Vientre de alquiler [H.S]

12

''Harry, seré un ángel''

Harry.

Melody tomó de mi mano sobre la mesa mientras mamá nos hablaba, queriendo buscar mi tacto después de haber conversado sobre el bebé que Heather esperaba. Gemma, se había quedado algo shockeada ante la noticia, pero después de unos segundos, trató de fingir felicidad, aunque sabía a la perfección que eso era lo que menos sentía en ese instante. De todos modos, trató de disimularlo lo mejor posible.

—No pensé que iban tan en serio —comentó mi madre—. ¿Se casaran?

Miré de reojo a Gemma, quien esperaba mi respuesta con una ceja alzada.

—¡Claro que sí! —respondió Melody sonriente—. Solo queremos esperar un poco... ¿Verdad? —me observó ansiosa.

Me sentí presionado.

—Eh...

Rasqué mi mejilla y, tan pronto como pude, arrastré la silla hacia atrás, con la escusa de que debía utilizar el baño. Melody carraspeó su garganta incómoda y mamá cambió la conversa cuando escapé de ahí.

Cuando llegué a lo que era mi habitación antiguamente, me quedé de pie en el umbral. Miré el lugar con algo de nostalgia e ingresé sentándome en la cama. Mamá aún mantenía el cuarto tal cual como lo había dejado cuando salí de casa para unirme a la banda.

Incliné mi cuerpo hacia adelante y apoyé mis codos en las rodillas mientras veía un punto fijo en el suelo, como si en ese sitio encontrara la respuesta a todas mis inquietudes y dudas.

Había llevado a Melody a Holmes, a visitar a mi madre para la cena que nos había preparado, ya que hace semanas no nos veíamos. Lo que no esperó, es que también llegara junto con mi novia. Anne, al igual que Gemma, no se sentían bastante entusiastas con aquella relación. Sin embargo, respetaban mis decisiones en silencio, creyendo que eso era lo que me hacía feliz.

—¿Por qué escapaste así? —oí a Gemma desde la puerta—. ¿Es que a caso le tienes pánico al matrimonio? —molestó mientras se acercaba a mi lado.

Solté una risa pequeña.

—¿Tan afligido me veo?

—No disimulas tan bien Harry... —sonrió levemente—. ¿Qué sucede con Melody? ¿Hay algo mal?

Entrelacé mis dedos e hice una mueca.

—No es tan fácil de explicar...

—¿Por qué no me comienzas a explicar por lo del bebé?

—¿De verdad quieres hablar de eso ahora? —le pregunté mirándola de reojo.

Gemma se colocó de pie, caminó hasta la puerta y verificó que nadie estuviera escuchando, luego, la cerró mientras se apoyaba en ella para observarme con escrudiño.

Realmente parecía seria.

—No sé cómo comenzar a explicar todo —pasé una mano por mi cabello—. Solo puedo decirte que estoy bastante abrumado con todo lo que está sucediendo —suspiré.

—¿Por qué querías un bebé con Melody? —preguntó—. ¿Estás enamorado?, porque no lo veo de esa manera hermano.

Me fue inevitable volver a reír.

Gemma estaba realizando las mismas preguntas que Heather, la chica a la cual no veía hace unos días. Ni siquiera nos habíamos contactado por mensajes después de besarnos de esa manera. Melody era la única que estaba al tanto en esos días con ella.