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Ella lloraba, jadeaba... sentía dolor... dolor en su alma. No podía creer lo que pasaba con ella... en ella... lo mal que estaba su cuerpo. Había decepcionado a su padre... a su madre y hermanos. Hacia días que no salía de su habitación, no dejaba que nadie entrara... ni siquiera su mate podía pasar sin que le gritara lo inservible que ella era. Estaba sentada en el mueble que había en la ventana... mirando por la misma, con ojos brillosos miraba la luna... preguntándose ¿Porque ella? ¿Porque no otra persona?.

La puerta fue abierta con cuidado.

-Vete... no quiero ver a nadie.- dijo sin mirar. La puerta fue cerrada pero los pasos se acercaban a ella.- ¡DIJE QUE TE FUERAS!.

Volteo a ver... se quedo en silencio. Sus ojos estudiaban al intruso... ella estaba allí.

-¡¿Y-Y TU QUE MIERDA HACES AQUÍ?!.- le grito. Sentía ira.- Tu no debes estar aquí...

Lagrimas cayeron, Nahiara solo se acerco a ella. Quedandose a su lado, en completo silencio.

-Ahora no hablaras por miedo de mi padre ¿no?.- habla con burla.

-Tu padre quizás sea cruel... pero no es más que yo ni tu ni nadie en este mundo.- comento sin más, observando la hermosa luna que reinaba el negro cielo.

-Y puedes hablar?.- ella asintió.- Nunca he escuchado tu voz antes... es... reconfortante.

-Todos los que tienen una conversación conmigo dicen lo mismo.- expresa sonriendo.- ¿Porque lloras?.

-Eso no es de tu interés.- respondió cortante.

-Todo lo que pase con los hijos de la luna es de mi interés.- la joven estableció contacto visual con ella. Pero fue breve.- Tu padre... me comento lo que paso. Y estoy aquí por eso...

-Y tu porque estarías aquí? Luego de todo el daño que te hicimos... no seria razonable quedarte lejos de nosotros?.

Solo se escuchaban los animales nocturnos. El ambiente era extrañamente cómodo. La joven se sentía bien... se estremeció levemente cuando aquella mujer peliplateada coloco su mano en su hombro. Una extraña paz le invadió.

-Sabes...- dijo.- No hay razones para sentir rencor... si ya tu les haz perdonado en tu corazón.

-Como puedes decir eso? Después de todo lo que...

-Ustedes, me han enseñado mucho más de lo que yo podría aprender sola.- ella limpio suavemente sus lagrimas.- Y estoy aquí... porque es lo que debo hacer.

-¿Y que debes hacer?.

-Se... lo doloroso que es perder a un cachorro, a alguien que estaba creciendo en ti.- la joven agarra la mano de la peliplateada, mientras lagrimas caían... necesitaba consuelo.- Y te voy a ayudar.

-Ayudarme?.- ella asiente.- Como?. Silencio... quizás seas bendecida pero no eres la puta diosa.

-Mi nombre es Nahiara.- le respondió con una calida sonrisa.- Te preguntaras ¿porque Nahiara? Ese nombre se me fue dado por la persona que más amo... por mi pareja... quizás no sea la diosa, pero ella obra a través de mi. Maritza, cree en mi.

Ella se queda en silencio. Nahiara toma las manos de Maritza, teniéndolas entre las suyas, la habitación esta completamente obscura. Ella empieza a hablar en un idioma desconocido para la joven.

Maritza se sobresalta levemente al ver como sus venas empiezan a brillar en un tono blanquecino... como si la luz recorriera su ser. Esa luz... provenía de la joven peliplateada, donde sus manos tocaban su piel. Esa luz... recorrió su cuerpo, concentrándose en su vientre... donde la vida seria creada y donde la vida sera concebida. Sintió una calidez impresionante... se relajo, y sintió la paz fluir en ella.

Cuando Nahiara dejo de hablar y aparto sus manos, la luz desapareció... su vientre permaneció iluminado por breves segundos... y la luz se desvaneció de igual manera. Observo sus manos, una de ellas... tenía una cicatriz en forma de una luna... miro a la peliplateada. Nahiara acaricio la mejilla de Maritza, y la recibió en sus brazos.

-Acompañame...- le dijo, ella asintió.

Caminaron juntas hasta la puerta y al abrirla, su madre... la Luna Teresa, la abrazo fuertemente... seguida de su pareja.

Erick se acerco y abrazo a Nahiara.

-G-gracias... muchas gracias.

-Dale gracias a la Luna... no a mi.- contesto con simpleza.

El se aparto para ir donde su hermana. Mirando alrededor, sus ojos chocaron con los del Alfa... solo asintió y ella devolvió el gesto.



















































(...)

-Recibimos noticias de la manada Onix.- hablo Erick entrado al despacho.- Hubo otro ataque...

-Mierda.- expreso ella pasando sus manos por su rostro.- Debemos ir...

-Pero aun no puedes irte.- comento Valdanset.- Recuerda que estas esperando a un cachorro y...

-A ti desde cuando te ha importado mi bienestar? O el de mi cachorro? Ah?!.- le grito sin miedo.- ES MI FAMILIA LA QUE CORRE PELIGRO! NO LA TUYA!.

-No deberías hablarme así.- dijo amenazante.

-Yo puedo hablar como se me de la regalada gana.- respondió ella entre dientes.- O me acompañan... o voy yo sola.

-No me hables así! TENEMOS UN TRATO!.

-Recuerda que puedo romperlo en cualquier momento...- amenazo.

-A MI NO ME AMENAZES!.

-Calmense ya...- dijo Erick interviniendo.- Tu no debes alterarte porque me hace mal al cachorro... y tu, mejor cállate un maldito mes.

-¡Pero miren! Incluso mi hijo me hace callar... que bien.- dijo sarcástico.

-Partire mañana por la noche... si quieres acompañarme, es decisión tuya...- expreso molesta.- Puedo hacer esto yo sola, estas consciente de eso... tu veras que hacer.

Y asi fue como Nahiara abandono el despacho luego de amenazar a Valdanset... un alfa cruel y despiadado.



















































"Una masacre se acerca..."






























Maritza: Origen Latín. Sig, "la belleza que posee el mar"

(...)

Silencio (pausada/cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora