MUESTRA DE AMOR

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Jensen se quedó mirándome fijamente y frunció el ceño- ¿cómo?

-Que quiero acostarme contigo - arrastré las palabras mientras mi corazón latía con fuerza.

-¿E...estás seguro?

-Completamente seguro- lo miro confundido- ¿tú no quieres?

-Si, es sólo que no lo esperaba- carraspeó su garganta.

Sonreí y me acerqué a él para besarlo de nuevo. Mi lengua luchaba con la de él para tener el control mientras mis manos sudorosas desabotonaban su camisa.

-Mejor vayamos al asiento trasero, es más cómodo - replicó mientras yo asiento y me sonrojo de nuevo, me estiro y me siento al filo de la puerta del asiento trasero esperando a Jensen. Se acomodó encima mío sin lastimarme y tomó mi cuello para volver a besarme. Termino de desabrochar su camisa y la aviento a cualquier parte dejando su cuerpo al descubierto. - ¿Te gusta lo que ves?- dijo al verme embobado.

-El fútbol le ha caído bien a tus abdominales- afirmo repasando mis manos allí.

-Haré lo posible e imposible para que tu primera vez sea como siempre la soñaste- humedeció sus labios.

-Ya lo es, porqué estás tú.

El pecho de Jensen se hinchó un momento con gusto y una sonrisa cálida.

Con esa afirmación Jensen tomó impulso, y bajó de nuevo a besarme, acariciando suave mi cintura y jugueteando con el borde de mi camisa.

De a poco me levantó, tocando la piel que se contrajo ante el contacto. Aquella mano siguió camino hasta subir a mis pezones, haciendo que yo soltara un gemido bajo dentro de su boca.

Sin saberlo eso despertó en Jensen una necesidad un poco más cruda de hacerme suyo, su mirada no era la misma, era lujuriosa e incluso me hizo sentir escalofríos.
Me quitó la camiseta, y mientras me acostumbraba a estar así delante suyo, dejó besos cortos por mi mejilla y de a poco en mi cuello. Sentí vergüenza y empecé a mirar el vidrio del auto, que se empañaba de a poco por los jadeos que ambos soltabamos.
Me obligue a volver a mirar cuando sentí sus labios en mi estómago, y el ruido del cinturón tintineando para salir.

Jensen volvió su mirada hacia mi y me sonrió dándome confianza-Todo está bien

Mi respiración fue bajando de a poco hasta que tome el valor de desprenderme y bajar mi pantalón. Esto era lo que yo quería.

Jensen volvió a besarme e hizo el esfuerzo de separarse para por fin desprenderse de las prendas más pesadas, y sonrío de nuevo como niño al que van a regalar dulces.

Volvimos a los besos, humedos, apasionados, mientras nos frotabamos entre sí aumentando nuestras erecciones.

Jensen me regaló otra sonrisa canalla, que me hizo reír nervioso y hasta sujetarme de él, empezando de a poco a bajar por mi cintura, y bajar despacio su boxer también. Terminamos desnudos por completo al cabo de unos minutos.

La piel nos quemaba a ambos, pero no queríamos separarnos.

Mi novio empezó una danza de sus dedos en su propia boca, y luego de tenerlos húmedos se acercó a mi entrada. El empuje fue lento, tortuoso, y por cada gemido de molestia o dolor que yo soltaba, Jensen me regalaba otro beso y me miraba a los ojos susurrando que todo estaría en calma. Luego de lubricarme entró en mi con suavidad y me tomó de la cintura con tal de abrazarme.

Un solo gemido salió de los dos hasta que estuvimos por completo conectados, y nos quedamos quietos, por un tiempo que no pudimos distinguir.

Jensen empezó lento, jadeando, buscando mis labios susurrando mi nombre, yo por mi cuenta gemía debatiéndome entre el dolor y el placer. Los movimientos se hicieron rápidos mientras yo lo necesitaba más y más. De repente los gemidos se hacían fuertes y el auto se movía bruscamente.

LA APUESTA (JensenxJared)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora