La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)

capítulo 50

En los últimos párrafos habrá algo subido de tono,  así que ya saben,  perversas.  😘😘😘 

Estaré leyendo sus comentarios. 

...

Y ahí estaba Nerón  con Naisha encima del  cambiador de pañales,  le quita su abrigo y luego su pantalón,  cuando mira el pamper repleto de caca que hasta por la pierna ya tiene hace una muesca de asco.

—¡Por Dios hija,  te estás descomponiendo! —dice y me echo a reír junto a Blaise y Nerón nos mira—. ¿Se van a quedar ahí o me van a ayudar? 

—No —decimos a la vez.

—Estoy pensando seriamente darla en adopción —murmura pensativo y le echo una mirada de odio.

—¿Qué tal si mejor te vas a la mierda?  —le digo acercandome y se ríe.

—¡Ya estoy en la mierda! —exclama riendo y aunque quiero  estar seria por dentro me hace reír y lo oculto haciéndolo a un lado.

—Ni para ser un buen padre,  sirve.  Quítate.

Intento hacerlo a un lado y me toma de los hombros echándome hacía atrás.

—Ya te dije que yo lo hacía,  estaba bromeando.  Ni siquiera sabes de humor negro o sarcasmo, pobrecita.

Lo miro con desagrado.

—Uy si,  ahora tú vienes  con que sabes más de ésta era que nosotros.  Que gracioso.

La pequeña empieza a llorar y Nerón me mira con una mueca que dice:  quítate y haz algo por tu vida,  por favor. 

—Espero que no mueras en el intento — me burlo caminando hacia atrás hasta apoyar mi trasero de la cómoda.

Veo a Blaise quien se acerca del otro lado y mira a Nerón con burla.

—Si quieres te ayudo —le dice ya que Nerón sigue pensando por donde quitarle el pamper a la pequeña,  pero la mirada que le da a Blaise es bastante ruda.

—Pierdete —espeta con  hastío.

—Bueno...

Blaise se ríe alejándose y  Nerón mira la bandita pegada del pamper y lo retira,  mientras se oculta la nariz con sus dos dedos en ella,  como si fuese un gancho. 

—Ew, en lo único que sales  a tu madre,  pequeña,  ya lo demás es a mi —le dice y tanto Blaise como yo lo miramos con ironía.

—Seguro que si. 

—¿Donde está el papel de baño?  —inquiere y me echo a reír.

—¿Para qué?  —inquiero.

—¿Cómo para qué?  Para envolver a tu hija como una momia —dice sarcástico pero enojado—. Obvio que para limpiarla.

Me río mientras que Blaise frota sus ojos riendo a carcajadas.

—No la limpio con papel de baño —giro los ojos acercandome.

—¿Con periódico?   —inquiere levantando una ceja.

—No, imbécil.  Usa ésto,  es wiper,  toallitas húmeda con olor natural. 

Le paso la toallitas y la toma de mala ganas.  Siempre siendo rudo en todo,  pensé que cambiaría su forma de ser. 

Saca una toallita y me río porque no va a ser suficiente.  Yo la limpio con dos o tres pero no creo que él tenga ese poder de madre. 

En cuanto libera el pamper hace una mueca asqueante al igual que nosotros,  me oculto la nariz y me pregunto ¿qué fue lo que se comió?