Vientre de alquiler [H.S]

31

''La calma antes de la tormenta''

Heather.

Observé a Harry.

Él se encontraba recogiendo parte de sus prendas para luego dejarlas sobre el sofá y colocárselas mientras miraba hacia la nada, como si estuviera analizando la situación en la que nos volvíamos a encontrar. Mientras yo, ya vestida, lo miraba para encontrar el inicio de la conversación para acabar con esto.

Harry me observó de reojo cuando colocó su playera, pasó la mano por su cabello y soltó un suspiro frustrado cuando dejó caer su mano a su costado.

—Necesitamos descansar —dijo.

Mordí mi labio con nervios, al mismo tiempo que jugaba con mis dedos entrelazados sobre mi regazo.

Después de nuestra conversación anterior, él, no había hecho demasiado para continuarla, pero esta vez, necesitaba encontrar una respuesta clara. No iba a dejar que sucediera lo mismo que aquella vez en el hotel, en donde solo desviaba la conversa para no entrar a una incomodidad. 

Sabía que él estaba borracho, pero también consciente de lo que estaba pasando. 

—No me mires así...

Me coloqué de pie para estar en frente de él.

—¿Por qué siempre lo haces? —pregunté. 

—¿Hacer qué? 

Solté una risa con poco humor. 

—Hace un momento, tú mismo me has dicho que nuestra conversación había quedado inconclusa y... ahora lo estás haciendo de nuevo —le digo mientras lo veo luchar con sus pensamientos—. Me confundes Harry... No te entiendo. 

Apretó sus labios antes de hablar y me observó. 

—Tienes razón. Soy un cobarde... un cobarde que no puede admitir cuanto lo siente —habló casi en un murmullo—. Nunca quise causarte este daño Heather, pero... ambos caímos muchas veces. 

—Sí, es verdad. Ambos caímos —le digo con firmeza—. Sin embargo, sabes de mis sentimientos. Te los dije en el hotel y, no eres capaz de decirme si en verdad sientes algo por mí. Solo logras que me confunda... 

Estaba tan frustrada. 

—Te quiero... —confesó.

Negué con la cabeza y reí. 

—Pero no me quieres de esa forma Harry... —sonreí levemente, sintiendo mi pecho palpitar con más fuerza que antes—. Los dos lo sabemos. ¿No es así?

Se quedó en silencio. Lo que me hizo dar a entender que lo que suponía, era verdad. Harry no me quería de aquella manera que yo deseaba. Él, solo tenía esa extraña manera de quererme por haber dado vuelta su mundo de una manera distinta. 

No tenía ni idea de cómo sentirme en ese momento. 

—Lo siento... 

Mi garganta se apretó.

Quería llorar, pero no en frente de él.

No quería seguir humillándome.

—Creo que es mejor que perdamos el contacto —traté de hablar, logrando que mi voz no se cortar—. No podemos seguir de esta manera. Tienes una novia... 

Noté como tragaba saliva con nervios. 

—Sé que soy un estúpido Heather. No quiero que me odies...