La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)

capítulo 28

Nerón

Abro los ojos tras la oscuridad que hace poco había invadido todo mi ser; me encuentro situado dentro de lo que parece ser una pequeña granja o criadero de animales. El lodo cubre parte de mi cuerpo,  estoy sucio y débil.  ¿Qué ha pasado?  ¿Donde estoy? 

No recuerdo nada,  no recuerdo ni como he llegado aquí.  Me levanto evitando caer por completo porque la debilidad hace que todo se torne diferente.  Intento recordar que me hizo llegar a este lugar y en donde estaba antes.  Quizás me he emborrachado.  Mi cabeza está a punto de explotar y pensar no me ayuda mucho. 

Me giro por completo y a unos metros de distancias veo una pequeña taberna y por la ventana puedo ver una lámpara encendida.  ¿Habrá gente allí que pueda ayudarme? 

Camino directo hacía el lugar recordando lo que estoy buscando,  lo que en verdad necesito.

La necesito a ella...  A Eva,  mi princesa.  Necesito volverla a ver.
Sólo que algo no anda bien en mi,  siento que algo no cuadra, como si estuviese mucho tiempo sin haber venido a este lugar,  como si todo me pareciese desconocido. 

Toco la puerta dos veces e imploro que haya alguien realmente que yo reconozca o que pueda brindarme ayuda.  Miro la luna que con su resplandor ilumina todo en el camino. 

La puerta se abre y veo un anciano con una espada en la mano como si temiera de lo que encontrara tocando en plana noche.

—¿Quién eres y que haces en mi casa? 

Frunzo el ceño y niego con mi cabeza antes de poder decir algo. 

—Me llamó Nerón,  no sé cómo he llegado aquí,  desperté y estaba en este lugar.  Necesito ayuda. 

Tras él apareció una joven delgada y pálida,  llevaba una larga bata blanca y su gesto era de total confusión. 

—Abuelo,  ¿quién es? 

El anciano se giró a ella y trató de entrarla mientras le decía que no sabía quién era yo. 

—Disculpen,  necesito ayuda.  Necesito un lugar donde pasar la noche,  solo hasta el amanecer. 

Ambos se miraron y dudaron a la vez.  Su nieta lo tomó de la mano y lo llevó junto a ella mientras le susurraba algo sin dejar de mirarme.   Su abuelo negó un poco pero ella pareció convencerlo y este accedió a lo que sea que ella le dijo. 

—Bien, ¿Nerón?,  puede pasar la noche aquí pero tendrá que dormir en la sala,  ya que no hay más habitaciones disponibles.  También es necesario que se dé una ducha,  pues está muy sucio. 

Asiento al instante y con una pizca de alegría por al menos conseguir donde pasar la noche.  Mi mente está bloqueada y no puedo recordar nada,  esto me afecta emocionalmente en todo. 

Ellos me guiaron hacía donde debía dormir y me prestaron una cobija para arroparme.  El anciano me explicó que debía bañarme en la parte trasera de la casa.

Al salir para tomar un baño tuve una visión o un recuerdo,  me veía bañandome en una especie de tina y también ví algunos patos dentro.  La imagen se borró rápidamente de mi mente y traté de encajar todo,  pero no pude. 

La jovencita que de dieciseis años no pasaba según mi conocimiento,  me tendió ropa limpia y algo para secarme,  le agradecí y totalmente sonrojada siguió su camino.

...

"Nerón,  no me dejes,  no me abandones.  Te amo,  regresa a mi,  por favor"

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