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''¡Vamos por ese bebé!''

Harry.

Tenía miedo.

Sabía que quizá estaba cometiendo el mayor error de mi vida, pero quería hacerlo, por Melody. No estaba seguro si estaba verdaderamente enamorado de ella, pero desde que me había planteado la idea de tener un pequeño bebé, había aceptado con casi facilidad.

Melody no podía tener hijos, pero deseaba tenerlos al igual que yo. Los niños eran mi completa debilidad, además, ella me lo había suplicado, diciendo que lo mantendríamos en secreto, algo que también me había hecho aceptar. Jeff, no había estado acuerdo, sin embargo, había terminado por dejar hacerlo, con la promesa de que aquello no podía salir a la luz.

Un completo secreto.

Pero algo que también me daba vueltas es... ¿Por qué hacerlo con alguien que quizás no amas?, pues... no lo sabía. Aún así, sentía un gran afecto por Melody y, digamos, que no la pasaba mal con ella, ya que era una chica graciosa, bonita y humilde. Suponía, que quizá solo eso bastaba para estar con alguien y ser feliz.

Melody, en pocas palabras, era una gran mujer.

—¿Estás nervioso? —preguntó.

Alcé la vista de mis manos entrelazadas sobre mi regazo y la observé con una pequeña sonrisa. Asentí brevemente y esta se sentó a un lado, apoyando su cabeza en mi hombro mientras soltaba un suspiro.

—Me siento muy feliz Harry.

Dejé que mi mejilla descansara en su cabeza mientras miraba hacia adelante.

—¿Lo estás?

—Lo estoy. Gracias por querer hacer esto conmigo.

—Sabes que haría cualquier cosa para que seas feliz —hablé en un susurro, antes de besar su cabeza y levantarme para ir al baño—. Necesito ir al sanitario, vuelvo enseguida.

Asintió.

Cuando me alejé de ahí, pasé la mano por mi cabello con más nerviosismo que antes. Miré sobre mi hombro a Melody y volví la vista hacia adelante, caminando con más rapidez antes de que nos llamaran. Y, al escuchar el móvil sonar con un nuevo mensaje, lo saqué del bolsillo para ver a Jeff hablarme.

No sabía si contestarle, él aún estaba algo molesto con lo que estaba haciendo.

De pronto, alcé la vista hacia el baño y observé a una chica observarme con algo de curiosidad. Esta me dio una pequeña sonrisa y se la devolví para volver a la pantalla del móvil, dándole una respuesta corta a Jeff. Cuando por fin corté aquella conversa, observé hacia el baño, pero al notar que aún aquella chica me observaba, maldije mentalmente, pensando en que quizá sería una fan.

No estaba en condiciones de ser descubierto tan pronto en esa clínica.

—¿Estás bien? —pregunté.

Ella me miró sin comprender, pero pronto soltó una pequeña risa.

—Oh, sí, tranquilo —dijo riendo.

Enarqué una de mis cejas mientras la observaba.

Parecía una buena chica.

—¿Eres... fan? —pregunté, algo preocupado.

—¿Fan?

Ahora, parecía confundida. Quizá, no era una fan como suponía. Todavía estaba a tiempo de escapar del lugar para no ser reconocido.

—Oh...

Iba a despedirme, pero ella me detuvo observándome aún más que antes, como si estuviera analizándome con su mirada. Me sentía intimidado por ella, ya que su mirada era demasiado curiosa y juguetona, como si le encantara realizar bromas o reír. Pronto, pasó sus ojos hasta mis manos, quedándose más tiempo en ese lugar que en mi cara.

Vientre de alquiler [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora