Escapémonos (Adrien Agreste/Chat Noir x Tu)

41. Nuestro Viaje

POV Bella

Desperté a las 6 de la mañana, como siempre, pero esta vez sabía que sería diferente, sabía que no iría a la escuela y sabía que saldría por una semana, por primera vez, fuera del país.

Sería el mejor viaje de mi vida.

Me levanté, me duché, me vestí y ahora desayunaba, presenciando otra pelea en mi mesa.

--¡No es mi culpa que Peggy no haya podido hacer su parte del trabajo, mamá! ¡Estaba ocupada!

--¡Y es tu culpa que no le hayas dicho! ¡Tuviste que hacer todo sóla y te acostaste terriblemente tarde! ¡Odio que no duerman!

Estaba tan emocionada que en lugar de desanimarme por los gritos de mi madre y hermana, quise reír, aunque por obvias razones me aguanté. ¿Por qué no le vi el lado cómico a ésto antes?

--¡¿Qué parte de "estaba ocupada" no entendiste?!

--¡Deja de defenderla tanto! Uff, fue un error confiar en ella.

Al fin, alguien que me entiende.

--¡Ya terminé!--exclamé, causando que ambas se voltearan.

--¡No nos interrumpas, Bella! ¡Mejor vete a buscar tu maleta o se te hará tarde!

Suspiré obedeciéndole. No quería pelear con ella ahora, y mucho menos llevarme una peor despedida antes de irme. El chofer de Adrien me iría a buscar para llevarme al aeropuerto, y obviamente tuvimos que mentir en la hora para no encontrarnos con nuestros compañeros.

--¿Segura que guardaste todo?--preguntó mi madre un poco más calmada.

--Sí, segura.--dije al frente de la puerta, volteándome para ver por última vez a mi familia.--Bueno, tendré que verlas por una semana.

--Adiós, Bella.--me abrazó Lucy, y yo obviamente correspondí.--Espero que no te coma un animal allá.

Sí, también yo.

--Y espero que a tí no te termine comiendo tu amiga.--Ella se soltó y me miró seria. Yo sólo solté una risita y volví a abrazarla.--Te extrañaré, pequeña.

--No me digas así.

Ambas terminamos por separarnos, y luego volteé a ver a mi madre, quién seguía con la misma cara que cuando paró de discutir, sin expresión alguna.

--Mamá...

--Cuídate mucho.--Me interrumpió.--Si te llega a pasar algo, yo misma me encargaré de que te pase algo peor.

Sonreí ante ese comentario, suponiendo que era su forma de decirme que me quería. La abracé, mientras ella lentamente correspondía.

--Bueno.--me solté.--Debo irme. Otra vez, adiós.

--Sí, sí. Tu hermana debe ir a la escuela.

Asentí, para darme vuelta y abrir la puerta. Suspiré por última vez, con una lágrima traviesa pasando por mi ojo, ya que a pesar de todas las peleas y lo feo que me gritaban a veces, las extrañaría. Decidí cerrar la puerta y bajar las escaleras, pensando en estas raras "vacaciones" de una semana.

Abrí la puerta del auto, en donde estaba el mismo trío de ayer. Como siempre, me senté en el asiento trasero con Adrien a mi lado, quién no dudó en sonreírme al verme.

--Hola, princesa.

--¡Ejem!

Nathalie carraspeó, como obvia declaración de incomodidad. Aunque claro, tiene sus razones después de vernos besándonos sin tener idea de nada.