La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)

Capítulo 18

Sus labios presionan los míos,  su lengua juega dentro de mi boca.  El beso se hace más apasionado,  más salvaje.  Lo abrazo,  acaricio su espalda desnuda.  Sierto la presión de su pelvis contra la mía, y besa  mi mentón,  para luego pasear su lengua por mi cuello. Suelto un jadeo y mi piel se eriza con la suya. 

Pero lo detengo,  yo pauso todo porque algo me dice que Nerón no me quiere,  que Nerón sólo está confundido.  Qué quizás tenga deseos sexuales y quiera utilizarme.  No podría permitir que Nerón juegue conmigo,  entregarle mi virginidad y que luego me abandone.  Tengo que comprobar que es lo que quiere de mi. 

—Nerón,  basta —susurro. Se aleja mirándome raro. Confundido. 

—¿Qué sucede? 

Trago seco,  lo empujo un poco y me siento en la cama. 

—¿Por qué haces esto? 

—Porque quiero —vuelve a repetir esa frase y respiro profundo. 

—¿Sólo eso?  Dime algo,  ¿yo te gusto?  Debes sentir algo más por mi como para llevarme a la cama y hacerme el amor,  ¿no? 

Peina su cabello hacía atrás y me da la espalda sentándose en la cama. 

—Nerón...

—No sé que es lo que siento —confiesa rompiendo mi corazón—. En estos últimos días he tenido celos,  no te voy a mentir,  he sentido atracción por ti.  Pero... 

No dice más nada y ya lo sé todo. 

—Pero aún quieres regresar y buscar a tu amada,  sólo tienes deseos sexuales por mi,  atracción sexual.  ¿Me equívoco? 

Se queda callado.  Me confirma todo. 

—No hagas esto,  no juegues conmigo para luego dejarme así.  Soy humana Nerón,  me duele,  tengo sentimientos.   Si no me quieres,  al menos déjame ser feliz.  Deja que yo intente tener algo con Eric... 

Me mira enojado,  su mandíbula se tensa y aprieta severamente su labio inferior.  Niega con su cabeza y suelta un suspiro de lamentos. 

—Soy un egoísta,  lo siento mucho. 

Bien,  ya está.  Me besó por segunda vez hace  poco y ahora me rompe en pedazos como siempre.  Bajo la cabeza y reprimo ese jodido deseo de llorar.  Sólo siento que mis ojos se nublan. 

—No es nada —susurro sin mirarlo—.Ya pronto vas a regresar y esto sólo será un amargo recuerdo.  Perdóname a mi por ser tan idiota.  No puedo odiarte más de lo que me odio a mi misma. La egoísta soy yo,  sí,  eso soy.  Soy una egoísta por haberte traído a este mundo sin tu quererlo,  por haberte pedido que me amaras sin comprender que el amor no se mendiga,  que el amor es tan complicado como entenderlo.  Por esperar de ti algo que no puedes darme ya que tu corazón tiene dueña.  Perdón Nerón. 

Salgo de su cama y a pesar de que su voz me pide que me detenga,  voy hacia mi cuarto.  Me encierro como siempre y me lanzo en mi cama.  Soy una tonta,  siempre lo seré. 

....

Si pensé que me sentí peor anoche,  no fue así.  Amanecí con los ojos hinchados,  no tenía apetito.  Nerón se fue  a vender frutas y no me miró,  ambos nos ignoramos. 

Fui a visitar a la madre de Eric,  le di un remedio y ella me agradeció,  se llama Marta,  una mujer muy hermosa y simpática. 

Eric estaba triste por ella.  Quería ayudar pero no sabía que su caso era tan grave,  no era una simple gripe,  ella tenía cáncer terminal.  En ningún libro encontré algo para ayudarla.  No tenía conocimiento de esto,  no podía hacer nada.  Me dolía,  me quemaba por dentro que nada pueda hacer.  Que no tengo poder para algo tan grande.