde que salimos del Victoria Secret hemos estado entrando en otras tiendas...

Pero, yo aún notaba esa sensación tensa entre ambos, ya que eso que hizo de dejarme, me sigue pareciendo sospechoso.

Y voy averiguar el porqué.

- Ra' Rauw Alejandro. —desperté de mis pensamientos al notar voces conocidas acercarse—

- Dimelooo Lenny. —se saludan—

- ¿Que hay parcero? —otra voz conocida—

- Feid, ¿que haces por PR?

- Mostrándole la isla, y las mamis bellas qué hay. —dice— ¿no es así Raúl?

Noté como me miraron.

- Aja —sonrió algo incómodo— les presento a Nashaly, mi prima.

- Hello...—los salude a los dos—

- Lenny tenia razón parce' —susurra Feid—

- Con que tú prima cabrón. —se ríe Lenny— ¿que estaban haciendo por aquí?

- Pues, paseando, distrayéndonos un poco, y ya..ya sabes, vine a comprarle algo a Carolina...—dice Raúl señalando MI bolsa de ropa—

- Ah, entiendo.

- Si, y como tú sabes que entre mujeres se entienden, le pedí el favor a Nasha. —me señala y se rieron—

- Un babydoll —sonrió pervertido Lenny para después mirarse con Feid—

- ¡uy si! —dicen al unísono—

- Ese es el regalo perfecto. —dice Lenny—

- Verdad que si, y uno tan bobo pensando en regalarle unos bombones...

- ¿De que hablan?

- Este cabrón, lleva más de 2 horas pensando en que regalarle a la novia.

- Y ya se el que...

- Bueno, nos vemos después, nosotros nos
vamos...—dice Lenny despidiéndose—

- Dale, me llamas pa' eso...

- Si, yo te llamo. —se van alejando— por ahí vi a la tuya trabajando en una tienda...

- ¿Sigue ahí, no?

- Si —dice Lenny desde lejos—

- Okey, gracias bro' —se van—

Seguimos caminando, y en mente iba repitiendo una y otra vez las palabras que Lenny había dicho antes de irse...

- ¿Con que tú lo compraste, no? —le quite mi bolsa de ropa—

- Era la única manera de que no sospecharan..—dice mirándome—

- Aja —dije—

En eso pasamos por una tienda, en la cual Raúl de paro, y miro atentamente adentro.

- ¿Que pasó?

- Aquí trabaja Carolina.

Lo mire, y sin reaccionar entramos.

- ¡Mi amor! —escuche una voz, y alce mi mirada, en esos momentos apareció Carolina corriendo hacia Raúl....

Los mire, Carolina beso con todas sus fuerzas a Raúl, y el igual, la abrazo, y pasó su mano por el mechón de su pelo...

- ¿Como estás mi amor? —escuche la voz dulce de Raúl mientras miraba a Carolina...

Pude ver la reacción y la mirada que tuvo al verla, ese brillo que no tiene cuando me ve a mi o cuando estamos consumiéndonos...

Sinceramente me sentí mal, me sentí como un juguete, o mejor dicho me sentí como "el polvo de emergencia".

- ¡Nashalie! —exclama al verme y me abraza— ¿cómo estás mamacita?

- Bien. —dije tratando de ser lo menos fría, pero lo mal que me sentía en esos momentos no me dejaban....

No volví a alzar mi mirada, ya que sentía que en cualquier momento iba a romper a llorar...

Ellos dos siguieron hablando, hasta yo misma notar que sobraba ahí, ya que literalmente se alejaron...

Lo único que hice, fue suspirar, morder mi labio, e irme de ese lugar....con la cabeza abajo.

Me paré en la esquina y me subí al taxi.

- ¿Pa' donde te llevo?

- Urbanización Ciudad Jardín de Carolina. —dije mirándolo y empezó a conducir—

En todo el camino estuve mirando por la ventana, pensando en esta ilusión que yo misma creé y creí de que algún día podia cumplirse y ser real.

Pensando en la tontería tan gran que estoy creando en mi cabeza, pensando en que...terminé enamorándome yo...

La que un día dijo de que esto no podía ser posible, fui yo la que prometió que no se enamoraría...

Y fui yo, la primera en caer.

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- ¿Nashaly? ¿tan rapido estás aquí? —escuche la voz de mi mamá al entrar a casa—

- Si —dije seca—

- ¿Te pasa algo mija'? —escuche la voz de mi papá preguntándome—

- No, nada pa' —dije subiendo las escaleras— no te preocupes, solo son cosas mías...

- Viniste en un taxi. ¿que pasó con tu primo
Raúl? —dice mi mamá mirándome—

- Nada, simplemente se quedó en el mall y ya. —dije tratando de subir las escaleras para que dejen de interrogarme—

- ¿Estás segura?

- Mamá, esto no es un juzgado. —dije—

- Déjala...—noté el susurro de mi papá— ya lo sabremos después...

Los mire para después seguir mi camino, subí las escaleras y entre a mi habitación, cerré la puerta, y me tiré sobre la cama...

Que estupida soy.

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