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"¡No soy una jodida santa!"

Heather.

—¿Le dijiste que deseabas ser su amiga? —preguntó incrédulo—. ¿Y no lo eran antes? —ríe mientras mueve su cabeza hacia los lados.

—Pues, es una amistad extraña —hinqué mis hombros.

—¿Y qué hay de acostarse con él? ¿No deseabas eso antes?

Di un pequeño resoplido antes de contestar.

—No lo sé. Me siento extraña ¿sabes?

—Ustedes son extraños —aclaró Will—. No los comprendo. Un día sí y al otro no... ¿Qué les pasa? —bufó al mismo tiempo que tomaba un tazón y lo analizaba entre sus manos—. ¿Crees que le guste a mi abuela? —apuntó al objeto.

Volteé mi cabeza hacia él para observar el tazón. Y cuando creí que tendría algo al fin, no fue así. Will sostenía un tazón en forma de pene mientras realizaba el gesto de estar masturbandolo con rostro placentero. Unas cuantas personas lo observaron con indignación mientras caminaban hacia otro lugar de la tienda.

Solté una risa.

—Bueno, a menos que tu abuelita sea una vieja cachonda, espero que sí —molesté mientras continuaba viendo por los estantes—. Es un buen regalo. Yo lo ocuparía para las visitas en mi departamento —bromeé.

—Iría cada día —dijo dejando el objeto en su lugar.

De pronto, entre los miles de objetos que encontré, miré un par de camisas colgadas perfectamente en la orilla del ventanal de la tienda. Eran camisas con estampados de bandas, lo que me pareció una buena oportunidad para comprar algo para mí.

Al acercarme, re busque mientras hacía muecas de disgusto y algo fastidiada por no ver algo que me gustara. Sin embargo, antes de alejarme de ahí, observé uno de los estampados con una gran sonrisa.

—Will —llamé su atención—. ¿No es algo excelente para molestar a Harry? —pregunté al imaginarme su reacción fastidiada.

Él se acercó quitándome la camisa y observándola con una sonrisa divertida.

—Deberíamos comprarla —asintió estando de acuerdo.

La coloqué sobre mi con su gancho, viéndome en el espejo que había detrás de nosotros. Will, alzó su móvil y sacó una foto mientras aún continuaba mirándome y haciendo caras graciosas con la camisa.

Quizá no habíamos encontrado aún un buen regalo para la abuela de Will, pero al menos nos estábamos divirtiendo con una camisa de one direction, con los rostros de ellos estampados en la tele blanca.

Sip, definitivamente la quería para molestar al ojiverde.

Media hora más tarde, salimos del lugar con un tazón y una camisa de one direction. Y nop, no era aquel tazón en forma de pene. Era un tazón que decía ''odio a todo el mundo'', algo en lo que estaba de acuerdo por supuesto. Will lo había encontrado mientras pagaba por esa polera, ya que no deseaba seguir buscando por las tiendas de ese mall.

—Tengo hambre —resopló él.

Llevé una mano a mi estómago.

—Yo también. ¿No deberíamos ir por algo? —le pregunté mientras miraba la zona de comida, en donde muchas personas disfrutaban de ella—. Una hamburguesa estaría bien.

Cuando nos acercamos, pedimos algo que nos pudiera satisfacer y, decidimos llevarnos la comida hacia otro lugar, quizá donde hubiera una zona verde. Will, llevaba la bolsa entre sus manos y, el olor que salía de ella, hacía que mis tripas comenzaran a sonar. Sin embargo, al ver que no podíamos encontrar una zona adecuada, terminamos llegando al salón de tatuajes.

Vientre de alquiler [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora