Escapémonos (Adrien Agreste/Chat Noir x Tu)

27. Retador

(Nuevamente, perdon si no les gustaron las canciones :v)

POV Adrien.

Eran las 11 de la mañana, y ya estábamos llegando como Chat Noir y Katy Jones en el set de "El Reto". Pudimos ver nuevamente a las "ganadoras" del concurso cantando en frente de la cámara la misma canción de la vez pasada.

--¡Aquí están!--se acercó Alec al vernos.--¿Y? ¿Ya decidieron quién cantará primero?

--Yo lo haré.--afirmé, mientras miraba a Katy con una leve sonrisa.

--¡Genial! Entonces tú sigues, Chat Noir.

El moreno nos llevó a unos asientos decorados con una estrella. Las tres chicas terminaron de cantar, pero al vernos sentados al frente de ellas cambiaron su cara. Alec se paró frente a la cámara, listo para hablar.

--¡Muy bien, chicas! Ya cantaron, así que pueden irse ahora.

--¡Alto!--lo interrumpió Chloe.--¿Por qué ellos están aquí? ¡No lo entiendo!

--¡Se supone que nosotras ganamos!--exclamó Lila.

--¡Eso no dicen las visitas! ¡Pantalla por favor!

Proyectaron nuevamente los videos que subieron a la web, comparando las visitas, comentarios y "me gusta" que tenía nuestro video con el de ellas.

--¡Pero eso no es...

--¡Adios!

Unas personas que trabajaban allí las sacaron de la cámara. Chloe, Sabrina y Lila nos miraron molestas antes de irse en fila. Por un momento me sentí mal por ellas, pero tampoco estaba bien que hayan ganado por soborno de Chloe.

--¡Ahora démosle la bienvenida al superhéroe de Paris que nos ha conquistado con su voz! ¡Chat Noir!

Salí de mi asiento mientras los concursantes aplaudían. Al pararme frente a la cámara dí una reverencia.

--¿Listo para cantar, Chat Noir?

--¡Siempre estoy listo!--Le entregué el pendrive donde tenía las canciones a Alec.

--¡Adoro tu entusiasmo! ¡Prepárate!

Mientras Alec le entregaba el pendrive a los que se encargaban de la música, yo aproveché la cámara para decir algunas palabras.

--Esta canción la escribí pensando en una chica genial, principalmente desde que la conocí y lo que pensaba las primeras veces que estuve con ella. Y ahora, cada vez estoy con ella sé lo que es la verdadera felicidad. Claro, también tenemos diferencias, pero eso es lo que nos complementa perfectamente. Gracias a ella, descubrí quién es mi media naranja.

Katy me miraba sonriente. Yo tampoco podía dejar de mirarla. Ambos sabíamos lo mucho que nos queríamos, y a pesar de que a ella le haya costado un poco más dar los pasos, finalmente lo logramos.

--¿Qué canción?--preguntó el técnico de sonido.

--¡Pista número dos!

Él la reprodució, mientras yo estaba listo para cantar.

Terminé de cantar y una gran sonrisa se formaba en mi rostro. ¿Por Katy? Si, pero también por la emoción que en serio sentí mientras cantaba. Era una emoción que no había experimentado con otras actividades que había hecho, porque casi nada de lo que mi padre había elegido me hacía sentir tan feliz como esto.