Capítulo 23

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Tras despertar a Nerón con un pellizco bastante fuerte,  había despertado alarmado.  Le comenté lo que había visto y emprendimos marcha hacía nuestro destino. 
En el camino nos dejamos de mirar al alrededor,  sentíamos lo mismo,  esa sensación de ser vigilados por algún demonio o la maldita bruja que había interrumpido mi sueño. 

Pienso en todo esto que me está pasando y todo lo que estoy haciendo por Nerón,  sólo para que se vaya y sea feliz.  Amar conlleva grandes sacrificios,  y ya lo entiendo todo. 

Creo que nada valió la pena,  la pasé muy bien a su lado pero al final no tuve ninguna recompensa. 

—Aisha,  aún puedo escuchar tu mente —me dice y ya como que nada me importa —. Y si valió la pena todo,  porque al final hubo cierta conexión,  ¿no? 

Me río con sequedad,  como si hubiese sido el peor chiste de mi vida. 

—¿Es en serio?  Me hablas de una conexión que tú ha roto, porque es por tu culpa que nuestras vidas estará en peligro,  por tu estupidez de regresar al pasado —farfullo molesta esquivando una rama. 

—Aisha,  entiendeme,  tengo cosas pendientes allá —me dice y me detengo a mirarlo. 

—¿Cómo qué? 

Me mira sin algún tipo de reacción,  se mantiene neutro,  buscando en su cerebro de maní la forma de convencerme.  Pero esta vez si muestra un gesto  que no me gusta,  su mirada se convierte en preocupación,  tristeza y dudas.  Mira hacia el suelo,  yo también sigo la mirada,  no hay nada más que lodo,  vuelvo a mirarlo y abre su boca para soltar lo que me oculta.

—Creo...  No estoy seguro de esto, pero ella me está llamando,  me pide ayuda,  me pide que regrese y me dice que ella tiene un hijo mío,  que ambos nos esperan.  Esto es confuso. 

Esta vez soy yo la que agacho la mirada,  aprieto mis manos con fuerzas y dolor. 

Un hijo,  ¿un hijo?  Entonces ellos...  Ellos volverán y tendrán una linda familia.  Y yo...  Yo quedaré con mi triste realidad.  No tengo esperanzas,  ya no existe. 
Levanto la mirada y trago lento,  sintiendo como absorbo las ganas de gritar y desahogar lo que siento.  Pero me lo guardo para otro momento,  él no me verá destruida.  Ahora siento más ganas de ayudarlo y devolverlo a donde pertenece. 

—Oh,  que bien,  al menos tienes algo importante por lo cual luchar —digo reteniendo los temblores en mi voz,  queriendo sonar  más segura,  pero soy tan débil. 

—Aisha,  por eso quiero regresar y...

—Ya no tienes que decirme nada,  yo entiendo todo.  Y gracias por decírmelo,  ahora tengo motivos más fuertes para mandarte a donde perteneces y quemar el libro para que nadie vuelva a hacerte otro hechizo. 

Sigo mi camino  mirando hacía el cielo estrellado,  con algunas nubes grises asomadas. 

Duele,  pero puedo con esto. 

—Aisha yo...

Una llama de fuego impacta cerca de ambos y caemos lejos,  choco contra un árbol y miro a Nerón,  está el suelo,  saca su espada y se levanta corriendo hacia mi.  Me ayuda a levantar y miro por doquier totalmente asustada. 

—Ya empezó —susurro.

Saco los apuntes para que no se me olviden y maldigo lentamente por haber traído una jodida daga cuando pude haber traído algo mejor.  Tal vez un machete fuese más efectivo. 

Tengo que lograr matar a los demonios con la daga,  esta tiene una maldición que los destruye,  los convierte en polvo. 

Otra ráfaga de fuego impacta en un árbol  y salgo corriendo con Nerón,  él mira por doquier evitando ser sorprendido,  yo apunto con mi daga entre las ramas y siento que estoy cerca de la cueva,  puedo sentirlo,  puedo verlo. 

La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora