Vientre de alquiler [H.S]

19

[¡Hay un capítulo antes de este por si es que no lo leíste!]
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''Stockholm Syndrome''

Harry.

—Me siento en el paraíso —comentó Mitch, lanzándose en una hamaca que había en el gran patio de la casa, y colocaba al mismo tiempo sus gafas negras.

Mitch había tomado confianza, ya no parecía ser ese chico que había llegado al estudio con timidez, casi sin hablar y solo tocando su guitarra u opinando de vez en cuando. Nop, ahora estaba más suelto, más alegre y más conversador, lo cual, me agradaba bastante.

Tomé de la orilla de su hamaca y la moví con fuerza, logrando que se sostuviera con ambas manos para no caer. Solté una risa y miré hacia el frente, en donde se podía ver con claridad el mar en donde estábamos hospedándonos.

—Creo que podría vivir fácilmente aquí —comenté soltando un suspiro mientras veía el atardecer—. Gran clima, linda casa y una bonita vista al mar.

Mitch cerró sus ojos y colocó sus brazos bajo la nuca.

—Puedes hacerlo —habló.

Lo miré.

—No me gustaría vivir solo —hice una mueca—. No me agrada la soledad. Prefiero estar con más personas a mi alrededor...

—¿Busca una novia?

Entrecerré mis ojos observándolo.

—Estoy recién saliendo de una, no pienso meterme tan luego en otra. Además... —apreté mis labios antes de hablar, pensando en si era correcto confiar en él—. Además hay algo...

Él abrió sus ojos curioso.

—¿Qué es ese algo?

Mitch se sentó en la hamaca, dejándome un espacio para que me sentase a su lado y nos balanceáramos con suavidad. Habíamos entrado en un pequeño ambiente más íntimo, en donde solo dos amigos trataban de confiar en el uno y otro.

—¿Te conté que Melody no podía tener hijos? —pregunté.

—Sí, recuerdo que me comentaste algo, pero creí que no era necesario indagar en el tema... Supongo que era un tema difícil.

Asentí.

—Bueno... —rasqué mi cuello con nerviosismo—. Melody quería un hijo... Así que alquilamos un vientre —hablé, como si decirlo hubiera sido un gran alivio para mí.

No era lo mismo que contarle a Jeff o mi madre y Gemma. Necesitaba un amigo de confianza, alguien que no me juzgara y me reprendiera siempre por mis malos actos, ya que tenía bastante claro sobre mi mierda. Solo quería una persona con quién hablar siempre y, sabía que Mitch era el indicado.

—¿Alquilaron un vientre? —preguntó con sorpresa para luego mirarme de manera expectante—. Y... ¿Funcionó?

Tapé mis ojos con el antebrazo mientras aún continuábamos en ese balanceo de atrás hacia adelante en la hamaca.

—Funcionó... y no fue ese método —lo miré con vergüenza—. Le fui infiel a Melody... Iba a terminar con ella, pero ya ves —di un resoplido frustrado—. Ahora seré papá. Melody no sabe esa parte de la historia. Ella solo sabe que no estoy enamorado.

—Vaya...

Apreté mis labios.

—También hay más —desvié mis ojos hacia el frente, en donde habían una palmeras—. Estoy teniendo sexo con esta chica. Sexo sin ataduras.