Silencio (pausada/cancelada)

02

Tres malhechores estaban atados a estacas en una de las celdas mas grandes, siendo iluminada por diversas luces. Los tres estaban pidiendo piedad al alfa que se encontraba a algunos metros de distancia de ellos. Él solo los miraba con desinterés, debió deshacerse de esas plagas desde hace un par de semanas pero decidió esperar hasta hoy para entrenamiento.

La joven de quince años miraba con el mismo desinteres que él Alfa a los hombres que le miraban en búsqueda de piedad... ya que pensaron... era su hija.

El Alfa se posiciono detras de la joven, posando una mano en cada hombro y acercando su rostro susurro...

-¿Ves a esos hombres?.- ella asiente.- ¿Que crees que son? Vamos... puedes responder.

Ella dudo un poco antes de responder ya que casi nunca usaba su voz para otra cosa que no sea cantar. Y lo mas seguro es que su voz estuviera mas ronca de lo normal.

-V-violadores, as-sesinos, ladrones.- y en efecto, era mas ronca de lo normal.

Pero le importaba, mientras no recibiera alguna clase de tortura por hacerlo todo estaría bien.

Durante los tres años de su "entrenamiento" ella había aprendido mucho a decir verdad... aprendió a usar armas de fuego, navajas, cuerpo a cuerpo, arco y flecha... cosas que le beneficiarían tanto al Alfa como a ella misma. Ademas de que ella sabia la lengua muerta... una lengua antigua que anteriormente era manejada por los primeros para hablarle a la Diosa Luna y que esta le correspondiera exitosamente, pero con el pasar de los años esta lengua se fue esfumando a tal punto de no existir mas... siendo los bendecidos con el don en tener la capacidad de hablar este idioma. Un idioma sumamente extraño.

-Acertaste a la primera.- dijo.- ¿Que crees que hay que hacer con ellos?.

No escucho la orden de hablar así que prosiguió a hacer señas, las cuales aprendió con la ayuda de una tutora... el Alfa ya sabia como manejar dicho idioma ya que su difunta hermana nació siendo muda y sorda, pero lastimosamente ella falleció un año atrás por enfermedad. Otra de las posibilidades que tenían los portadores del don era la comprension y retención de múltiples idiomas... facilitado el uso de su voz, pero el idioma "Ancestral" era universal y afectaba a todos los licantropos sin importar rango o color.

-Matarlos.- señalo.

-Bien, ¿y como crees que hay que matarlos? Lenta?... o rapidamente?.

-Todos de manera lenta por sus crímenes.- volvió a decir con sus manos.

-Crees poder hacerlo?.- pregunto y ella asintió.- Por cual empezaras?

Los hombres se estremecieron ante aquella pregunta, y miraron aterrados a la peliplateada de ojos extraños y piel porcelana.

-Violador.- expreso simple.

-¿Porque?.- el estaba imponiendole una prueba, dándole razones para matar a personas.

Pero ellos no eran malas personas... ellos eran inocentes, y eso es lo que ella no sabia. El Alfa estaba probandola.

-Por traer deshonor a mujeres inocentes.

-Procede.- ordeno.

Ella suspiro, nunca había utilizado su voz para otra cosa que no sea chantajear para conseguir comida o ropa.

Empezó a entonar bajas y delicadas notas con su garganta, para ella y el Alfa eran delicadas... para los hombres, sonaban como algo aterrador y peligroso. En hombre de en medio empezó a sentir malestar en su pecho que pronto se convirtio en un dolor implacable que provocaba gritos desgarradores.

Ella subia las notas y el dolor se esparcia a mas partes de su cuerpo. Los guardias que estaban en las esquinas detras del Alfa estaban fascinados por tan poder... pero era de esperarse al ser soldados y fieles seguidores de un Alfa que siempre busca conflictos y guerras a las demás manadas... teniendo como objetivo el destruirlas y hacerlas sufrir como lo hicieron con el, asesinando a su Luna de la manera las horrible posible. Fue torturada y luego apuñalarla para luego ser arrojada al bosque... donde la encontraron en un estado completamente desagradable, empapada de tierra y sangre... rastros de plata en su sangre y su corazon no estaba. El Alfa y su Luna fueron grandes lideres en el mundo mágico... y por eso se le hizo una estatua en la plaza central, donde cada aniversario de su muerte... se llenaba de velas y flores, y las fotos de difuntos que sus familiares querían que fueran cuidados en el mas allá. Dando un panorama hermoso y lleno de nostalgia.