capítulo 35

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Todo se había convertido en una aburrida monotonía,  pues desde lo sucedido aquél día en donde Blaise amaneció conmigo,  no he vuelto a verlo.  Recuerdo que esa mañana salí a desayunar pero no estaba,  solo Bastián,  el gato y yo,  más nadie.  En el almuerzo tampoco estuvo y en la cena menos.  Pensé que quizás aparecía en plena madrugada pero no,  Blaise se había marchado como siempre,  sin decir nada,  dejándome sola y angustiada,  pues yo quería una solución para regresar a donde pertenezco. 

Me llegué a cuestionar si existía alguna forma de convencerle de regresarme sin necesidad de entregarme a él,  pero sabía que por ahora no había algún método disponible.
Blaise se había convertido en un ser confuso e impredecible,  no sabía que podía estar pensando sobre mi,  pero si sentir que faltaba más por descubrir de él. 

Recordé que incluso esa noche me dijo que podía saber si yo seguía teniendo a mi hijo en el vientre y que por huir de él no lo descubrí,  por eso ers mi urgencia de verlo,  necesitaba que me dijera todo,  necesitaba saber la verdad. 

Pero no pude,  cada día se convertía en una pesadilla,  el frío,  la nevada,   la soledad,  todo eso junto me había sentir que iba a colapsar.  Blaise lo hizo de nuevo,  se marchó por tanto tiempo que perdí la cuenta. 

No tuve salida,  por más que salí fuera de la casa y buscar una montura para buscar solución,  no encontré,  no tenía magia y tampoco había nada que me ayudase a moverme de aquí.  Recuerdo que hasta lloré de la rabia,  lloré porqué no era nadie,  porqué no tenía magia para solucionar esta mierda en la que me he metido. 

Si bien me dijo que no se podía cambiar nada del pasado  porque afectaría el futuro, llegué a pensar que era un error y una mentira,  pero teóricamente tenía razón.  De yo avisarle a mi madre que yo soy su hija y que no acuda a Airena,  eso haría que ella me evitara a toda costa.  No me tendría,  quizás evitaría que le hagan daño y yo sería un ser inexistente. 

Pero...  ¿Vale más la vida de mierda que llevo a la de ella?  ¿Estaré siendo egoísta por no ayudarla? 

Realmente no lo sé.  Quizás no pueda detener su destino,  quizás estoy condenada a vivir así. 

Lo que más me angustiaba era no poder ayudar a Bastián con su querido Damián,  lo amaba demasiado y cuidaba de su felino más que su vida.  Me sentía peor verlo con esa tristeza en su mirada. Decía que todo estaba bien,  pero no lo estaba,  yo podía saber que la tristeza vivía en su vida tanto como la mía. 

Cada noche que intentaba dormir no podía sacar de mi mente el reflejo de Nerón con esa mujer,  ¿por qué se entregó tan fácil echándome al olvido? 
En fin,  es hombre.  Como hombre cae rápido a la tentación...

No,  quizás estoy juzgando a los demás  y no debería,  yo no puedo tener ese pensamiento pero cada día mi corazón está perdiendo su color convirtiendose en uno negro.  No quiero amar de nuevo y sufrir,  no quiero nada referente al maldito amor que me destruye. 

Nerón poco a poco se está yendo al olvido.  Cada día que pasa entre la soledad que amena mi vida,  me doy cuenta que no lo estoy pensando como antes.  Que el dolor se está yendo y que la venganza ocupa mi vida. 

Y no,  no quiero envenenarme y llenar de odio mi alma,  pero él no ayudó en eso,  Nerón fue tan culpable de convertirme en lo que ahora soy. 

Ahora me encuentro en la  cama de Bastian,  el gato en medio de ambos.  Me quedo mirando al techo en forma de cono,  no hay luz que ilumine nada pues la luna se encarga de eso.  Estoy pensando tanto en la soledad que vive en mi,  en como salir de este lugar,  pero no tengo alternativas.  Estoy jodida. 

La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora