La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)

capítulo 34

Aquél que se entrega a otro cuerpo desnudo,  aquél que besa a otros labios,  que acaricia otra piel,  que desnuda otra alma,  aquél que no prometió amarme,  pero que si me lo confesó.  Aquél que juró regresar y nunca olvidarme,  hoy,  en brazos de otra mujer olvidó sus palabras. 

Ese hombre que una vez me destrozó tanto como me tuvo a su merced,  aquél que con su frío me envolvió y me quemó en el mismo infierno,  porque el frío quema tanto como su rechazo. 

Nerón,  ¿por qué?  ¿Por qué lo hiciste?  ¿Por qué me dejaste?  ¿Por qué te olvidaste de mi? 
En este preciso momento quisiera verte en persona y darte una buena paliza pero nada de eso quitará el dolor que has clavado en mi alma.  Me has dejado herida,  me has destrozado.  Ya no tengo nada de ti,  puedo decir que oficialmente lo único que me quedaba de ti ya no existe. 

Nuestro bebé,  mi bebé.  ¡Por Dios!  ¿Por qué me ilusionan si ni siquiera eso pude conservar?

Te llevaste todo Nerón,  te llevaste mi amor e incluso lo único que me hacia feliz de ambos.  Él no tenía culpa,  quizás tampoco tú la tengas porque al final quién cayó en esta época fui yo,  pero te has robado todo de mi,  me has dejado sin fuerzas,  sin ganas de seguir.  Estoy cansada de ser siempre la buena,  la que vele por los demás,  mientras nadie lo hace por mi,  estoy cansada de ser la maldita sumisa que se arrodilla suplicando un poquito de amor porque nunca lo tuvo. 

Eso Nerón,  eso te has robado de mi:  mi corazón.  Ahora sólo queda una alma negra que habita en mi interior con deseo de destruirte si te viese ante mi. 

Y unos brazos ahora me socorrer intentando sacarme de mis pensamientos negros,  es Blaise,  me sostiene mientras yo arrugo su camisa,  mientras grito y miro nuevamente el agua cristalina que ya está perdiendo las imágenes que antes ví.  Y aún lo veo,  debía hacerlo,  debía comprobarlo. 

Es que necesito verlo en persona,  necesito comprobar que es real para de una buena vez arrancarlo de mi corazón. 

—Tranquila Aisha,  ya todo pasó —susurra y creo que no es muy bueno dando consejos.

Lo miro fríamente y limpio mis lágrimas.  Voy a provocarlo. 

—¿Por qué si estamos en el pasado en el agua me muestra justamente a Nerón  haciendo el amor?  ¿Tú hiciste un truco?  Podría ser que eso pasó antes de él conocerme,  porque no sabes que hace ahora mismo. 

Se aparte de mí con una fría mirada,  su cuerpo se tensa,  sus rabia se respira y se aprecia en el rostro.  Está enojado conmigo,  a punto de explotar. 

Lo voy a  lograr.  Quiero tú enojo Blaise. 

—¿Estás bromeando?  Mira Aisha. —hizo pausa respirando profundo y acercandose a mí, veo que su intención es tomarme del cuello con su mano abierta, pero la  cierra tras maldecir en voz baja—. ¿Piensas qué yo haría eso?  ¿Qué yo manipularia todo para que veas lo que él hace? 

Asiento cruzada de brazos y actuando calmada.  Pero sé que no manipuló nada,  soy yo quién lo manipula. 

Estoy cansada de esta mierda. 

—Si quieres te mostraré de nuevo,  ven —me toma del brazo y me aparto bruscamente de él. 

—No,  no vas a mentirme de nuevo,  quiero que me enseñe de verdad,  que me muestres todo en persona, quiero ver que esta haciendo,  ¿entiende?   Quiero saber si es real. 

Se acerca rápidamente y me toma del cuello si aprestarme,  me asusto,  los latidos de mí corazón se aceleran y me lleva hacia atrás hasta  pegarme de la pared.  Su respiración choca sobre mí rostro mientras ambos respiramos agitados.