¿Me amas? ★ Vkook ★

Gracias, por salvarme, por aparecer, por--

POV JUNGKOOK

Después de lo que dijo Taehyung, decidí no darle importancia, ya que cuando estaba en clase se veía muy pensativo. Supongo que el hecho de no pasar el año lo tenía un tanto distraído. Es decir, a mí si me importaría.
No importaba, pensé. Podía hablar con él cuando se encontrara de mejor humor.

Salí a buscar a Jin quería hablar con él sobre Namjoon. Estaba ansioso, muy ansioso. Empecé caminar en los pasillos y vi venir a mi hyung.

—Jin. —Lo llamé.

—Kookie. —dijo haciendo un ademán con la mano.

—Hyung. —dije esperando a que respondiera.

—Kookie, ¿Estas bien? —dijo algo preocupado.

—Sí, solo que... —no quería decirle lo que paso con Taehyung hablar con él después de tanto tiempo no sería nada fácil.

Mucho menos.

—¿Solo qué, Jungkook? —dijo con un semblante que pasó de ser amigable a serio y luego preocupado.

—Nada. —Mentí.

—¿Jungkook, qué esta pasando? —dijo mi hyung con un tono impaciente y preocupado.

—Bien, te lo diré, pero antes vamos a comer ¿Sí?

—Dime. —dijo el muy poco convencido.

Llegamos a la cafetería y ocupamos una de las mesas que estaban libres. Iba hablar, pero mi hyung me interrumpió

—Bien, ¿Jungkook dime qué —quién— te trae de esta forma?

—Bueno. —no podía no siquiera articular bien lo que diría. Mierda. Si mi hyung me escuchaba decir eso, me mataría, sin duda. Reí para mí.

—¿Jungkook? —llamó él sacándome de mis tonterías.

Solté un suspiro y comencé a hablar. —Es sobre mi madre. —no era mentira. Mi madre era un tema aparte. Su constante ausencia no era para menos. El hecho de que ella esté viajando por trabajo para darme todo lo que "necesito" cuando lo que más necesito es a ella. Absurdo ¿no? los padres siempre trabajan para darnos "Todo", pero se olvidan de nosotros. La última vez quise decirle "Te quiero a ti mamá, no al puto dinero", quise.

—Jung- —interrumpí a mi hyung.

—No quiero que te sientas mal, hyung. La extraño demasiado, no la he visto en mucho tiempo. —Sin darme cuenta unas lagrimas empezaron a brotar de mis ojos. ¿Un año?

Pude ver como Jin se acercó a mí para brindarme un abrazo cálido. Aún recuerdo él día que lo conocí, él me salvó.

Estaba en uno de los tantos pasillos sosteniendo mis libros, cuando, unos chicos se acercaron y me acorralaron.

—No-o me ha-a-gan da-a-ño. —Mi voz se rompía y yo no podía hacer nada.

—Acaso estas asustado, pequeño. —dijo uno de los chicos con cierto tono burlón.

—… —quería responder, pero las palabras no salían.

—¡Responde!, ¡Maldita sea, responde!—dijo el mismo chico

—… —las palabras no salían de mi boca por más que quería. No podía.

—¿Vas a responder? —dijo otro chico que se veía impaciente.