La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)

capítulo 47

Capítulo largo de 7k palabras.  😍😍😍
Para ustedes.  Para que disfruten.. Espero que me compensen dejando sus comentarios tan hermosos y gracioso.

Hoy hay encuentro 😍😍😍😍

Capítulo dedicado para:  KarenTatianaGonzale9 😍😍😍

...

Nerón: 

En un abrir y cerrar de ojos me encuentro en una gran casa, es color gris con blanco,  tiene una gran escalera que gira en forma de gusano.   Y la habitación que me mostró es muy grande,  nunca había visto un lugar así. 

Él dice que me tiene un trabajo pero yo sigo en un trance con la muerte de mi perrito,  el dolor me agobia y estruja mi corazón. 

—No hemos tenido tiempo de presentarnos,  soy Robert Martens. 

Me da su mano y la miro neutro,  sin tener deseo de saludarlo por el momento.  Retira su mano sonriendo nervioso. 

—Puedes darte un baño,  te mandaré unas ropas más limpia —dice mirándome de arriba a  abajo—. Tal vez necesitas pensar mucho y descansar,  pero antes debe cenar. 

No digo nada y eso es como responderle,  se marcha dejándome solo y miro la gran cama con sabanas blancas,  de hecho la habitación completa lo es.  Es como estar en el cielo.  

Me quito el  abrigo y lo pongo encima de la cama.  Entro al baño y es como ver la gloria.  Hace tanto que no tenía privacidad para darme un buen baño,  para hacer mis necesidades que esto es como estar en el paraíso. 

Me desnudo y me miro al espejo,  aún sigo delgado,  no tanto como cuando llegué,  quizás aumenté unos diez kilos más pero no soy lo que era antes.  Mi barba está tan grande,  mi cabello tan largo y mi piel pálido.   Necesito recuperarme,  a mi Aisha no le gustaría verme así. 

Después de  hacer mis necesidades, y asearme  por completo,  salí con la toalla envuelta y encontré ropas en la cama.  Me acerqué y ví un polo negro con un jeans oscuro,  más unos tenis.  Algo deportivo,  pero también me puso un abrigo,  quizás sepa que no voy a salir ahora de aquí.  Y no me sentiré cómodo usando eso,  así que revisé otro paquete de ropa y encontré algo más cómodo,  sweater blanco y pantalón pijama negro,  junto a unas sandalias. 

Acomodo todo y me quedo en la cama mirando a la nada,  pensando en mi perrito y de las tantas veces que compartimos tristezas y comida.  En todo estuvo conmigo,  cuando lloraba lamia mi mejilla y me hacia saber que siempre estaría ahí.  Cuando no había nada  para comer y solo tenía agua,  compartíamos agua.  Estuvo ahí y eso duele,  porque al final me lo arrebataron. 

Me acuesto en la cama y cierro mis ojos sintiendo la humedad rozar mi piel.  Estoy llorando de nuevo y aunque quiero ser más fuerte no puedo,  me duele porque cada vez se me hace más difícil encontrar una salida o encontrarla a ella.  

Pero no puedo dejarme caer al vacío,  ahora he conocido a alguien que puede ayudarme y aceptaré dependiendo de lo que me proponga. 

El dolor me hizo aferrarme profundamente a mis propios pensamientos en donde recordaba los momentos que vivi con ella,  en donde me enseñaba cada cosa que no entendía o sabía,  en donde se enojaba o intentaba darme y celos.  No podía olvidarla,  vive en mi memoria.

Pronto escucho dos toque en la puerta y le digo que pase,  en cuanto se abre entra una muchacha vestida de sirvienta arrastrando un carrito con una charola de comida.  Se detiene y me escanea.

—Su cena está lista,  como debe sentirse cansado,  don Martens me ha pedido que le traiga su cena aquí. 

Me siento y miro todos los platos ocultos con tapas blancas.