La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)

capítulo 14

Les tengo una sorpresa más abajo,  ya verán. 

....

—Bastián —llamo su atención mientras toma de su café y me mira asustado.

—¿Ahora que hice,  ama? 

Me siento a su lado. 

—¿Cómo se llama la aplicación donde consigues citas?  —inquiero y Nerón estalla una gran carcajadas. 

—Ahora en esta era se debe conseguir cita por una ¿aplicación?  ¿Qué es eso? 

—Ignoralo —le digo a Bastián—. Dime ahora. 

Bastián nos mira asustado a ambos. 

—Hay muchas,  está cupid American,  Tinder y....

—Listo,  en Tinder puedo conseguir una cita,  ¿no? 

—Bueno,  es que en Tinder mayormente se hace encuentro sexuales —me dice tímido y me pongo Roja. 

—Pero quizás haya alguien interesado en algo serio,  ¿no?  Con mi perfil sabrán que no busco ese tipo de encuentro tan pronto. 

—Bueno si,  ¿de verdad quieres una cita?  —inquiere dudoso. 

—Claro que si,  sólo dime que debo hacer,  ayúdame.  Le voy a demostrar a este imbécil que no pienso quedarme sola —espeto y Nerón se ríe levantándose de la silla. 

—Por Dios,  cuenta estupidez en tu cabeza,  brujita. 

Cuando se va hacia la cocina tomo la mano de Bastián.

—Vamos,  ayúdame. 

Bastián me sonríe. 

—Primero hay que hacerte un cambio de look,  luego tomar algunas fotos y hacer el perfil.  Ya las citas vendrán por si sola. 

—Bien,  vamos a hacerlo,  no abriré el negocio. 

...

—Nerón,  quédate en casa,  no salgas,  no le abras la puerta a extraños,  no toque nada,  sólo ponte a ver televisión o escuchar música.  Regresamos pronto —le digo tomando mi bolso y este frunce el ceño.

—Yo quiero ir —dice exigente. 

—No,  esto no es de tu incumbencia —aclaro.

—Pero quiero salir de este encierro,  no me dejen sólo aquí —dice casi suplicante. 

—No irás y punto —aclaro exigente y tomo de la mano a Bastián sacándolo de la casa conmigo pero Nerón me detiene. 

—Quiero ir,  prometo comportarme,  no hará nada malo,  lo juro —me suplica y es primera vez que lo veo suplicando de esta manera,  parece un niño. 

Miro a Bastián totalmente seria y levanta sus hombros. 

—Está bien,  no hables con nadie y tampoco me hagas quedar en pena. 

Tomamos un taxi y este nos lleva al mall,  en donde hay de todo para lo que necesito.  Cuando entramos al mall Nerón se queda boquiabierto. 

—Esto si es grande —murmura como todo un chiquillo cuando se saca a pasear. 

—Lo es. 

Bastián toma mi mano como si ya conociera todo de memoria. 

—Vamos a subir al segundo nivel donde están las mayorías de Sala de belleza —me dice.