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''Primeros latidos''

Harry.

—Melody decidió terminar la relación —hablé a Jeff—. Ella descubrió que... que no estaba enamorado de ella —le digo mientras lo observo con algo de vergüenza.

Jeff se mantuvo sereno.

—Una decisión sabia, pero también estúpida —comentó aún manteniendo su vista hacia el frente en la carretera—. ¿Qué harán con el bebé? ¿Lo darán en adopción? —preguntó con un tono de sarcasmo.

—Le dije que también me haría cargo de él, que no lo abandonaría —respondí al mismo tiempo que fruncía mi ceño—. Nunca podría hacerle eso. El bebé será mío, no puedo abandonarlo.

Lo vi soltar una exhalación antes de mover su cabeza con desgano.

—No pienso darte un sermón de lo que está bien y de lo que está mal Harry, porque ya deberías saberlo —comenzó a decir—. Ahora, solo nos queda cruzar los dedos para que Melody no haga de esto una noticia.

Aún con mi entrecejo fruncido, lo observé algo fastidiado.

—No lo hará —aseguré—. Melody no es así.

—Está bien, lo que digas —encogió sus hombros.

No tenía demasiadas ganas de seguir con esa conversación y, al parecer, él tampoco, así que tan solo nos mantuvimos callados y con la música en alto dentro del carro. Jeff manejaba mientras yo continuaba en mi móvil, tecleando a Mitch sobre nuevas ideas.

Cuando Jeff dobló por una intersección, volvió hablar llamando mi atención.

—¿Qué hay de esta chica? ¿Te has comunicado con ella? —interrogó.

Apreté mis labios pensando en ello.

La verdad, es que tampoco había tenido comunicación con Heather. Y, no quería sonar un insensible, pero lo prefería de ese modo, ya que cada vez que estaba cerca de ella, perdía la cordura, logrando que cometería estupideces de las cuales después me arrepentía.

—No —contesté volviendo mi vista al móvil.

—Ella tendrá a tu bebé —me recordó—. No puedes dejarla fuera de todo. Y no te digo que le comentes tu termino con Melody, si no que preguntes su estado —me habló casi con reproche—. Es una mujer embarazada.

Resoplé.

—¿Crees que no lo sé?

—A veces pareciera que no Harry —me observó de reojo—. ¿Te volviste acostar con ella? —preguntó sorpresivamente.

Me quedé en silencio mientras dirigía mi vista hacia la ventana de mi puerta. Sabía perfectamente que me estaba delatando, pero admitirlo, sonaba mucho peor.

Me avergonzaba decirle a Jeffrey que había sido yo el que había tomado la iniciativa la segunda vez que nos habíamos acostado. Y, no tenía una estúpida escusa para eso, ya que aquel día, había pensando demasiado en cómo había escrito una jodida canción donde involucraba a Heather; Una canción que ella sabría perfectamente que era suya cuando la escuchara.

—¿No responderás?

Tragué saliva volteando a verlo nuevamente.

—Lo hice... —confesé para luego morder mi labio inferior—. Y sé que estuvo mal, pero no podía quitármela de la cabeza Jeff...

Soltó una risa.

—¿Te enamoraste de la chica?

—¡No!

Vientre de alquiler [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora