capítulo 39

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Quise ser más decidida,  quise ser más fuerte,  estaba segura de serlo,  lo había prometido.  Había jurado que todo cambiaría,  que ya nada me haría  mal,  que ya todo iría curando en mi con el tiempo,  que no podría encariñarme y depender de ese cariño o esa palabra tan fea llamada "amor"

Y no,  no es que sienta amor,  es algo que va más allá de eso,  es un cariño,  es un lazo que han roto nuevamente sin siquiera avisarme. 

Al menos Nerón me avisó,  al menos Nerón me dijo la verdad,  al menos...  Me alertó que nada lo haría cambiar de parecer. 

Pero ahora,  Bastián me dice algo que me ha dejado sin palabras.  Algo que me ha derrumbado por dentro,  que me deja en una línea de confusiones.  Me ha dicho que estuve durmiendo durante diez horas.  Que ha sido así desde que vinimos de Dinamarca. 

Siento que me está tomando el pelo,  es que no es posible,  no lo es. 

—Bastián —intento levantarme pero me duele un poco la espalda y recordé algo más.  Blaise y yo habíamos tenido una noche de pasión.  Si,  habíamos tenido sexo o hecho el amor,  no tengo idea de todo lo que hicimos o si,  si tengo idea pero no sé cómo nombrarlo. 

En fin,  este dolor que siento en mi vientre bajo y espalda tiene que significar eso,  producto a las horas que duramos.  
O también puede ser por el embarazo. 

Mi bebé.  Miro mi vientre enseguida y lo acaricio,  ha vuelto,  ha vuelto mi bebé.  Se siente un poco más grande,  pero ¿como?  ¿Será por el tiempo que tuve sin verlo?

Es que mierda,  no entiendo nada. 

—No te preocupes,  el gusano está bien —dice Bastián sonriendo y llevando una mano a mi vientre. 

—Bastián,  no bromees conmigo,  dime la verdad por favor.  No me mientas,  ¿no recuerdas que viajamos al pasado?  ¿No te acuerdas que allá por el año 1985 conocimos a Blaise,  un demonio o murciélago? 

Eleva una ceja y se aleja un poco confundido.  Ahora me mira como que yo estoy loca. 

—Blaise es un demonio que trabaja para...  —al recordar que es mejor ni nombrarla,  cambio todo—. Para la bruja malvada que no quiero nombrar.  Dime si recuerdas todo,  por favor. 

—¡Cu-cu cu-cu!  —dice girando un dedo en cada oído como si yo estuviese loca—. No Aisha,  estás mal.  No estuviste en ningún pasado,  con ningún murciélago.  Estuviste aquí Aisha,  diez horas durmiendo aquí porque te demayaste,  diez horas en que te he cuidado yo.  He Estado aquí y tengo perfecto recuerdo de todo lo que he hecho yo yo —menciona dejándome aturdida y con ganas de llorar. 

—No puede ser que todo fue un sueño —susurro para mi misma acumulando lágrimas en mis ojos,  me acuesto haciéndome un ovillo y lágrimas salen lentamente y sin poder detenerlas.  No quiero hacerlo.  Siento un profundo dolor en mi pecho,  es mi corazón. 

No puedo y no quiero creerlo.  Fue tan real,  sus besos,  sus caricias.  Cuando estuvimos en el lago,  cuando acariciaba mi vientre y me cantaba. 

No Blaise,  eso no puede ser mentira.  Fuiste real en mi,  ¿por qué?  ¿Por qué me enviaste si te pedí dos noches?  ¿Por que esperaste hacerme el amor para después regresarme? 

Es que me niego a creerlo.  Un ser como tú tiene que ser real,  no puede ser producto de mi imaginación.  Tantos momentos,  tantas cosas bonitas que aunque fueron pocas,  valieron  mucho para mi. 

Me hiciste tomar cariño de ti,  un cariño que no buscaba.  Y no,  no te amo,  no me amas,  no te quiero y no me quieres,  pero se sentía bonito que me hicieras sentir mujer,  que me hicieras sentir con más valor,  que me hicieras sentir tu infierno de una forma tan hermosa.  Para mi si fue bonito que me protegieras. 

La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora